La extensión de ataques machistas a otras ciudades alarma a Alemania
Además de Colonia y Hamburgo, media docena de localidades registran denuncias
Luis Doncel
Berlín, El País
Una semana después de los ataques masivos a mujeres en Nochevieja, Alemania busca respuestas a unos sucesos que han conmocionado a todo el país. ¿Cómo es posible que la policía permitiera más de un centenar de agresiones y robos a pocos metros de la Catedral de Colonia, uno de los lugares más visitados de Alemania, especialmente cuando los asaltos ya habían comenzado antes de la medianoche? ¿Cómo se organizó el encuentro que reunió a unos mil hombres jóvenes de apariencia “árabe o norteafricana”, según la descripción de la policía? Otra pregunta va cobrando fuerza: ¿Cómo se explica que ataques parecidos, aunque de menor escala, ocurrieran al mismo tiempo en otras ciudades del país?
El goteo de denuncias por los horribles sucesos de Colonia va aumentando. Ya supera las 120, entre ellas dos violaciones. En Hamburgo también se han registrado medio centenar de denuncias, la mayoría relacionadas con agresiones sexuales. Pero además de lo ocurrido en estas dos ciudades, poco a poco se van conociendo casos similares en otros lugares.
Unos 150 hombres importunaron y besaron a varias mujeres en Bielefeld, una ciudad de más de 300.000 habitantes al oeste del país. La policía de Berlín ha confirmado la detención de dos hombres –procedentes de Irak y de Pakistán- sospechosos de haber abusado de dos mujeres en las cercanías de la puerta de Brandeburgo. Una turista también denunció el acoso al que le sometió un grupo de entre tres y cinco hombres. Sucesos parecidos han ocurrido en ciudades como Stuttgart, Fráncfort o Düsseldorf. Una pareja de homosexuales y un travesti también denunciaron ataques homófobos en Friburgo.
Alemania se pregunta cómo hacer frente a estos ataques sin estigmatizar a toda la comunidad árabe y norteafricana que vive en el país. El Gobierno ha insistido en los últimos meses en que el índice de criminalidad entre los refugiados –principalmente hombres jóvenes- no es superior al de los alemanes de su edad y sexo. La policía recuerda, además, que no hay pruebas de que los atacantes de Colonia fueran refugiados
Pese a todo ello, las noticias de las agresiones han caído como una bomba en un país que el año pasado recibió a 1,1 millones de solicitantes de asilo. "Señora Merkel, ¿dónde está usted? ¿Qué hace usted? Esto da miedo", se podía leer en el cartel que llevaba una mujer en una protesta organizada el pasado martes en Colonia. Por lo pronto, la propuesta de los democristianos de Angela Merkel de agilizar las expulsiones de aquellos refugiados que cometan delitos ha entrado con fuerza en el debate político.
La policía de Colonia ha identificado a 16 sospechosos. Las autoridades no conocen sus nombres, pero sí aseguran disponer de grabaciones en las que se les reconocen claramente. Mientras las investigaciones continúan, la policía de Colonia y el Gobierno regional reciben cada vez más críticas por su gestión de la crisis. Un informe interno al que ha tenido acceso Der Spiegel online y el Bild describe la noche de los sucesos como un caos en el que abundaban las mujeres y chicas llorosas y aterrorizadas, en el que las autoridades perdieron el control de la situación. “Pudo haber muertos”, asegura el policía que escribió el informe filtrado a la prensa.
Luis Doncel
Berlín, El País
Una semana después de los ataques masivos a mujeres en Nochevieja, Alemania busca respuestas a unos sucesos que han conmocionado a todo el país. ¿Cómo es posible que la policía permitiera más de un centenar de agresiones y robos a pocos metros de la Catedral de Colonia, uno de los lugares más visitados de Alemania, especialmente cuando los asaltos ya habían comenzado antes de la medianoche? ¿Cómo se organizó el encuentro que reunió a unos mil hombres jóvenes de apariencia “árabe o norteafricana”, según la descripción de la policía? Otra pregunta va cobrando fuerza: ¿Cómo se explica que ataques parecidos, aunque de menor escala, ocurrieran al mismo tiempo en otras ciudades del país?
El goteo de denuncias por los horribles sucesos de Colonia va aumentando. Ya supera las 120, entre ellas dos violaciones. En Hamburgo también se han registrado medio centenar de denuncias, la mayoría relacionadas con agresiones sexuales. Pero además de lo ocurrido en estas dos ciudades, poco a poco se van conociendo casos similares en otros lugares.
Unos 150 hombres importunaron y besaron a varias mujeres en Bielefeld, una ciudad de más de 300.000 habitantes al oeste del país. La policía de Berlín ha confirmado la detención de dos hombres –procedentes de Irak y de Pakistán- sospechosos de haber abusado de dos mujeres en las cercanías de la puerta de Brandeburgo. Una turista también denunció el acoso al que le sometió un grupo de entre tres y cinco hombres. Sucesos parecidos han ocurrido en ciudades como Stuttgart, Fráncfort o Düsseldorf. Una pareja de homosexuales y un travesti también denunciaron ataques homófobos en Friburgo.
Alemania se pregunta cómo hacer frente a estos ataques sin estigmatizar a toda la comunidad árabe y norteafricana que vive en el país. El Gobierno ha insistido en los últimos meses en que el índice de criminalidad entre los refugiados –principalmente hombres jóvenes- no es superior al de los alemanes de su edad y sexo. La policía recuerda, además, que no hay pruebas de que los atacantes de Colonia fueran refugiados
Pese a todo ello, las noticias de las agresiones han caído como una bomba en un país que el año pasado recibió a 1,1 millones de solicitantes de asilo. "Señora Merkel, ¿dónde está usted? ¿Qué hace usted? Esto da miedo", se podía leer en el cartel que llevaba una mujer en una protesta organizada el pasado martes en Colonia. Por lo pronto, la propuesta de los democristianos de Angela Merkel de agilizar las expulsiones de aquellos refugiados que cometan delitos ha entrado con fuerza en el debate político.
La policía de Colonia ha identificado a 16 sospechosos. Las autoridades no conocen sus nombres, pero sí aseguran disponer de grabaciones en las que se les reconocen claramente. Mientras las investigaciones continúan, la policía de Colonia y el Gobierno regional reciben cada vez más críticas por su gestión de la crisis. Un informe interno al que ha tenido acceso Der Spiegel online y el Bild describe la noche de los sucesos como un caos en el que abundaban las mujeres y chicas llorosas y aterrorizadas, en el que las autoridades perdieron el control de la situación. “Pudo haber muertos”, asegura el policía que escribió el informe filtrado a la prensa.