México y Argentina buscan tranquilizar a los inversores
Macri anuncia que el país volverá a estar supervisado por el FMI y Peña Nieto garantiza la continuidad de las reformas
Alicia González (Enviada Especial)
Davos (Suiza), El Pais
La situación de los mercados en el arranque de año ha puesto a los inversores en guardia y en posición de salida de muchos mercados emergentes, sobre todo aquellos en los que la política añade inestabilidad a un entorno de crecientes dificultades económicas. Y si lo que se busca es transmitir garantías a los inversores, nada mejor que el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Los presidentes de Argentina y México se han empleado a fondo en Davos para distanciarse de las turbulencias de la región.
“Los bajos precios del petróleo no van a retrasar, a limitar ni a frenar la reforma energética”, es el mensaje que Peña Nieto lanzó este viernes a la élite económica mundial reunida en la exclusiva estación suiza de Davos. Una vez aprobada la decisión histórica de abrir la industria del petróleo y del gas a la inversión extranjera, los avances continuarán independientemente de la evolución de los precios, por más que México se esté viendo notablemente perjudicada por la caída de la cotización del barril. En diciembre pasado, 51 compañías presentaron ofertas para operar en 25 campos petroleros “muy por encima las expectativas que teníamos”, admitió el mandatario. El proceso de subasta de nuevos bloques en aguas profundas ya está en marcha y arrancará en la segunda mitad del año. “Las compañías ya pueden acceder a los datos si están interesadas”, explicó Peña Nieto.
Su mensaje era exactamente el que querían oír los inversores. “El Gobierno está tratando de aprender cómo hacer que su oferta resulte más atractiva a los inversores y eso se ve en la evolución de las pujas a lo largo del año pasado, pero Peña Nieto tiene que dar garantías de que los cambios van a durar más allá de su mandato. Eso incentivará la llegada de inversión”, explicaba justo antes del arranque de la cumbre Carlos Pascual, analista de energía de la consultora de estrategia IHS.
En una charla ante el auditorio principal del Centro de Congresos, moderada por Moisés Naím, miembro distinguido del Carnegie Endowment for International Peace, Peña Nieto insistió en que el proceso de reformas va más allá del sector energético y que los cambios estructurales sobre las telecomunicaciones y los servicios financieros seguirán adelante como parte del proceso de blindaje contra la volatilidad de la economía global. El esfuerzo, dijo el presidente mexicano, empieza a dar resultados. La tasa de crédito doméstico sobre el PIB ha aumentado del 25% al 32% y espera que alcance el 40% al final de su mandato.
Peña Nieto aprovechó el viaje a Davos para mantener un encuentro con su homólogo argentino, Mauricio Macri, con quien pretende estrechar la fría relación que mantienen los dos países desde los años de mandato kirchnerista. “Ambos queremos construir una relación más productiva y más cercana, nuestro intercambio comercial es incomprensiblemente bajo”, admitió Macri después del encuentro. En el fondo, un mismo propósito les une en la localidad suiza: ofrecer garantías a los inversores y evitar que la salida de capitales que están sufriendo los países emergentes en su conjunto y, en especial, algunos de la región como Brasil o Colombia, arrastre a sus monedas y revierta los avances económicos.
Macri anunció este viernes que Argentina volverá a ser fiscalizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que supone que el organismo volverá a publicar el informe anual de la economía argentina —el denominado artículo IV— y que las estadísticas que publique desde ahora el país contarán con el visto bueno del Fondo. Un requisito imprescindible si lo que busca el Gobierno es recuperar el acceso a los mercados y a la financiación internacional. El encuentro con la directora del FMI, Christine Lagarde, no constaba en la agenda oficial de la delegación. “Hoy tuvimos una reunión con Lagarde y acordamos publicar el informe anual sobre la economía”, anunció el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay. “En realidad, se trata solo de dar transparencia al informe, porque el Fondo ha venido monitorizando al país, solo que el anterior Gobierno no publicaba los resultados”, insistió. Un extremo que fue confirmado hace meses por fuentes del organismo y que revelaría, según organismos privados, que la inflación supera el 20%. “Nos hemos comprometido a decir la verdad y ese es un paso muy importante”, recalcó el mandatario argentino.
“Queremos convocar al mundo a una nueva relación con nuestro país, que ofrece oportunidades gigantescas”, explicó Macri en un encuentro con periodistas. “Estamos preparados para volver a construir una relación productiva en todos los ámbitos, desde las energías renovables, a la lucha contra el tráfico de drogas, el turismo, la minería, el sector alimentario… Estamos abiertos a ofrecer toda la colaboración y buscar todas las fuentes que sean necesarias”, remató. El mensaje preferido por los hombres de Davos.
Alicia González (Enviada Especial)
Davos (Suiza), El Pais
La situación de los mercados en el arranque de año ha puesto a los inversores en guardia y en posición de salida de muchos mercados emergentes, sobre todo aquellos en los que la política añade inestabilidad a un entorno de crecientes dificultades económicas. Y si lo que se busca es transmitir garantías a los inversores, nada mejor que el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Los presidentes de Argentina y México se han empleado a fondo en Davos para distanciarse de las turbulencias de la región.
“Los bajos precios del petróleo no van a retrasar, a limitar ni a frenar la reforma energética”, es el mensaje que Peña Nieto lanzó este viernes a la élite económica mundial reunida en la exclusiva estación suiza de Davos. Una vez aprobada la decisión histórica de abrir la industria del petróleo y del gas a la inversión extranjera, los avances continuarán independientemente de la evolución de los precios, por más que México se esté viendo notablemente perjudicada por la caída de la cotización del barril. En diciembre pasado, 51 compañías presentaron ofertas para operar en 25 campos petroleros “muy por encima las expectativas que teníamos”, admitió el mandatario. El proceso de subasta de nuevos bloques en aguas profundas ya está en marcha y arrancará en la segunda mitad del año. “Las compañías ya pueden acceder a los datos si están interesadas”, explicó Peña Nieto.
Su mensaje era exactamente el que querían oír los inversores. “El Gobierno está tratando de aprender cómo hacer que su oferta resulte más atractiva a los inversores y eso se ve en la evolución de las pujas a lo largo del año pasado, pero Peña Nieto tiene que dar garantías de que los cambios van a durar más allá de su mandato. Eso incentivará la llegada de inversión”, explicaba justo antes del arranque de la cumbre Carlos Pascual, analista de energía de la consultora de estrategia IHS.
En una charla ante el auditorio principal del Centro de Congresos, moderada por Moisés Naím, miembro distinguido del Carnegie Endowment for International Peace, Peña Nieto insistió en que el proceso de reformas va más allá del sector energético y que los cambios estructurales sobre las telecomunicaciones y los servicios financieros seguirán adelante como parte del proceso de blindaje contra la volatilidad de la economía global. El esfuerzo, dijo el presidente mexicano, empieza a dar resultados. La tasa de crédito doméstico sobre el PIB ha aumentado del 25% al 32% y espera que alcance el 40% al final de su mandato.
Peña Nieto aprovechó el viaje a Davos para mantener un encuentro con su homólogo argentino, Mauricio Macri, con quien pretende estrechar la fría relación que mantienen los dos países desde los años de mandato kirchnerista. “Ambos queremos construir una relación más productiva y más cercana, nuestro intercambio comercial es incomprensiblemente bajo”, admitió Macri después del encuentro. En el fondo, un mismo propósito les une en la localidad suiza: ofrecer garantías a los inversores y evitar que la salida de capitales que están sufriendo los países emergentes en su conjunto y, en especial, algunos de la región como Brasil o Colombia, arrastre a sus monedas y revierta los avances económicos.
Macri anunció este viernes que Argentina volverá a ser fiscalizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que supone que el organismo volverá a publicar el informe anual de la economía argentina —el denominado artículo IV— y que las estadísticas que publique desde ahora el país contarán con el visto bueno del Fondo. Un requisito imprescindible si lo que busca el Gobierno es recuperar el acceso a los mercados y a la financiación internacional. El encuentro con la directora del FMI, Christine Lagarde, no constaba en la agenda oficial de la delegación. “Hoy tuvimos una reunión con Lagarde y acordamos publicar el informe anual sobre la economía”, anunció el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay. “En realidad, se trata solo de dar transparencia al informe, porque el Fondo ha venido monitorizando al país, solo que el anterior Gobierno no publicaba los resultados”, insistió. Un extremo que fue confirmado hace meses por fuentes del organismo y que revelaría, según organismos privados, que la inflación supera el 20%. “Nos hemos comprometido a decir la verdad y ese es un paso muy importante”, recalcó el mandatario argentino.
“Queremos convocar al mundo a una nueva relación con nuestro país, que ofrece oportunidades gigantescas”, explicó Macri en un encuentro con periodistas. “Estamos preparados para volver a construir una relación productiva en todos los ámbitos, desde las energías renovables, a la lucha contra el tráfico de drogas, el turismo, la minería, el sector alimentario… Estamos abiertos a ofrecer toda la colaboración y buscar todas las fuentes que sean necesarias”, remató. El mensaje preferido por los hombres de Davos.