Escándalo de amaños en el tenis
Una investigación de la BBC y BuzzFeed News denuncia una red de apuestas ilegales que salpicaría a ganadores de Grand Slam de la última década y al torneo de Wimbledon
Alejandro Ciriza
Madrid, El País
Lo que se presuponía como una jornada placentera, el pistoletazo de arranque del primer grande del año, bajo el calor australiano, se convirtió en una sacudida tremenda a la estructura del tenis mundial. Ayer, en Melbourne, se habló muy poco de Novak Djokovic, Roger Federer o Serena Williams, las tres primeras estrellas que desfilaron sobre la pasarela azulada de la pista Rod Laver. Ayer, de Melbourne a Nueva York, pasando por Londres y París, los cuatro vértices sacros del tenis, un escalofrío tremendo. El viejo fantasma de las apuestas.
Una investigación de la BBC y BuzzFeed News destapó horas antes del inicio del Abierto de Australia una supuesta red de apuestas ilegales y amaños deportivos durante la última década en partidos del más alto nivel. En concreto, según los citados medios, el caso salpicaría a 28 jugadores, 16 de los cuales figuraron en el top-50 del ranking mundial en la última década. También destaca que uno de ellos, que ahora compite en Australia, ha amañado en varias ocasiones el resultado de su primer set.
De momento no han trascendido los nombres de los implicados. La investigación precisa que la trama mafiosa tendría origen en Rusia, el norte de Italia y Sicilia. Entre los 28 sospechosos, siempre según dicha información, ocho estarían implicados en la trama del norte de Italia. De estos ocho, “la mayoría son españoles y argentinos”.
Debido a las sospechas, la Unidad de Integridad del Tenis (TIU), organismo creado en 2008 por las principales asociaciones de tenis, incluida la ATP, para controlar posibles irregularidades, investigó 26.000 partidos desde hacía siete años y de su estudio se desprende que algunos jugadores (que se reunían previamente con mafiosos en sus hoteles y pactaban la derrota a cambio de 50.000 dólares —46.000 euros— o más) se dejaron ganar. El caso salpica a Wimbledon, uno de los eventos deportivos más prestigiosos del mundo. Tres partidos del major británico habrían sido amañados.
"Campeones de torneos de Grand Slam, en singles y dobles, forman parte del grupo central de 16 jugadores que, en repetidas ocasiones, fueron señalados por haber perdido partidos cuando había apuestas altamente sospechosas en su contra", describe Buzzfeed. Mientras, la BBC habla de "ganadores de Grand Slam", pero no especifica en qué categorías. En los últimos 10 años hay siete jugadores que han levantado un grande en individuales: el suizo Roger Federer (13 desde 2005, 17 en total), el español Rafael Nadal (14), el serbio Novak Djokovic (10), el suizo Stanislas Wawrinka (2), el escocés Andy Murray (2), el argentino Juan Martín del Potro (1) y el croata Marin Cilic (1).
Chris Kermode, en el centro, durante su comparecencia. / Shuji Kajiyama AP
BuzzFeed News empleó un algoritmo que detectó alteraciones en partidos en los que competían los 16 jugadores bajo sospecha. La investigación partió a raíz del caso Davydenko. Entonces (2007), el tenista Nikolay Davydenko, que llegó a ser el número cuatro del mundo, perdió un encuentro en el torneo de Sopot (Polonia) contra el argentino Martín Vasallo-Argüello (87 del mundo entonces) cuando había ganado el primer set (6-2); después de ceder el segundo (6-3), el ruso se retiró en el tercero (con 2-1 en contra) por una lesión en un pie. Sospechosamente, el bote ascendió a cinco millones de euros, diez veces el montante habitual.
El presidente de la ATP, Chris Kermode, ofreció esta madrugada una rueda de prensa en Melbourne en la que negó que se esté ocultando cualquier tipo de información sobre estos supuestos amaños y en la que aseguró que el organismo que rige el circuito estudiará a fondo las informaciones publicadas por la BBC y BuzzFeed News. "No es cierto que la información se ocultara. Nosotros condenamos cualquier tipo de conducta corrupta en nuestro deporte", señaló Kermode; "la idea de que el tenis no esté actuando correctamente es ridícula".
Por su parte, el director de la TIU, Nigel Willerton, manifestó que "se han abierto nuevas investigaciones sobre algunos de los jugadores que fueron mencionados en el informe de 2008" y que "toda la información creíble recibida se analiza, se evalúa y se está investigando por profesionales con gran experiencia". Preguntado sobre los presuntos implicados que compiten ahora en el grande australiano, Willerton respondió: "No sería apropiado de mi parte decir si hay jugadores en el torneo que están siendo investigados".
Desde 2008, la fecha de su creación, la TIU recibió más de 14 millones de dólares (12,8 millones de euros) para llevar a cabo sus pesquisas y sancionó a 18 tenistas (entre ellos el bilbaíno Guillermo Olaso), seis de ellos de por vida (el primero fue el austriaco Daniel Koellerer y después fueron castigados sine die el ruso Andrey Kumantsov, el serbio David Davic, el griego Alexandros Jakupoviclos y los italianos Potito Starace y Daniele Bracciali).
Alejandro Ciriza
Madrid, El País
Lo que se presuponía como una jornada placentera, el pistoletazo de arranque del primer grande del año, bajo el calor australiano, se convirtió en una sacudida tremenda a la estructura del tenis mundial. Ayer, en Melbourne, se habló muy poco de Novak Djokovic, Roger Federer o Serena Williams, las tres primeras estrellas que desfilaron sobre la pasarela azulada de la pista Rod Laver. Ayer, de Melbourne a Nueva York, pasando por Londres y París, los cuatro vértices sacros del tenis, un escalofrío tremendo. El viejo fantasma de las apuestas.
Una investigación de la BBC y BuzzFeed News destapó horas antes del inicio del Abierto de Australia una supuesta red de apuestas ilegales y amaños deportivos durante la última década en partidos del más alto nivel. En concreto, según los citados medios, el caso salpicaría a 28 jugadores, 16 de los cuales figuraron en el top-50 del ranking mundial en la última década. También destaca que uno de ellos, que ahora compite en Australia, ha amañado en varias ocasiones el resultado de su primer set.
De momento no han trascendido los nombres de los implicados. La investigación precisa que la trama mafiosa tendría origen en Rusia, el norte de Italia y Sicilia. Entre los 28 sospechosos, siempre según dicha información, ocho estarían implicados en la trama del norte de Italia. De estos ocho, “la mayoría son españoles y argentinos”.
Debido a las sospechas, la Unidad de Integridad del Tenis (TIU), organismo creado en 2008 por las principales asociaciones de tenis, incluida la ATP, para controlar posibles irregularidades, investigó 26.000 partidos desde hacía siete años y de su estudio se desprende que algunos jugadores (que se reunían previamente con mafiosos en sus hoteles y pactaban la derrota a cambio de 50.000 dólares —46.000 euros— o más) se dejaron ganar. El caso salpica a Wimbledon, uno de los eventos deportivos más prestigiosos del mundo. Tres partidos del major británico habrían sido amañados.
"Campeones de torneos de Grand Slam, en singles y dobles, forman parte del grupo central de 16 jugadores que, en repetidas ocasiones, fueron señalados por haber perdido partidos cuando había apuestas altamente sospechosas en su contra", describe Buzzfeed. Mientras, la BBC habla de "ganadores de Grand Slam", pero no especifica en qué categorías. En los últimos 10 años hay siete jugadores que han levantado un grande en individuales: el suizo Roger Federer (13 desde 2005, 17 en total), el español Rafael Nadal (14), el serbio Novak Djokovic (10), el suizo Stanislas Wawrinka (2), el escocés Andy Murray (2), el argentino Juan Martín del Potro (1) y el croata Marin Cilic (1).
Chris Kermode, en el centro, durante su comparecencia. / Shuji Kajiyama AP
BuzzFeed News empleó un algoritmo que detectó alteraciones en partidos en los que competían los 16 jugadores bajo sospecha. La investigación partió a raíz del caso Davydenko. Entonces (2007), el tenista Nikolay Davydenko, que llegó a ser el número cuatro del mundo, perdió un encuentro en el torneo de Sopot (Polonia) contra el argentino Martín Vasallo-Argüello (87 del mundo entonces) cuando había ganado el primer set (6-2); después de ceder el segundo (6-3), el ruso se retiró en el tercero (con 2-1 en contra) por una lesión en un pie. Sospechosamente, el bote ascendió a cinco millones de euros, diez veces el montante habitual.
El presidente de la ATP, Chris Kermode, ofreció esta madrugada una rueda de prensa en Melbourne en la que negó que se esté ocultando cualquier tipo de información sobre estos supuestos amaños y en la que aseguró que el organismo que rige el circuito estudiará a fondo las informaciones publicadas por la BBC y BuzzFeed News. "No es cierto que la información se ocultara. Nosotros condenamos cualquier tipo de conducta corrupta en nuestro deporte", señaló Kermode; "la idea de que el tenis no esté actuando correctamente es ridícula".
Por su parte, el director de la TIU, Nigel Willerton, manifestó que "se han abierto nuevas investigaciones sobre algunos de los jugadores que fueron mencionados en el informe de 2008" y que "toda la información creíble recibida se analiza, se evalúa y se está investigando por profesionales con gran experiencia". Preguntado sobre los presuntos implicados que compiten ahora en el grande australiano, Willerton respondió: "No sería apropiado de mi parte decir si hay jugadores en el torneo que están siendo investigados".
Desde 2008, la fecha de su creación, la TIU recibió más de 14 millones de dólares (12,8 millones de euros) para llevar a cabo sus pesquisas y sancionó a 18 tenistas (entre ellos el bilbaíno Guillermo Olaso), seis de ellos de por vida (el primero fue el austriaco Daniel Koellerer y después fueron castigados sine die el ruso Andrey Kumantsov, el serbio David Davic, el griego Alexandros Jakupoviclos y los italianos Potito Starace y Daniele Bracciali).