Abatida una palestina tras agredir a un soldado y un peatón
Jerusalén, AP
Una mujer palestina armada con un cuchillo atacó el sábado a un soldado israelí cerca de un enclave de Cisjordania sagrado tanto para judíos como para musulmanes, y le provocó heridas a su víctima y a un peatón palestino antes de ser baleada por efectivos del ejército israelí.
El incidente tuvo lugar en Hebrón, un punto candente en la oleada de violencia que dura ya cinco meses, y durante la cual ciudadanos palestinos han perpetrado ataques casi a diario, en su mayoría apuñalamientos.
El soldado sufrió heridas leves. Un palestino que intervino para intentar frenar a la atacante fue apuñalado y presenta heridas de más gravedad, explicó el ejército, agregando que fue trasladado a un hospital para recibir tratamiento.
Cerca de 850 colonos israelíes viven en enclaves en Hebrón, que están fuertemente custodiados, rodeados de decenas de miles de palestinos. Gran parte de las tensiones en la ciudad bíblica tienen su origen en un lugar conocido como la Tumba de los Patriarcas por los judíos, la mezquita Ibrahimi para los musulmanes.
Muchos de los atacantes palestinos en la última oleada de violencia proceden de la ciudad.
Más tarde el sábado, un palestino estrelló su vehículo contra un grupo de agentes policiales cerca de Jerusalén, dejando a tres heridos levemente en el incidente, dijo la vocera de la policía Luba Samri. Los agentes abrieron fuego e hirieron a tres palestinos en el vehículo, agregó. Los agentes estaban en una persecución luego de que vigilantes de la policía observaran a palestinos de Cisjordania cruzar la barrera de seguridad y entrar al vehículo.
Los ataques — apuñalamientos, balaceras y agresiones con autos — que se suceden desde mediados de septiembre se han cobrado la vida de 27 israelís. Al menos 157 palestinos fallecieron en este tiempo. La mayoría calificados como atacantes por Israel, murieron por fuego israelí.
Israel afirma que la violencia está alimentada por una campaña de incitación palestina. Los palestinos dicen que deriva de la desesperación por casi 50 años de ocupación.
Una mujer palestina armada con un cuchillo atacó el sábado a un soldado israelí cerca de un enclave de Cisjordania sagrado tanto para judíos como para musulmanes, y le provocó heridas a su víctima y a un peatón palestino antes de ser baleada por efectivos del ejército israelí.
El incidente tuvo lugar en Hebrón, un punto candente en la oleada de violencia que dura ya cinco meses, y durante la cual ciudadanos palestinos han perpetrado ataques casi a diario, en su mayoría apuñalamientos.
El soldado sufrió heridas leves. Un palestino que intervino para intentar frenar a la atacante fue apuñalado y presenta heridas de más gravedad, explicó el ejército, agregando que fue trasladado a un hospital para recibir tratamiento.
Cerca de 850 colonos israelíes viven en enclaves en Hebrón, que están fuertemente custodiados, rodeados de decenas de miles de palestinos. Gran parte de las tensiones en la ciudad bíblica tienen su origen en un lugar conocido como la Tumba de los Patriarcas por los judíos, la mezquita Ibrahimi para los musulmanes.
Muchos de los atacantes palestinos en la última oleada de violencia proceden de la ciudad.
Más tarde el sábado, un palestino estrelló su vehículo contra un grupo de agentes policiales cerca de Jerusalén, dejando a tres heridos levemente en el incidente, dijo la vocera de la policía Luba Samri. Los agentes abrieron fuego e hirieron a tres palestinos en el vehículo, agregó. Los agentes estaban en una persecución luego de que vigilantes de la policía observaran a palestinos de Cisjordania cruzar la barrera de seguridad y entrar al vehículo.
Los ataques — apuñalamientos, balaceras y agresiones con autos — que se suceden desde mediados de septiembre se han cobrado la vida de 27 israelís. Al menos 157 palestinos fallecieron en este tiempo. La mayoría calificados como atacantes por Israel, murieron por fuego israelí.
Israel afirma que la violencia está alimentada por una campaña de incitación palestina. Los palestinos dicen que deriva de la desesperación por casi 50 años de ocupación.