La alcaldesa de Colonia, de heroína a blanco de las críticas
Políticos e internautas atacan a Reker por recomendar a las mujeres guardar distancias con los desconocidos
Luis Doncel
Berlín, El País
La alcaldesa de Colonia, la independiente Henriette Reker, ha pasado en tres meses de ser un símbolo de resistencia nacional frente al terror ultra a ser vilipendiada en las redes sociales. Reker, una jurista que había destacado por su defensa de los refugiados, partía como favorita con el apoyo de democristianos, verdes y liberales en las elecciones del pasado 18 de octubre para la Alcaldía de la cuarta mayor ciudad de Alemania. Un día antes de los comicios, un fanático con vínculos nazis la apuñaló en el cuello. Pese al atentado y a la complicada operación de tráquea a la que se sometió Reker, la cita electoral se mantuvo. Desde el hospital, ganó las elecciones con un 51% de los votos.
Las cosas han cambiado desde entonces. La alcaldesa comparecía el martes tras un gabinete de crisis que abordó las agresiones a mujeres en la Nochevieja que han horrorizado a Alemania. Pretendía transmitir un mensaje de firmeza y de defensa del Estado de derecho frente a la violencia machista, pero el resultado fue todo menos el esperado. Reker tuvo la mala pata de responder a la pregunta que una periodista le hizo sobre medidas de prevención. Y la política mencionó algunos consejos genéricos, como el de mantener cierta distancia de “personas con las que no hay una relación de confianza”.
Las redes sociales ardieron. En Twitter triunfaba el hashtag #EineArmlaenge ("una longitud de un brazo"), que es la distancia frente a los desconocidos que recomendó Reker como medida de prevención. A través de Twitter le respondió el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas. “Las mujeres no son las responsables, sino los autores”, escribió. “Los tiempos en los que las mujeres no podíamos movernos con libertad, en los que no podíamos llevar minifalda, han pasado”, añadió la titular de Familia y Mujer, la también socialdemócrata Manuela Schwesig.
Como recuerda el periódico Süddeutsche Zeitung, los consejos de Reker son muy parecidos a los que suelen dar expertos en prevención, organizaciones en contra de la violencia contra las mujeres y la policía. Pero las palabras de la alcaldesa llegan en un momento en el que país se encuentra en estado de shock por unos hechos gravísimos, y en los que se pregunta cómo conjugar la willkommenskultur (cultura de la bienvenida) de la que Alemania ha hecho gala en los últimos meses con el mantenimiento de un principio irrenunciable: la igualdad entre hombres y mujeres.
Tras la tormenta, Reker se ha defendido. "A través de la información resumida de algunos medios, se ha transmitido la sensación de que mis propuesta de prevención se limitaban a las mujeres y a las chicas", dijo el miércoles. "No se trata en absoluto de eso", zanjó.
Luis Doncel
Berlín, El País
La alcaldesa de Colonia, la independiente Henriette Reker, ha pasado en tres meses de ser un símbolo de resistencia nacional frente al terror ultra a ser vilipendiada en las redes sociales. Reker, una jurista que había destacado por su defensa de los refugiados, partía como favorita con el apoyo de democristianos, verdes y liberales en las elecciones del pasado 18 de octubre para la Alcaldía de la cuarta mayor ciudad de Alemania. Un día antes de los comicios, un fanático con vínculos nazis la apuñaló en el cuello. Pese al atentado y a la complicada operación de tráquea a la que se sometió Reker, la cita electoral se mantuvo. Desde el hospital, ganó las elecciones con un 51% de los votos.
Las cosas han cambiado desde entonces. La alcaldesa comparecía el martes tras un gabinete de crisis que abordó las agresiones a mujeres en la Nochevieja que han horrorizado a Alemania. Pretendía transmitir un mensaje de firmeza y de defensa del Estado de derecho frente a la violencia machista, pero el resultado fue todo menos el esperado. Reker tuvo la mala pata de responder a la pregunta que una periodista le hizo sobre medidas de prevención. Y la política mencionó algunos consejos genéricos, como el de mantener cierta distancia de “personas con las que no hay una relación de confianza”.
Las redes sociales ardieron. En Twitter triunfaba el hashtag #EineArmlaenge ("una longitud de un brazo"), que es la distancia frente a los desconocidos que recomendó Reker como medida de prevención. A través de Twitter le respondió el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas. “Las mujeres no son las responsables, sino los autores”, escribió. “Los tiempos en los que las mujeres no podíamos movernos con libertad, en los que no podíamos llevar minifalda, han pasado”, añadió la titular de Familia y Mujer, la también socialdemócrata Manuela Schwesig.
Como recuerda el periódico Süddeutsche Zeitung, los consejos de Reker son muy parecidos a los que suelen dar expertos en prevención, organizaciones en contra de la violencia contra las mujeres y la policía. Pero las palabras de la alcaldesa llegan en un momento en el que país se encuentra en estado de shock por unos hechos gravísimos, y en los que se pregunta cómo conjugar la willkommenskultur (cultura de la bienvenida) de la que Alemania ha hecho gala en los últimos meses con el mantenimiento de un principio irrenunciable: la igualdad entre hombres y mujeres.
Tras la tormenta, Reker se ha defendido. "A través de la información resumida de algunos medios, se ha transmitido la sensación de que mis propuesta de prevención se limitaban a las mujeres y a las chicas", dijo el miércoles. "No se trata en absoluto de eso", zanjó.