Papa recibe informe sobre violencia, narcotráfico y desaparecidos en México
Vaticano, AFP
El papa Francisco recibió un informe completo sobre la situación de violencia, narcotráfico y desaparecidos en México, país que visitará del 12 al 28 de febrero próximo.
Según el diario italiano La Stampa, el informe fue entregado en diciembre pasado personalmente al pontífice argentino por el religioso mexicano Raúl Vera, obispo de Saltillo, capital del estado de Coahuila, cerca a la frontera con Estados Unidos, quien conoce de cerca los problemas de pobres y emigrantes.
El religioso trabajó además como obispo coadjutor en San Cristóbal de las Casas con el fallecido obispo Samuel Ruiz, defensor de los indígenas, a cuya tumba el papa podría rendir homenaje durante su visita el 15 de febrero a esa ciudad por su papel a favor del diálogo y la paz con la guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
El informe de Vera se basa en buena parte en las denuncias hechas por las víctimas y por organizaciones de defensa de los Derechos Humanos y recopila datos sobre el conmovedor caso de los 43 estudiantes asesinados en Iguala (sur de México)en septiembre de 2014.
Además del informe del obispo, el papa recibió una carta de los familiares de cientos de desaparecidos y de organizaciones civiles mexicanas en la que le piden una audiencia especial para que pueda conocer el rostro de las víctimas de la violencia que azota a esa nación.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch o Amnistía Internacional han denunciado que México vive una grave crisis de derechos humanos y, en octubre, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos recomendó al gobierno de relevar de las labores policiales de seguridad a los militares acusados de distintas agresiones a civiles.
Desde 2006, la escalada de violencia por la llamada guerra contra el narcotráfico ha dejado cerca de 26.000 desaparecidos y más de 80.000 muertos en México, según datos de las organizaciones.
El papa argentino, sumamente sensible a los asuntos sociales, escogió visitar lugares muy violentos y emblemáticos de los graves problemas de México, como Ciudad Juárez y Morelia, conocidas por los feminicidios y las disputas entre los cárteles de la droga.
Francisco, jesuita de formación, quien vivió los horrores de la dictadura argentina (1976-1983), desde que asumió el pontificado no ha tenido pelos en la lengua para condenar la violencia, la mafia y la corrupción y criticó el hecho de que se "combata pobremente" el narcotráfico, en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU pronunciado en septiembre pasado.
Según la prensa italiana el papa fue informado también del asesinato el 2 de enero por parte de un comando armado de la alcaldesa de Temixco, quien había asumido 24 horas atrás el cargo de burgomaestre, un crimen que conmocionó a México.
El papa Francisco recibió un informe completo sobre la situación de violencia, narcotráfico y desaparecidos en México, país que visitará del 12 al 28 de febrero próximo.
Según el diario italiano La Stampa, el informe fue entregado en diciembre pasado personalmente al pontífice argentino por el religioso mexicano Raúl Vera, obispo de Saltillo, capital del estado de Coahuila, cerca a la frontera con Estados Unidos, quien conoce de cerca los problemas de pobres y emigrantes.
El religioso trabajó además como obispo coadjutor en San Cristóbal de las Casas con el fallecido obispo Samuel Ruiz, defensor de los indígenas, a cuya tumba el papa podría rendir homenaje durante su visita el 15 de febrero a esa ciudad por su papel a favor del diálogo y la paz con la guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
El informe de Vera se basa en buena parte en las denuncias hechas por las víctimas y por organizaciones de defensa de los Derechos Humanos y recopila datos sobre el conmovedor caso de los 43 estudiantes asesinados en Iguala (sur de México)en septiembre de 2014.
Además del informe del obispo, el papa recibió una carta de los familiares de cientos de desaparecidos y de organizaciones civiles mexicanas en la que le piden una audiencia especial para que pueda conocer el rostro de las víctimas de la violencia que azota a esa nación.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch o Amnistía Internacional han denunciado que México vive una grave crisis de derechos humanos y, en octubre, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos recomendó al gobierno de relevar de las labores policiales de seguridad a los militares acusados de distintas agresiones a civiles.
Desde 2006, la escalada de violencia por la llamada guerra contra el narcotráfico ha dejado cerca de 26.000 desaparecidos y más de 80.000 muertos en México, según datos de las organizaciones.
El papa argentino, sumamente sensible a los asuntos sociales, escogió visitar lugares muy violentos y emblemáticos de los graves problemas de México, como Ciudad Juárez y Morelia, conocidas por los feminicidios y las disputas entre los cárteles de la droga.
Francisco, jesuita de formación, quien vivió los horrores de la dictadura argentina (1976-1983), desde que asumió el pontificado no ha tenido pelos en la lengua para condenar la violencia, la mafia y la corrupción y criticó el hecho de que se "combata pobremente" el narcotráfico, en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU pronunciado en septiembre pasado.
Según la prensa italiana el papa fue informado también del asesinato el 2 de enero por parte de un comando armado de la alcaldesa de Temixco, quien había asumido 24 horas atrás el cargo de burgomaestre, un crimen que conmocionó a México.