Holanda investiga abusos a menores eritreas refugiadas en una iglesia
La policía investiga 22 embarazos no deseados en asistentes a un templo de Rotterdam
Isabel Ferrer
La Haya, El País
El organismo holandés encargado de alojar a los peticionarios de asilo mientras esperan a que se tramite su solicitud ha indicado a las menores de edad sin familia que no acudan a los servicios religiosos de la Iglesia Ortodoxa de Eritrea (Tewahdo) abierta en Rotterdam. Según el diario de inspiración calvinista, Reformatorisch Dagblad, hay indicios de que varias chicas de dicha comunidad han sido víctimas de abusos sexuales. Aunque las autoridades no relacionan a la iglesia con los hechos, el rotativo recoge su temor de que “hasta 22 embarazos hayan podido producirse sin que las mujeres consintieran las relaciones íntimas”. La policía ha abierto una investigación, y el centro nacional especializado en trata de personas ha sido ya alertado.
Portavoces de la iglesia eritrea en cuestión han mostrado su “sorpresa y horror” ante los supuestos abusos. Según ellos, no hay señales que lo confirmen, “pero sí han mantenido en los últimos tiempo contactos con los agentes sobre los disturbios causados por varios grupos de jóvenes del barrio”. No se habló de asaltos sexuales. Desde hace un año, el templo recibe los domingos a muchos miembros de la comunidad refugiada eritrea llegados de toda Holanda. Algunos grupos, en particular mujeres con niños, solían pasar la noche del sábado en la iglesia porque el viaje es largo. En estos casos, según las mismas fuentes, hombres y mujeres pernoctaban separados. Como los vecinos se quejaron del ruido nocturno, desde hace tres meses nadie se queda en las dependencias religiosas. Sí han buscado acomodo en domicilios de otros eritreos de la zona.
Población vulnerable
Dorine Manson, directora de la asociación VluchtelingenWerk, que trabaja con los refugiados, ha dicho que “debe protegerse a estos menores vulnerables y nosotros hemos alertado a las autoridades”. Por su parte, Madelon Grant, responsable de SKIN, la organización independiente que reúne a las distintas Iglesias cristianas de los migrantes, espera “que la dirección de la Iglesia eritrea de Rotterdam investigue también por su cuenta lo sucedido”. Después de los sirios, los eritreos son el segundo grupo de refugiados con mayor número de menores sin acompañar llegados a Holanda. 1.082 niños y niñas de esta nacionalidad (un 33% del total de menores acogidos en centros provisionales) están en dicha situación.
Isabel Ferrer
La Haya, El País
El organismo holandés encargado de alojar a los peticionarios de asilo mientras esperan a que se tramite su solicitud ha indicado a las menores de edad sin familia que no acudan a los servicios religiosos de la Iglesia Ortodoxa de Eritrea (Tewahdo) abierta en Rotterdam. Según el diario de inspiración calvinista, Reformatorisch Dagblad, hay indicios de que varias chicas de dicha comunidad han sido víctimas de abusos sexuales. Aunque las autoridades no relacionan a la iglesia con los hechos, el rotativo recoge su temor de que “hasta 22 embarazos hayan podido producirse sin que las mujeres consintieran las relaciones íntimas”. La policía ha abierto una investigación, y el centro nacional especializado en trata de personas ha sido ya alertado.
Portavoces de la iglesia eritrea en cuestión han mostrado su “sorpresa y horror” ante los supuestos abusos. Según ellos, no hay señales que lo confirmen, “pero sí han mantenido en los últimos tiempo contactos con los agentes sobre los disturbios causados por varios grupos de jóvenes del barrio”. No se habló de asaltos sexuales. Desde hace un año, el templo recibe los domingos a muchos miembros de la comunidad refugiada eritrea llegados de toda Holanda. Algunos grupos, en particular mujeres con niños, solían pasar la noche del sábado en la iglesia porque el viaje es largo. En estos casos, según las mismas fuentes, hombres y mujeres pernoctaban separados. Como los vecinos se quejaron del ruido nocturno, desde hace tres meses nadie se queda en las dependencias religiosas. Sí han buscado acomodo en domicilios de otros eritreos de la zona.
Población vulnerable
Dorine Manson, directora de la asociación VluchtelingenWerk, que trabaja con los refugiados, ha dicho que “debe protegerse a estos menores vulnerables y nosotros hemos alertado a las autoridades”. Por su parte, Madelon Grant, responsable de SKIN, la organización independiente que reúne a las distintas Iglesias cristianas de los migrantes, espera “que la dirección de la Iglesia eritrea de Rotterdam investigue también por su cuenta lo sucedido”. Después de los sirios, los eritreos son el segundo grupo de refugiados con mayor número de menores sin acompañar llegados a Holanda. 1.082 niños y niñas de esta nacionalidad (un 33% del total de menores acogidos en centros provisionales) están en dicha situación.