Primer gran título para Kerber, que derriba a Serena Williams


Melbourne, As
En Puszczykowo, Polonia, donde aún viven los abuelos de Angelique Kerber -su abuelo la inició en el tenis y allí pasa largas temporadas la misma tenista- hay un Centro de Tenis con el nombre de ‘Angie’ Kerber. “Y me consta que, por mi culpa, mi abuelo no ha dormido en las dos últimas semanas, durante todo este torneo de Australia”, dijo antes de la final la propia Angelique Kerber. Después de dos horas y 18 minutos de intensa, dramática final de Australia en el Rod Laver Arena, el abuelo de Kerber lo va a tener más difícil para dormir: con tanteo de 6-4, 3-6 y 6-4 ante Serena Williams, Angelique 'Angie' Kerber es la primera campeona alemana en Grand Slam desde Steffi Graf, en 1999. También, y gracias al título australiano, Kerber pasa a ser desde este mismo lunes la número dos del mundo, después de la propia Williams. "He hecho todo lo que he podido, pero todo en Kerber ha sido intensidad. No regalaba una sola bola y había que arrancarle cada cosa", resumió la propia Serena.


A base de piernas, fe y elasticidad blindadas, Kerber, la zurdita de Bremen hija de polacos, detuvo a Serena y sus servicios hasta a 196 km/h como si le pusiera minas magnéticas a un camión blindado 'Sherman'. Desde el 1-3 de salida, la movilidad y piernas de Kerber colocaban en un apuro tras otro a Serena Williams "No tengo nada que perder, la presión está con Serena", había insistido Angie antes del partido. "Cree en ti", le había mensajeado Steffi Graf, cuyos 22 títulos de Grand Slam hubiese igualado Serena de haber alcanzado el triunfo.

Pero Serena (animada por mensajes de Magic Johnson) no había jugado contra una zurda en todo el torneo y había estado sin entrenarse entre septiembre y diciembre de 2015. La pasmosa movilidad de la zurda Kerber, todo piernas, hizo jugar a Williams una bola extra tras otra. Dos 'breaks' en el primer set quebraron la confianza de Serena y Kerber se apuntó ese primer parcial en 39 minutos: 6-4, tras rebajar ahí hasta 38% el porcentaje de puntos ganados por Serena (Serena Williams...) con segundos saques. En ese set inicial, Williams la maestra del tenis directo, cometió 20 errores no (tan) forzados. Y Kerber, solo tres, mientras subía casi en diez puntos los porcentaje de restos sobre los saques de Serena en relación al resto del torneo.
En el segundo set, Williams encontró el rango y las crucetas. "Serena ajusta mejor los pasos", decía Kim Clijsters, pero en el set definitivo, Kerber volvió a escapar con 2-0 gracias a unas piernas hechas unas ballestas que la llevaban hasta cada bola y cada ángulo. Serena aullaba, pero se obcecaba en sus cargas directas y no atacaba el revés de Kerber, pese a soltar alguno de sus 47 golpes ganadores (Kerber, 25) hasta a 133 km/h.

Así, Kerber se marchó con 2-4 tras un juego/castigo de once minutos. Serena forzó el 4-4, pero con solo el 53% de primeros servicios en juego (y con solo 42% de puntos ganados con segundos saques), Kerber era una amenaza constante, una pared o muro ambulante que al fin forzó el fallo definitivo de Williams en una volea tras subida final a la desesperada: era el error no forzado número 46 de Serena Williams (por 13 de Kerber), que la condenaba a perder su primera final en Australia y la quinta en total de las 26 que ha jugado en Grand Slam. Ahora, Kerber ya puede congratularse con Steffi Graf. Y el abuelo de 'Angie' aún no podrá dormir tranquilo en Puszczykowo.

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