Polémica en Argentina por un decreto que permite derribar aviones del narco
Los grupos de izquierda señalan que es como un pena de muerte sin juicio. El Gobierno despliega todo tipo de iniciativas de emergencia para atacar el narcotráfico
Carlos E. Cué
Buenos Aires, El País
El Gobierno de Mauricio Macri tiene la lucha contra el narcotráfico como una de sus grandes prioridades. Argentina no está aún al nivel de países como México pero el crecimiento del narco y las muertes que acarrea es el gran asunto político de los últimos años, y hasta el Papa habló de "mexicanización" de Argentina. Macri ha decidido aprobar un decreto, por tanto de forma directa y de momento sin consenso político ni control parlamentario, en el que se establece la "emergencia de seguridad" durante un año y pone en marcha una serie de medidas drásticas para atajar el narcotráfico, que inquieta especialmente en los barrios y villas más pobres de las grandes ciudades, donde la violencia de las bandas prácticamente domina las calles e impide a los ciudadanos estar tranquilos. Los alrededores de Rosario, con más de 200 muertos al año, o Buenos Aires, están entre los más afectados. Pero entre las medidas aprobadas, una ha desatado una polémica importante: la autorización para derribar aviones de presuntos narcos en el aire. Para algunos grupos de izquierda no kirchneristas se trata de una "condena a muerte sin juicio previo" y critican que se haga un cambio tan profundo por decreto, sin negociación parlamentaria ni consenso.
La llamada "ley de derribo", esto es la posibilidad de que aviones militares disparen y abatan avionetas sospechosas, fue una de las grandes propuestas del opositor Sergio Massa durante la campaña electoral. Macri se llevó buena parte de los votos de Massa en la segunda vuelta y esa fue la clave para su victoria electoral. Ahora aplica algunas de sus propuestas estrella y viaja con él a Davos. Macri sueña con tener a Massa, más colaborador, como nuevo líder del peronismo, frente al grupo kirchnerista que rechaza todas las iniciativas del presidente.
El decreto es en sí polémico pero lo que más inquieta a los grupos de izquierda es el derribo de avionetas. En Argentina, un país inmenso (el octavo más grande del planeta, casi seis veces España) poco poblado (40 millones) y muy llano, es relativamente sencillo aterrizar en una pista improvisada en medio del campo y dejar allí el cargamento que proviene normalmente de Bolivia o Paraguay y antes de Perú. "Aprobar por decreto el derribo de aviones es un enorme error institucional que puede tener consecuencias irreversibles. Mucho peor sin debate", aseguró Margarita Stolbizer, respetada diputada de izquierda antikirchnerista que ha mantenido hasta ahora buenas relaciones con Macri. También la criticó Nicolás del Caño, diputado del Frente de Izquierda, que habló de "pena de muerte sin juicio previo".
En el mismo sentido llegaron las críticas del exministro de Defensa con Cristina Fernández de Kirchner Agustín Rossi: "Significa una pena de muerte sin juicio previo, porque nadie puede decir que si se derriba un avión los ocupantes pueden sobrevivir. La experiencia que hay en América latina no ayuda a tomar una decisión de esas características", aseguró en Radio La ocho tras recordar que en 2001 un grupo de misioneros norteamericanos que sobrevolaban el espacio aéreo peruano y fueron derribados. Muriendo tres de los cuatro ocupantes.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió la medida. "Cada vez que se detecte a una nave que no se quiere identificar, se le van a mandar dos alertas. Si sigue sin identificarse, se le envía un avión de la Fuerza Aérea, que le pide que aterrice y en caso de no aceptarlo y ser hostil, se utiliza una medida extrema", aseguró.
Otra medida polémica que empezará a tomar el Gobierno de Macri y que también había sido una propuesta de Massa, que hizo una campaña centrada en la mano dura, es la de que el Ejército entre en las villas más dominadas por el narco. "Vamos a ir entrando en aquellos lugares que consideramos que el poder está en manos del narcotráfico y no del Estado. Lo vamos a hacer de manera confidencial, son operaciones con información confidencial. Vamos ir entrando, ya estamos trabajando con los grandes distritos", aseguró Bullrich.
Carlos E. Cué
Buenos Aires, El País
El Gobierno de Mauricio Macri tiene la lucha contra el narcotráfico como una de sus grandes prioridades. Argentina no está aún al nivel de países como México pero el crecimiento del narco y las muertes que acarrea es el gran asunto político de los últimos años, y hasta el Papa habló de "mexicanización" de Argentina. Macri ha decidido aprobar un decreto, por tanto de forma directa y de momento sin consenso político ni control parlamentario, en el que se establece la "emergencia de seguridad" durante un año y pone en marcha una serie de medidas drásticas para atajar el narcotráfico, que inquieta especialmente en los barrios y villas más pobres de las grandes ciudades, donde la violencia de las bandas prácticamente domina las calles e impide a los ciudadanos estar tranquilos. Los alrededores de Rosario, con más de 200 muertos al año, o Buenos Aires, están entre los más afectados. Pero entre las medidas aprobadas, una ha desatado una polémica importante: la autorización para derribar aviones de presuntos narcos en el aire. Para algunos grupos de izquierda no kirchneristas se trata de una "condena a muerte sin juicio previo" y critican que se haga un cambio tan profundo por decreto, sin negociación parlamentaria ni consenso.
La llamada "ley de derribo", esto es la posibilidad de que aviones militares disparen y abatan avionetas sospechosas, fue una de las grandes propuestas del opositor Sergio Massa durante la campaña electoral. Macri se llevó buena parte de los votos de Massa en la segunda vuelta y esa fue la clave para su victoria electoral. Ahora aplica algunas de sus propuestas estrella y viaja con él a Davos. Macri sueña con tener a Massa, más colaborador, como nuevo líder del peronismo, frente al grupo kirchnerista que rechaza todas las iniciativas del presidente.
El decreto es en sí polémico pero lo que más inquieta a los grupos de izquierda es el derribo de avionetas. En Argentina, un país inmenso (el octavo más grande del planeta, casi seis veces España) poco poblado (40 millones) y muy llano, es relativamente sencillo aterrizar en una pista improvisada en medio del campo y dejar allí el cargamento que proviene normalmente de Bolivia o Paraguay y antes de Perú. "Aprobar por decreto el derribo de aviones es un enorme error institucional que puede tener consecuencias irreversibles. Mucho peor sin debate", aseguró Margarita Stolbizer, respetada diputada de izquierda antikirchnerista que ha mantenido hasta ahora buenas relaciones con Macri. También la criticó Nicolás del Caño, diputado del Frente de Izquierda, que habló de "pena de muerte sin juicio previo".
En el mismo sentido llegaron las críticas del exministro de Defensa con Cristina Fernández de Kirchner Agustín Rossi: "Significa una pena de muerte sin juicio previo, porque nadie puede decir que si se derriba un avión los ocupantes pueden sobrevivir. La experiencia que hay en América latina no ayuda a tomar una decisión de esas características", aseguró en Radio La ocho tras recordar que en 2001 un grupo de misioneros norteamericanos que sobrevolaban el espacio aéreo peruano y fueron derribados. Muriendo tres de los cuatro ocupantes.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió la medida. "Cada vez que se detecte a una nave que no se quiere identificar, se le van a mandar dos alertas. Si sigue sin identificarse, se le envía un avión de la Fuerza Aérea, que le pide que aterrice y en caso de no aceptarlo y ser hostil, se utiliza una medida extrema", aseguró.
Otra medida polémica que empezará a tomar el Gobierno de Macri y que también había sido una propuesta de Massa, que hizo una campaña centrada en la mano dura, es la de que el Ejército entre en las villas más dominadas por el narco. "Vamos a ir entrando en aquellos lugares que consideramos que el poder está en manos del narcotráfico y no del Estado. Lo vamos a hacer de manera confidencial, son operaciones con información confidencial. Vamos ir entrando, ya estamos trabajando con los grandes distritos", aseguró Bullrich.