Guidetti y Drazic completan el pase del Celta a cuartos
Vigo, As
No hubo ni amago de sorpresa en Balaídos. La goleada olívica en el Carranza (0-3) dejó la eliminatoria sentenciada, pero a veces los milagros existen. De hecho, el Cádiz dominó durante los primeros minutos al conjunto celeste. Dirigidos por un fenomenal Jandro, los de Claudio realizaron un gran inicio de partido. En los primeros 25 minutos fueron claramente superiores e incluso amenazaron la portería de Rubén. Sin duda, un digno homenaje a la profesión. El Celta estaba excesivamente relajado. Se lo permitía el resultado, pero no la situación deportiva de la mayoría de los jugadores que estaban en el césped. Ayer más de uno demostró por qué es suplente.
Poco necesitó el Celta para marcar. Un gran pase de Señé, un buen desmarque de Guidetti y un riguroso penalti cometido por Pol Ballesté. El sueco no perdonó desde los once metros.
Florituras. Con la eliminatoria totalmente decidida, el partido entró en terreno pantanoso. El culpable fue Guidetti, que empezó a hacer cosas que no debía. Un pase fingiendo un disparo, un tacón innecesario, una entrada desmedida... El Cádiz se ofendió, con razón, y se lo recriminó. Berizzo también le tiró de las orejas sustituyéndolo inmediatamente. En los últimos minutos, Drazic logró un soberbio tanto que quizás le sirva para reclamar más minutos.
No hubo ni amago de sorpresa en Balaídos. La goleada olívica en el Carranza (0-3) dejó la eliminatoria sentenciada, pero a veces los milagros existen. De hecho, el Cádiz dominó durante los primeros minutos al conjunto celeste. Dirigidos por un fenomenal Jandro, los de Claudio realizaron un gran inicio de partido. En los primeros 25 minutos fueron claramente superiores e incluso amenazaron la portería de Rubén. Sin duda, un digno homenaje a la profesión. El Celta estaba excesivamente relajado. Se lo permitía el resultado, pero no la situación deportiva de la mayoría de los jugadores que estaban en el césped. Ayer más de uno demostró por qué es suplente.
Poco necesitó el Celta para marcar. Un gran pase de Señé, un buen desmarque de Guidetti y un riguroso penalti cometido por Pol Ballesté. El sueco no perdonó desde los once metros.
Florituras. Con la eliminatoria totalmente decidida, el partido entró en terreno pantanoso. El culpable fue Guidetti, que empezó a hacer cosas que no debía. Un pase fingiendo un disparo, un tacón innecesario, una entrada desmedida... El Cádiz se ofendió, con razón, y se lo recriminó. Berizzo también le tiró de las orejas sustituyéndolo inmediatamente. En los últimos minutos, Drazic logró un soberbio tanto que quizás le sirva para reclamar más minutos.