El Wolfsburgo pudo sentenciar pero el Gante recortó al final
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El Wolfsburgo, octavo en la Bundesliga, tiene un pie y medio entre los ocho mejores de Europa. Sin hacer nada del otro mundo, sin jugar bien, pero tirando de la calidad de Draxler y aprovechando la mala noche de un Gante que no estuvo a la altura. Aun así, el campeón belga reaccionó con un arreón final lleno de orgullo y buen fútbol y estuvo cerca de igualar un 0-3. Las dudas en defensa del Wolfsburgo dejan ligeramente abierta la eliminatoria.
Para el Wolfsburgo fue un partido difícil de explicar. A la hora, casi sin saber cómo, llevaba tres goles de ventaja ante un manojo de nervios y, cuando más noqueado tenía al Gante, lo dejó despertar y acabó pidiendo la hora. Fue tan enrevesado que la primera gran ocasión de los lobos fue un cabezazo de Mitrovic en su propia portería.
Al filo del descanso, el equipo alemán trenzó su mejor jugada y tuvo premio. Draxler recibió en la izquierda, se escapó de Foket e hizo una pared con Vieirinha, que dejó a su compañero solo ante Sels. El alemán definió con calidad con el interior.
El Gante insistió en los errores no forzados del primer tiempo, pero esta vez le salieron caros. Neto le regaló un balón a Draxler y éste se lanzó hacia el área belga, tiró un soberbio caño a Mitrovic y picó el balón por encima de Sels. La diferencia de talento ponía el 0-2. Al instante, Kruse remató a la red un centro de Träsch. Un minuto después, Kruse chutó al palo. Todo apuntaba a goleada histórica, pero el guión cambió.
En vez de dormir el partido y viéndolo tan sencillo, el Wolfsburgo se desconectó, quizá pensando ya en los cuartos. Y Kums, sensacional en la segunda mitad, se echó al Gante a la espalda y embotelló a su rival. Los números y las sensaciones dicen que hizo más el equipo belga en 15 minutos que su visitante en toda la noche. El propio Kums marcó con un buen disparo raso y Coulibaly disparó la fe belga en la remontada con un buen cabezazo. Sufrió el Wolfsburgo, que acabó desesperado y pidiendo la hora, pero se va como triunfador de Bélgica. En cuartos, si no hay campanada del Gante, necesitará mucho más.
El Wolfsburgo, octavo en la Bundesliga, tiene un pie y medio entre los ocho mejores de Europa. Sin hacer nada del otro mundo, sin jugar bien, pero tirando de la calidad de Draxler y aprovechando la mala noche de un Gante que no estuvo a la altura. Aun así, el campeón belga reaccionó con un arreón final lleno de orgullo y buen fútbol y estuvo cerca de igualar un 0-3. Las dudas en defensa del Wolfsburgo dejan ligeramente abierta la eliminatoria.
Para el Wolfsburgo fue un partido difícil de explicar. A la hora, casi sin saber cómo, llevaba tres goles de ventaja ante un manojo de nervios y, cuando más noqueado tenía al Gante, lo dejó despertar y acabó pidiendo la hora. Fue tan enrevesado que la primera gran ocasión de los lobos fue un cabezazo de Mitrovic en su propia portería.
Al filo del descanso, el equipo alemán trenzó su mejor jugada y tuvo premio. Draxler recibió en la izquierda, se escapó de Foket e hizo una pared con Vieirinha, que dejó a su compañero solo ante Sels. El alemán definió con calidad con el interior.
El Gante insistió en los errores no forzados del primer tiempo, pero esta vez le salieron caros. Neto le regaló un balón a Draxler y éste se lanzó hacia el área belga, tiró un soberbio caño a Mitrovic y picó el balón por encima de Sels. La diferencia de talento ponía el 0-2. Al instante, Kruse remató a la red un centro de Träsch. Un minuto después, Kruse chutó al palo. Todo apuntaba a goleada histórica, pero el guión cambió.
En vez de dormir el partido y viéndolo tan sencillo, el Wolfsburgo se desconectó, quizá pensando ya en los cuartos. Y Kums, sensacional en la segunda mitad, se echó al Gante a la espalda y embotelló a su rival. Los números y las sensaciones dicen que hizo más el equipo belga en 15 minutos que su visitante en toda la noche. El propio Kums marcó con un buen disparo raso y Coulibaly disparó la fe belga en la remontada con un buen cabezazo. Sufrió el Wolfsburgo, que acabó desesperado y pidiendo la hora, pero se va como triunfador de Bélgica. En cuartos, si no hay campanada del Gante, necesitará mucho más.