El parlamento británico debate vetar la entrada de Donald Trump al país

Varios diputados consideran que el veto le convertiría en un “mártir”

Londres, El País
Donald Trump fue calificado ayer de bufón, racista, misógino y estúpido en el Parlamento británico. La Cámara de los Comunes debatió durante tres horas una petición, respaldada por más de 574.000 firmas, de prohibir la entrada a Reino Unido al precandidato republicano a la presidencia de EE UU Donald Trump por sus comentarios sobre los musulmanes.


El debate parlamentario, en el que no se votó ninguna resolución, se produce a iniciativa de una activista escocesa, que puso en marcha una recogida de firmas online en diciembre, después de que el multimillonario estadounidense propusiera prohibir el acceso de todos los musulmanes a EE UU. Cualquier demanda que supere las 10.000 firmas obtiene una respuesta del Gobierno británico, pero si consigue más de 100.000, la Cámara de los Comunes debe considerar si es motivo para debatirla.

Diputados conservadores y laboristas argumentaron que vetar la entrada podría ser contraproducente, ya que le convertiría en un “mártir” y podría jugar “en su favor”. Antes del debate, tanto el primer ministro conservador, David Cameron, como el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, dejaron clara su oposición a la medida. Cameron afirmó el mes pasado en los Comunes que los comentarios del empresario estadounidense sobre los musulmanes “crean división” y son “estúpidos”, aunque se mostró contrario a prohibirle la entrada al país. Corbyn, por su parte, dijo este fin de semana que Trump debería poder entrar al Reino Unido para aprender una “lección” de convivencia en algunos barrios de Londres.

El precandidato republicano ha dicho durante la campaña republicana que Londres está tan radicalizada que los agentes de policía “temen por su propia vida” y que hay zonas de la capital a las que no se puede ni entrar. No consta que Trump tenga previsto visitar Reino Unido próximamente, pero ya ha amenazado con retirar una inversión de más de mil millones de euros planeada en Escocia si se le denegara el visado.

“El gran peligro de atacar a este hombre es que podemos darle un halo de victimismo. Le daríamos el papel de mártir, lo que puede ser visto como una ventaja para aquellos que le apoyan”, dijo el laborista Paul Flynn durante el debate El conservador Edward Leigh coincidió en que el veto “jugaría en favor” de Trump. “Su estilo de hacer política está basado en avivar la controversia y hacer declaraciones escandalosas. Prodigarle nuestra atención, incluso si la intención es condenarle o burlarse de él, solo nos hace caer en la trampa que él nos ha tendido”, señaló.

Mientras, la diputada del Partido Nacionalista Escocés (SNP) Tasmina Ahmed-Sheikh argumentó que el veto al republicano estaría justificado en base a mantener la "armonía religiosa". "Reino Unido ha prohibido la entrada a muchos individuos por su discurso el odio. Los mismos principios deben aplicarse a todas las personas", señala el texto de la petición.

Tras el debate, el Parlamento no tomó ninguna decisión. En cualquier caso, es el Ministerio de Interior británico el que ostenta la potestad de impedir la entrada al país a cualquier individuo, por razones de seguridad nacional, si cree que va a incitar al odio racial o si espera que su comportamiento no sea “adecuado para el bien público”. El Gobierno del Reino Unido ha vetado a más de 200 personas bajo esas condiciones desde 2010, según las cifras publicadas en 2015.

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