La esposa de El Chapo, una reina de belleza bajo sospecha
Clarín
Cuando en 2014 el equipo de elite de los marinos mexicanos detuvo a Joaquín El Chapo Guzmán en el condominio Suites Miramar del balneario Mazatlán, se encontraba junto a él su tercera esposa, la escultural Emma Coronel Aispuro, una ex reina de belleza de sólo 24 años. En otro cuarto, con la niñera, estaban las hijas gemelas de ambos, de dos años. Tanto Emma como sus dos hijas quedaron en libertad, ya que las fuerzas de seguridad mexicana y la DEA estadounidense no tenían a la mujer en la lista de sospechosos. La había conocido en 2006 cuando ella ganó el concurso de belleza Miss Café y la Guayaba, en Durango, estado que junto a Sinaloa y Chihuahua componen el triángulo dorado del narcotráfico.
En ese momento ella era menor de edad, pero al año siguiente, cuando cumplió los 18, se formalizó la relación con una gran fiesta de casamiento en la cual el jefe del Cartel de Sinaloa gastó unos cinco millones de dólares. Emma nació en Estados Unidos, pero pasó casi toda su vida en México. No era ajena al negocio de las drogas. Su familia ya tenía fuertes vínculos con los carteles de la región. El tío de la joven, Ignacio Nacho Coronel, era un socio menor de El Chapo que murió durante un enfrentamiento con el Ejército en 2010. Y su padre, Inés (tal su nombre) Coronel Barrera, era productores de marihuana y amapola. Fue detenido en abril del año pasado, lo que significó un fuerte golpe para la familia.
Luego de la fuga del capo narco en julio pasado, la pista para entender qué ocurrió en la cárcel de El Altiplano volvió a ser esta joven reina de belleza. Ella era una de las pocas personas a las que les permitían visitarlo en la prisión de máxima seguridad, cerca del DF. Y se especuló con que podría haberlo ayudado a escapar de la cárcel a través del ya famoso túnel. Emma Coronel fue llamada a declarar. Pero recientemente presentó dos solicitudes de amparo ante juzgados federales de Toluca para evitar ser detenida y presentada ante la Procuraduría General de la República. Con El Chapo nuevamente en prisión, habrá que ver si vuelve a ser una de sus visitas frecuentes.
Cuando en 2014 el equipo de elite de los marinos mexicanos detuvo a Joaquín El Chapo Guzmán en el condominio Suites Miramar del balneario Mazatlán, se encontraba junto a él su tercera esposa, la escultural Emma Coronel Aispuro, una ex reina de belleza de sólo 24 años. En otro cuarto, con la niñera, estaban las hijas gemelas de ambos, de dos años. Tanto Emma como sus dos hijas quedaron en libertad, ya que las fuerzas de seguridad mexicana y la DEA estadounidense no tenían a la mujer en la lista de sospechosos. La había conocido en 2006 cuando ella ganó el concurso de belleza Miss Café y la Guayaba, en Durango, estado que junto a Sinaloa y Chihuahua componen el triángulo dorado del narcotráfico.
En ese momento ella era menor de edad, pero al año siguiente, cuando cumplió los 18, se formalizó la relación con una gran fiesta de casamiento en la cual el jefe del Cartel de Sinaloa gastó unos cinco millones de dólares. Emma nació en Estados Unidos, pero pasó casi toda su vida en México. No era ajena al negocio de las drogas. Su familia ya tenía fuertes vínculos con los carteles de la región. El tío de la joven, Ignacio Nacho Coronel, era un socio menor de El Chapo que murió durante un enfrentamiento con el Ejército en 2010. Y su padre, Inés (tal su nombre) Coronel Barrera, era productores de marihuana y amapola. Fue detenido en abril del año pasado, lo que significó un fuerte golpe para la familia.
Luego de la fuga del capo narco en julio pasado, la pista para entender qué ocurrió en la cárcel de El Altiplano volvió a ser esta joven reina de belleza. Ella era una de las pocas personas a las que les permitían visitarlo en la prisión de máxima seguridad, cerca del DF. Y se especuló con que podría haberlo ayudado a escapar de la cárcel a través del ya famoso túnel. Emma Coronel fue llamada a declarar. Pero recientemente presentó dos solicitudes de amparo ante juzgados federales de Toluca para evitar ser detenida y presentada ante la Procuraduría General de la República. Con El Chapo nuevamente en prisión, habrá que ver si vuelve a ser una de sus visitas frecuentes.