Kate del Castillo, musa del narco

La actriz mexicana comenzó su carrera como protagonista de telenovelas. Se mudó a EE UU en búsqueda de nuevos horizontes y ahora está en el ojo del huracán por su relación con El Chapo


Andrea Morales Polanco
Madrid, El País
Jamás su nombre había aparecido en tantos medios de comunicación en un mismo día. El domingo 10 de enero Kate del Castillo (México DF, 1972) por fin atravesaba las fronteras de América. Su nombre, junto al de Sean Penn, copaban los titulares del mundo. Fue ella quien gestionó la famosa entrevista que el actor de 55 años le realizó a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, el mayor narcotraficante vivo de esta época.


La actriz que podría ser la imagen de todos los tópicos de México: amante del tequila, los mariachis, los tacos y el Tri (como se conoce a la selección de fútbol), también habla de política. Ha arremetido públicamente contra al gobierno de Enrique Peña Nieto, y cuestionado a la Iglesia como institución, algo poco usual en una sociedad aún conservadora como la mexicana. La intérprete que en 2012 publicó un tuit en el que además de asegurar que no creía en el matrimonio (ha estado casada dos veces), la monogamia, el Vaticano o los políticos, enviaba un mensaje a El Chapo. Le pedía que traficara con el bien, con el amor. Dos años después del escandaloso tuit los abogados del capo del cártel de Sinaloa se comunicaron con ella y le pidieron que llevara a la pantalla grande la vida de Guzmán Loera. Del Castillo finalmente dejó de ser la cara bonita de las novelas de amor.

Lo de la interpretación lo lleva en la sangre. Hija del también actor Eric del Castillo, uno de los mayores exponentes del cine de oro mexicano, y de Kate Trillo, comenzó sus andanzas en 1980, pero no fue hasta su participación en el melodrama juvenil Muchachitas en 1991 que su carrera como actriz empezó a cobrar forma. Su apellido le abrió las puertas de Televisa, pero su preparacióny dedicación la consolidaron como intérprete de telenovela. Su suerte, ser siempre la protagonista. Alejandra, en Azul (1996); Verónica, en La mentira (1998); Ramona, en Ramona (2000); o María Elena del Junco, en El derecho de nacer (2001), son solo algunos de los personajes a los que Kate dio vida y que entraron noche tras noche a los hogares de miles de latinoamericanos que para ese momento ya la consideraban una actriz consagrada.

Sin embargo, el deseo por abandonar el papel de niña buena en el que la televisión mexicana la tenía encasillada, decidió en 2002 aventurarse a Los Ángeles —en septiembre de 2015 obtuvo la ciudadaní estadounidense—. “Me aburrí de ser la protagonista. Quería hacer cine, tener nuevos papeles”, confesaba la intérprete en una entrevista en 2012 a la periodista Adela Micha. Pero, también quería olvidar su polémico divorcio con el exjugador de fútbol Luis García. La ruptura que estuvo empañada por rumores de violencia de género fue la comidilla de la prensa del corazón. “Necesitaba alejarme de todo. Los medios de comunicación estaban todo el tiempo acechándome. Era una situación muy dura”, dijo en su momento. Así que “con dos maletas en mano”, del Castillo se afincó en California. American Visa, Weeds y Ciudad del Silencio (compartió escenas con Antonio Banderas) fueron algunos de los primeros proyectos que llegaron en esta nueva etapa. Tras el fracaso con Luis García, del Castillo mantuvo una larga relación con Demián Bichir, —nominado a un Oscar por su personaje en la cinta Una vida mejor—. Más tarde, en 2009, se volvió a casar. Esta vez, con el también mexicano Aaron Díaz, 10 años menor que ella. “Jamás he creído que firmar un papel sea un símbolo de amor. Pero a nuestras familias les daba ilusión la boda, por eso me volví a casar”, se excusó del Castillo, quien se divorció tres años después de Díaz.

El punto de inflexión en su carrera llegó en 2011 de la mano de Teresa Mendoza —personaje creado por Arturo Pérez Reverte para la novela La reina del sur que salió publicada en 2002—. “Nos parecemos mucho. Las dos somos muy protectoras”, confesaba. Aunque al contrario de Teresa, ella "no podría vivir en un ambiente como el narco". El éxito de la telenovela en Estados Unidos y Latinoamérica fue abrumador. Incluso Pérez Reverte le aseguró que nadie habría interpretado el papel como ella. “Tú eres mi Teresa”, le dijo. Hasta entonces la telenovela había sido el único vínculo de Kate con el mundo del narcotráfico. Pero aquel tuit que envió en 2012 tuvo sus frutos. El capo del cártel de buscó a Kate y le pidió que contará en una película su historia. Hoy hay quien asegura que el delincuente no solo confió en ella, también se enamoró. “Eres lo mejor de este mundo. Te cuidaré más que a mis ojos”, le llegó a decir por mensaje cifrado a la actriz, según unas conversaciones reveladas en Milenio. Quizá fue esa pasión la que también logró la tercera captura de Joaquín Guzmán Loera. La Procuraduría General de la República señaló como una pieza clave en esa detención la relación entre el narco y la actriz.

Kate la mujer que no se calla nada, ahora guarda silencio. Su cuenta en Twitter —con más de 2 millones de seguidores— únicamente tiene mensajes de agradecimiento a sus fans que, además de admirar su belleza y talento, ahora respaldan su nuevo negocio su propia marca de Tequila, Honor.

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