El Nápoles pierde la ocasión ante el Milán de ponerse líder

Nápoles, As
El Nápoles no aprovechó del desliz de la Juventus en Bolonia y sigue en el segundo puesto de la Serie A: los azzurri no pasaron del empate ante un Milán muy sólido, que llegó a Fuorigrotta buscando no perder y al final lo consiguió. El conjunto rossonero disputó un partido a la italiana, que seguramente no le habrá gustado a su presidente Berlusconi, amante del juego al ataque, que sin embargo sirvió para llevarse un punto importante en la pelea por los puestos europeos.


Empujado por un San Paolo lleno hasta la bandera, los de Sarri empezaron el enfrentamiento volcados al ataque, conquistando enseguida la posesión del balón en su habitual juego de toque. Higuaín y Callejón tuvieron ocasiones para abrir la lata, pero quien lo consiguió fue Lorenzo Insigne: el talentoso italiano, en el 39', chutó desde el límite del área y batió a Donnarumma también gracias a la ayuda de Abate, que desvió su remate.

Los partenopei no tuvieron ni el tiempo para celebrar el tanto con sus tifosi: cinco minutos después, Koulibaly prolongó un centro de Honda, que llegó a un solísimo Bonaventura, que empujó entre palos sin apuros. A partir de entonces, el conjunto local dio vida a un verdadero asalto, que en los primeros 45 minutos sumó 11 remates y continuó en la segunda mitad.

Mihajlovic, que sin Romagnoli en defensa dibujó un sólido 4-4-2, estudió muy bien a sus rivales y cerró todas sus líneas de pase: un catenaccio que a menudo se convertía en contragolpes que asustaban al San Paolo sin crear demasiado peligro. El Nápoles si lo creó, pero en vano: Sarri (que acabó expulsado por protestas), sacó a Mertens y Gabbiadini para reforzar su delantera y el belga golpeó el palo en el 67', tras un centro raso de Hysaj. Los locales lo intentaron todo, pero seguían topándose con la cerradísima barricada rossonera y con un Donnarumma en estado de gracia (que jugaba en su ciudad y fue insultados por los hinchas locales debido a sus perdidas de tiempo, que también le costaron una tarjeta amarilla).

Los partenopei llegaron a un paso del gol decisivo en el 92', cuando un taconazo de Gabbiadini libró a El Kaddouri, cuyo chut fue bloqueado por el jovencísimo meta rival. No pudo ser: los 55 mil del San Paolo dejaron el estadio decepcionadosas y se quedaron sin la soñada fiesta por la reconquista del liderato. Que, sin embargo, sigue estando a solo un punto: la Juve, que mañana se enfrentará al Bayern, sonríe, pero esta fantástica batalla por el Scudetto va a ser muy larga...

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