Sarri llamó "maricón" a Mancini y este dijo que era un "racista"

Milan, As
El Inter conquistó la semifinal de la Copa italiana superando al Nápoles 2-0 en el San Paolo: el equipo de Mancini, que disputó su típico partido atento sin crear mucho en ataque, firmó los dos tantos decisivos en la reanudación, y ahora se enfrentará al ganador del Lazio-Juventus de este miércoles. Ambos técnicos decidieron hacer rotaciones: Mancini dejó en el banquillo a Icardi, Brozovic y Murillo, mientras que Sarri renunció hasta a seis titulares (Higuaín, Insigne, Hamsik, Jorginho, Ghoulam y Albiol). En la primera mitad los locales tomaron las riendas del juego, aunque sufrieron una evidente falta de calidad en el mediocampo, donde se notó mucho la ausencia de Hamsik. Sin embargo, los azzurri lograron crear peligro con Mertens y Callejón, cuyos intentos fueron neutralizados por un Handanovic que sigue en estado de gracia.


El Inter, que no remató ni una vez a puerta en la primera mitad, siguió con la misma actitud en la reanudación: los nerazzurri dejaban jugar al Nápoles, intentando sin éxito hacer daño con el contragolpe. El plan de Sarri era sacar la artillería pesada (Hamsik, Higuaín e Insigne) en la segunda parte, aunque el plan se frustró por la lesión del español David López, que sufrió un codazo involuntario por parte de Perisic.

El técnico azzurro solo pudo sacar al eslovaco y al Pipita, mientras que el ex del Espanyol fue sustituido por Jorginho: mientras el equipo volvía a organizarse, no obstante, Medel logró recuperar un balón en el mediocampo y cedió a Jovetic, que con una preciosa rosca desde fuera del área batió a Reina. Era el segundo remate a puerta de los visitantes.

El Nápoles se volcó al ataque buscando el empate, que estuvo a un paso tras un cabezazo de Higuaín y un chut de Mertens neutralizado por Handanovic: el belga, poco después, acabó expulsado por doble amarilla tras haber intentado forzar un penalti, intento que para el árbitro supuso una simulación. En inferioridad numérica y totalmente desequilibrado, el equipo napolitano encajó el 0-2 en el 92' con un contragolpe finalizado por Ljajic. El tanto causó un rifirrafe entre los banquillos, con ambos técnicos expulsados y Mancini que confesó tras el pitido final: “Sarri es un racista que no puede estar en el mundo del fútbol. Me llamó maricón, tiene sesenta años y no puede portarse así”. Final muy triste para un partido intenso hasta el último minuto. Y más allá.
Sarri: “Pedí perdón, no me llaméis homófobo. Mancini dijo que soy un viejo gilipollas...”

El Nápoles-Inter de Copa Italia vivido esta noche no se recordará por el 2-0 de los nerazzurri. O, por lo menos, no solo por eso. Tras el segundo tanto de los visitantes, hubo un rifirrafe entre los banquillos y Roberto Mancini comentó así lo ocurrido a la Rai: "Sarri es un racista, hombres como él no pueden estar en el fútbol. Me levanté para criticar los 5 minutos de descuento y me gritó "maricón". Tiene sesenta años, no puede portarse así: esto cancela todo el partido, es una vergüenza. En el vestuario me pidió perdón, pero debería avergonzarse".

El entrenador partenopeo, por su parte, contó su versión en la sala de prensa: "Son cosas de campo, me enseñaron que cuando el árbitro pita el final se da un apretón de manos y allí se acaba todo. Bajo tensión puede pasar, pero pedí perdón y esto debía quedarse entre nosotros – comentó – Ahora se habla de homofobia, pero no lo acepto, tengo amigos homosexuales y si alguien se ofendió también le pido perdón. Fue la primera palabra que se me ocurrió, la próxima vez le llamaré 'democristiano'".

Sobre el encontrón con Mancini en los vestuarios, Sarri dijo: "No creo que aceptó mis disculpas, puesto que me llamó 'viejo gilipollas'. ¿Entonces él es racista hacia los viejos? No me espero una sanción larga, es una ofensa como muchas más...".

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