El búnker del Sí frente a las “fuerzas oscuras”
Juan Carlos Véliz M. / La Paz
No se trata solamente de una consigna política, es uno de los puntales de la campaña oficialista por el Sí a la reforma parcial de la Constitución: "Fuerzas oscuras” se ciernen sobre Bolivia y quieren interrumpir el proceso democrático y quieren sacar del Palacio Quemado al presidente Evo Morales, pero no todo está perdido. Hay esperanza.
Frente a la espantosa amenaza, el Gobierno ha construido un búnker imaginario, casi una fortaleza que agrupa a todos los buenos de la película: patriotas y consecuentes que sacrificarán incluso la vida misma, en términos de la dirigente de las Bartolinas, Juanita Ancieta, por el país y el denominado "proceso de cambio”.
El "club de los pinochos”, "apátridas”, "conspiradores”, "gonistas” y "mentirosos” no se vienen con bromas, según el Gobierno son peligrosos y astutos que se disfrazan de ovejas para atraer a los votantes. "Es la misma derecha del pasado que se presenta disfrazada”, dijo Hugo Moldiz, uno de los estrategas de la campaña del Sí y exministro de Gobierno.
Para los oficialistas, los que promueven el No a la reforma del artículo 168 de la Constitución forman parte de las "fuerzas oscuras” que buscan acortar el mandato del presidente Morales en caso de que gane el No, en concepto del vicepresidente Álvaro García Linera.
No hay diferencias entre ellos, todos responden a sus líderes: el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, de su exministro Carlos Sánchez Berzaín, del exprefecto Manfred Reyes Villa, del líder de Unidad Nacional Samuel Doria Medina y de otros presuntos líderes de la campaña que rechaza la modificación constitucional.
La separación entre "buenos” y "malos” no es una estrategia política reciente en el partido oficialista, según el politólogo Gustavo Pedraza. En todos los procesos electorales, el MAS denunció que existen planes de conspiración inspirados o atribuidos al "imperio” norteamericano, "la derecha internacional” o un "plan global” que quiere anular a un "gobierno del pueblo”, en referencia al mandato del presidente Morales.
"(Si gana el No) van a buscar acortar el mandato del presidente que, por Constitución, por derecho y por votación popular, debería llegar al año 2019; consideramos que este es nuevo atentado contra la democracia, y que este intento de acortamiento del mandato del presidente Evo es el fondo real de este grupo de políticos de extrema derecha que están capitaneando la campaña por el No”, denunció García Linera la pasada semana.
El Vicepresidente advirtió que en realidad no se está ante una supuesta defensa de la Constitución, "no estamos ante una supuesta demanda de alternabilidad, el fondo de las fuerzas oscuras que quieren capitalizar la votación del No es interrumpir el proceso democrático, es limitar y recortar el mandato del Presidente, que está ahí por votación del pueblo”.
El origen del temor es una declaración del exprefecto de Cochabamba que ahora vive en Estados Unidos, Manfred Reyes Villa, de organizar un revocatorio si gana esa opción el 21 de febrero.
Reyes Villa, en 2008, desafió al Presidente a ir a un referendo revocatorio. El Jefe de Estado aceptó el reto y fue ratificado con un 67%, mientras el desafiador y el entonces prefecto de La Paz, José Luis Paredes, fueron revocados y tuvieron que dejar el poder.
El alcalde de La Paz y uno de los promotores de la campaña por el No a la reforma parcial de la Constitución, Luis Revilla, dice que en esta "campaña del terror” busca desorientar a la población respecto al objetivo del referendo del 21 de febrero.
"El debate debe centrarse en lo que realmente es la modificación de la Constitución. El debate no es si el Gobierno está bien o mal, tenemos cuatro años para evaluar; no estamos debatiendo si vuelven los neoliberales, porque Sánchez Berzaín no volverá a realizar campaña al país, volverá para enfrentar sus cuentas con la justicia y por lo tanto necesitamos concentrar la discusión en cuál es la necesidad de modificar el artículo 168 de la Constitución”.
Roberto de la Cruz, exasambleísta del MAS y otro de los promotores del No a la reforma constitucional, afirma que el Gobierno está utilizando la misma estrategia de los gobiernos de extrema derecha que tanto critica el oficialismo.
"Mienten al pueblo como siempre”, afirma y desafía a que el Gobierno se empeñe en la extradición de Sánchez de Lozada y sus colaboradores para que sean enjuiciados por la masacre de octubre de 2003.
El exministro Moldiz caracterizó a Sánchez Berzaín como el líder de los opositores, como Samuel Doria Medina, Rubén Costas, Jorge Quiroga y Félix Patzi, porque estas personalidades siguen el mismo "discursito” como la alternancia, dictadura y corrupción.
El presidente de la Cámara de Senadores, José Alberto Gonzales (MAS), ratificó que el Instituto Interamericano de la Democracia de Estados Unidos elaboró un supuesto plan estratégico para desestabilizar Bolivia y para debilitar al Gobierno de cara al referendo del 21 de febrero.
No obstante, los líderes de los colectivos ciudadanos descartan que esta estrategia política tenga frutos porque "el pueblo tiene memoria” y "al pueblo no se le puede tomar por idiota cultural”, afirma el Gobernador de La Paz, quien también hace campaña por el No.
A diferencia del búnker que aglutina a las fuerzas del Sí, las "fuerzas oscuras” tienen diferentes corrientes ideológicas, mensajes y rostros, y no logró articular una gran alianza política.
No se trata solamente de una consigna política, es uno de los puntales de la campaña oficialista por el Sí a la reforma parcial de la Constitución: "Fuerzas oscuras” se ciernen sobre Bolivia y quieren interrumpir el proceso democrático y quieren sacar del Palacio Quemado al presidente Evo Morales, pero no todo está perdido. Hay esperanza.
Frente a la espantosa amenaza, el Gobierno ha construido un búnker imaginario, casi una fortaleza que agrupa a todos los buenos de la película: patriotas y consecuentes que sacrificarán incluso la vida misma, en términos de la dirigente de las Bartolinas, Juanita Ancieta, por el país y el denominado "proceso de cambio”.
El "club de los pinochos”, "apátridas”, "conspiradores”, "gonistas” y "mentirosos” no se vienen con bromas, según el Gobierno son peligrosos y astutos que se disfrazan de ovejas para atraer a los votantes. "Es la misma derecha del pasado que se presenta disfrazada”, dijo Hugo Moldiz, uno de los estrategas de la campaña del Sí y exministro de Gobierno.
Para los oficialistas, los que promueven el No a la reforma del artículo 168 de la Constitución forman parte de las "fuerzas oscuras” que buscan acortar el mandato del presidente Morales en caso de que gane el No, en concepto del vicepresidente Álvaro García Linera.
No hay diferencias entre ellos, todos responden a sus líderes: el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada, de su exministro Carlos Sánchez Berzaín, del exprefecto Manfred Reyes Villa, del líder de Unidad Nacional Samuel Doria Medina y de otros presuntos líderes de la campaña que rechaza la modificación constitucional.
La separación entre "buenos” y "malos” no es una estrategia política reciente en el partido oficialista, según el politólogo Gustavo Pedraza. En todos los procesos electorales, el MAS denunció que existen planes de conspiración inspirados o atribuidos al "imperio” norteamericano, "la derecha internacional” o un "plan global” que quiere anular a un "gobierno del pueblo”, en referencia al mandato del presidente Morales.
"(Si gana el No) van a buscar acortar el mandato del presidente que, por Constitución, por derecho y por votación popular, debería llegar al año 2019; consideramos que este es nuevo atentado contra la democracia, y que este intento de acortamiento del mandato del presidente Evo es el fondo real de este grupo de políticos de extrema derecha que están capitaneando la campaña por el No”, denunció García Linera la pasada semana.
El Vicepresidente advirtió que en realidad no se está ante una supuesta defensa de la Constitución, "no estamos ante una supuesta demanda de alternabilidad, el fondo de las fuerzas oscuras que quieren capitalizar la votación del No es interrumpir el proceso democrático, es limitar y recortar el mandato del Presidente, que está ahí por votación del pueblo”.
El origen del temor es una declaración del exprefecto de Cochabamba que ahora vive en Estados Unidos, Manfred Reyes Villa, de organizar un revocatorio si gana esa opción el 21 de febrero.
Reyes Villa, en 2008, desafió al Presidente a ir a un referendo revocatorio. El Jefe de Estado aceptó el reto y fue ratificado con un 67%, mientras el desafiador y el entonces prefecto de La Paz, José Luis Paredes, fueron revocados y tuvieron que dejar el poder.
El alcalde de La Paz y uno de los promotores de la campaña por el No a la reforma parcial de la Constitución, Luis Revilla, dice que en esta "campaña del terror” busca desorientar a la población respecto al objetivo del referendo del 21 de febrero.
"El debate debe centrarse en lo que realmente es la modificación de la Constitución. El debate no es si el Gobierno está bien o mal, tenemos cuatro años para evaluar; no estamos debatiendo si vuelven los neoliberales, porque Sánchez Berzaín no volverá a realizar campaña al país, volverá para enfrentar sus cuentas con la justicia y por lo tanto necesitamos concentrar la discusión en cuál es la necesidad de modificar el artículo 168 de la Constitución”.
Roberto de la Cruz, exasambleísta del MAS y otro de los promotores del No a la reforma constitucional, afirma que el Gobierno está utilizando la misma estrategia de los gobiernos de extrema derecha que tanto critica el oficialismo.
"Mienten al pueblo como siempre”, afirma y desafía a que el Gobierno se empeñe en la extradición de Sánchez de Lozada y sus colaboradores para que sean enjuiciados por la masacre de octubre de 2003.
El exministro Moldiz caracterizó a Sánchez Berzaín como el líder de los opositores, como Samuel Doria Medina, Rubén Costas, Jorge Quiroga y Félix Patzi, porque estas personalidades siguen el mismo "discursito” como la alternancia, dictadura y corrupción.
El presidente de la Cámara de Senadores, José Alberto Gonzales (MAS), ratificó que el Instituto Interamericano de la Democracia de Estados Unidos elaboró un supuesto plan estratégico para desestabilizar Bolivia y para debilitar al Gobierno de cara al referendo del 21 de febrero.
No obstante, los líderes de los colectivos ciudadanos descartan que esta estrategia política tenga frutos porque "el pueblo tiene memoria” y "al pueblo no se le puede tomar por idiota cultural”, afirma el Gobernador de La Paz, quien también hace campaña por el No.
A diferencia del búnker que aglutina a las fuerzas del Sí, las "fuerzas oscuras” tienen diferentes corrientes ideológicas, mensajes y rostros, y no logró articular una gran alianza política.