Hollywood resta importancia a la entrevista de Penn con El Chapo

La industria del cine, reunida en torno a los Globos de Oro, ofrece su visión del asunto, respetuosa con el actor y a ratos cómica

Pablo Ximénez de Sandoval
Los Ángeles, El País
Ricky Gervais subió al escenario de los Globos de Oro el pasado domingo y, después de insultar al respetable, su primer chiste fue: “Voy a soltar este monólogo y luego me voy a esconder. Ni siquiera Sean Penn me va a encontrar”. Sobre las risas de los presentes añadió: “Chivato”.


Habían pasado 48 horas desde la noticia de que el mayor narcotraficante del mundo, Joaquín Guzmán El Chapo, había sido detenido en México. El pasado sábado, la revista Rolling Stone publicó una foto del actor Sean Penn con El Chapo y un texto en el que este aseguraba haberse entrevistado con el narco por mediación de la actriz mexicana Kate del Castillo. El domingo, cuando la élite de Hollywood se reunió para tomar algo y darse unos premios como suele hacer por estas fechas, fue la ocasión perfecta para medir el impacto de esta extraña mezcla de estrellas, narcos, seudoperiodismo y vanidad.

Lo que emergió de las opiniones que allí se escucharon es que a Hollywood le divierte bastante este tipo de cosas. El más elocuente y el que dio más explicaciones fue el actor Matt Damon. Estas fueron sus palabras en la sala de prensa, con su Globo de Oro en la mano por Marte: “No la he leído aún (la entrevista). Lo tengo en el teléfono. Soy suscriptor de Rolling Stone, lo leeré esta noche en el avión. Mire, no es nada nuevo que los actores vayan en busca de encuentros como estos. No quiero señalar a ninguno, pero conozco a muchos intérpretes y cineastas serios que han tenido encuentros como estos toda la vida. Y escritores, claro. Y es parte de lo que hacemos para hacer bien nuestro trabajo. De alguna forma, Sean pensó que tenía un público. Estoy seguro de que buscaba algo creativo y que pensó que tenía un valor”.

Casualmente, el director de Marte es Ridley Scott y también se llevó un premio. Cuando compareció en la sala de prensa todo el mundo tenía en mente que el pasado verano anunció su intención de dirigir una cinta que se titularía El cártel basada en un libro del mismo nombre sobre la guerra contra las drogas escrito por Don Winslow y en el que sale El Chapo. La pregunta de si pensaba seguir adelante estaba servida. La respuesta fue esta: “¿El Chapo? ¿Lo dice porque lo detuvieron ayer? Es interesante y relevante, pero el libro engloba más que eso. Es verdaderamente la pieza más importante de todo el asunto así que es fascinante, como El Padrino de ese mundo”.

Si alguien está interesado en saber qué opinan los mexicanos de Hollywood sobre este asunto tendrá que esperar. El triunfador de la noche, Alejandro González Iñárritu, no dio ni opción a que le preguntaran. Leonardo DiCaprio, a su lado, dijo a la prensa con una sonrisa impecable que no había leído la entrevista porque no estaba publicada aún e Iñárritu se apuntó a esa fórmula. El actor Gael García Bernal o la actriz Ana de la Reguera rechazaron prudentemente comentar el asunto porque es complicado y no disponen de suficiente información.

Otros se cebaron en la innegable parte cómica de todo esto, pero siempre sin criticar a Penn. Lena Dunham y Julia Louis-Dreyfus intercambiaron tuits riéndose de la gran labor de los actores contra el crimen. El cómico Billy Eichner dijo: “Cuando has salido con Charlize Theron solo puedes recuperarte con El Chapo”. La de Chris Rock es esta: “El Chapo, enviado a la prisión de la moda por llevar chándal de Adidas con zapatillas de New Balance. Es un animal”. En los Globos de Oro, el guatemalteco Oscar Isaac dijo sobre la entrevista: “Creo que es bastante guay. Creo que es fascinante lo que (Penn) ha conseguido hacer y que haya obtenido detalles increíbles de la historia de este hombre. No parece un buen tipo, pero simplemente como estudio humano es fascinante”.
Sean Penn, con Hugo Chávez.

Sean Penn, con Hugo Chávez. / AFP

La capacidad de Hollywood para convertir cualquier cosa en espectáculo es la clave de su éxito como industria. Venden entretenimiento y cualquier material, sea fantasía o hechos reales, está al servicio del show. En Hollywood las cosas se hacen porque quedan bien. Y vista como una pieza de entretenimiento, la entrevista con El Chapo mola. Eso es lo que valoran Damon, Scott e Isaac cuando dicen que es “fascinante” y “guay”. Vista como un trabajo periodístico no solo es infumable sino que puede ofender a quien entienda que glorifica al personaje. No es un jefe de Estado como Hugo Chávez o Raúl Castro, personajes a los que también entrevistó Penn y con los que buscaba el efecto, siempre interesante, de arrojar una visión humana sobre hombres que para el gran público de Estados Unidos son enemigos. El Chapo es responsable de miles de muertes y el texto dice que es igual de importante que el presidente de México.

Por eso donde Hollywood ve una historia fascinante y humana, el mundo del periodismo ha visto un complicado debate ético. Nadie acusa a Penn de ninguna ilegalidad. Es más un asunto incómodo. Lo resumió muy bien el director del Washington Post, Martin Baron, con un tuit: “Buen momento para recordar lo que les pasa a los periodistas de verdad que cubren a los narcotraficantes mexicanos”, al que añadió un enlace a un reportaje de su periódico sobre periodistas asesinados por el narco en México.

Nicholas Thompson, de The New Yorker, dijo sobre la entrevista: “Cada línea es una locura de una forma u otra”. Alfredo Corchado, reportero en México del Dallas Morning News, describió el encuentro como “un insulto a los periodistas que murieron buscando la verdad”. El escritor humorístico de The New Yorker Andy Borowitz publicó una broma diciendo que el líder de ISIS cancelaba una entrevista con Penn diciendo que no era “prudente”.

Otros destacaban que la entrevista puede ser mala como texto, y cualquier periodista se asombra ante la falta de agresividad con el responsable de tantas muertes. Por otro lado, es la primera vez que El Chapo admite en su vida que es un narcotraficante. El mayor del mundo, dice, según Penn. Este dato puede llegar a ser tan importante para el caso que los abogados de El Chapo ya han salido a decir que Penn se lo ha inventado y quieren que sea llamado a testificar.

¿Y los interesados? Entre el espectáculo y el periodismo, Sean Penn parece estar más preocupado por lo segundo. El jueves dio una entrevista al programa 60 Minutes que se emite este domingo pero de la que se publicó un adelanto. Penn pensaba que "a partir de la entrevista podía iniciar una conversación sobre la política respecto a las drogas". Obviamente, no es de eso de lo que estamos hablando. Así que Penn concluye: "Mi artículo falló". Kate del Castillo, que según las autoridades se cartea con El Chapo desde hace tres años y era objeto de sus halagos, se pronunció el miércoles por la noche en Twitter: “Gracias por su apoyo. Como era de esperar muchos han decidido manipular la información y fabricar historias falsas para distraernos del verdadero tema. Pronto contaré mi versión”. Tranquilos. Parece que hay show para rato.

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