El árbitro paró cuatro minutos el partido por cánticos racistas
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El problema de los cánticos y las pancartas discriminatorias en el fútbol italiano es noticia durante casi todas las jornadas de la Serie A. Este miércoles, el triste protagonismo tocó al estadio Olímpico de Roma: durante el partido entre Lazio y Nápoles, los tifosi biancocelesti entonaron varios cánticos discriminatorios hacia los napolitanos (“Vesubio lávalos con el fuego”) y también abucheos racistas cada vez que el defensa partenopeo Kalidou Koulibaly tocaba el balón.
El árbitro Massimiliano Irrati, en el 68', suspendió el enfrentamiento durante cuatro minutos esperando a que los hinchas pararan; sin embargo, cuando el juego se reanudó se volvieron a escuchar (aunque con menos fuerza) los mismos insultos y pitos, y el futbolista senegalés respondió pidiendo irónicamente a la hinchada rival que siguiera. Otro caso que causará mucho revuelo en los próximos días.
En cuanto al fútbo, el Nápoles defendió el liderato de la Serie A con otra contundente victoria, la séptima consecutiva (alcanzando el récord histórico del club, detenido por Ottavio Bianchi y Maradona desde el 1988): los partenopei tumbaron al Lazio a domicilio 2-0 con una actuación casi perfecta.
Los azzurri cerraron el partido en la primera media hora con un grandísimo José Maria Callejón: el exmadridista regaló a Higuaín la asistencia para su gol número 23 en 23 jornadas y poco después firmó el 2-0 con una preciosa vaselina tras un gran pase largo de Insigne, llegando a cuatro dianas en las últimas cuatro jornadas. A partir de entonces, los napolitanos gestionaron el ritmo de juego, haciéndose con el control de la pelota y dejando muy poco espacio a la reacción de los biancocelesti, que, ya mermados por las lesiones, poco antes del descanso también perdieron a Candreva, su hombre más peligroso, que fue sustituido por Keita.
En la segunda mitad pasó poco más, puesto que el acontecimiento más relevante fue la decisión de Irrati de suspender el enfrentamiento por el racismo de los hinchas locales. El Lazio tuvo alguna oportunidad para volver a meterse en el partido, pero la defensa partenopea, liderada por los españoles Reina, Albiol y un buen David López en la medular, concedió muy poco: al final, llegó otro merecido triunfo para el cuadro de Sarri, que el domingo recibirá al Carpi en San Paolo antes del histórico choque de Turín ante la Juve, que sigue acechando. Bajo el Vesuvio, sin embargo, la ilusión y las ganas de soñar aumentan cada jornada más.
El problema de los cánticos y las pancartas discriminatorias en el fútbol italiano es noticia durante casi todas las jornadas de la Serie A. Este miércoles, el triste protagonismo tocó al estadio Olímpico de Roma: durante el partido entre Lazio y Nápoles, los tifosi biancocelesti entonaron varios cánticos discriminatorios hacia los napolitanos (“Vesubio lávalos con el fuego”) y también abucheos racistas cada vez que el defensa partenopeo Kalidou Koulibaly tocaba el balón.
El árbitro Massimiliano Irrati, en el 68', suspendió el enfrentamiento durante cuatro minutos esperando a que los hinchas pararan; sin embargo, cuando el juego se reanudó se volvieron a escuchar (aunque con menos fuerza) los mismos insultos y pitos, y el futbolista senegalés respondió pidiendo irónicamente a la hinchada rival que siguiera. Otro caso que causará mucho revuelo en los próximos días.
En cuanto al fútbo, el Nápoles defendió el liderato de la Serie A con otra contundente victoria, la séptima consecutiva (alcanzando el récord histórico del club, detenido por Ottavio Bianchi y Maradona desde el 1988): los partenopei tumbaron al Lazio a domicilio 2-0 con una actuación casi perfecta.
Los azzurri cerraron el partido en la primera media hora con un grandísimo José Maria Callejón: el exmadridista regaló a Higuaín la asistencia para su gol número 23 en 23 jornadas y poco después firmó el 2-0 con una preciosa vaselina tras un gran pase largo de Insigne, llegando a cuatro dianas en las últimas cuatro jornadas. A partir de entonces, los napolitanos gestionaron el ritmo de juego, haciéndose con el control de la pelota y dejando muy poco espacio a la reacción de los biancocelesti, que, ya mermados por las lesiones, poco antes del descanso también perdieron a Candreva, su hombre más peligroso, que fue sustituido por Keita.
En la segunda mitad pasó poco más, puesto que el acontecimiento más relevante fue la decisión de Irrati de suspender el enfrentamiento por el racismo de los hinchas locales. El Lazio tuvo alguna oportunidad para volver a meterse en el partido, pero la defensa partenopea, liderada por los españoles Reina, Albiol y un buen David López en la medular, concedió muy poco: al final, llegó otro merecido triunfo para el cuadro de Sarri, que el domingo recibirá al Carpi en San Paolo antes del histórico choque de Turín ante la Juve, que sigue acechando. Bajo el Vesuvio, sin embargo, la ilusión y las ganas de soñar aumentan cada jornada más.