El ‘efecto Draghi’ y la recuperación del petróleo disparan las Bolsas
El crudo sube un 9%, supera los 32 dólares por barril y contribuye a la estabilización
Ignacio Fariza
Madrid, El País
El balón de oxígeno del BCE y la fuerte recuperación del petróleo han logrado revertir, al menos provisionalmente, la espiral bajista en la que estaban inmersos los mercados financieros. Las Bolsas europeas vivieron este viernes una sesión de fuertes subidas, con el Ibex a la cabeza de las ganancias, y lograron revertir parcialmente su peor inicio de año desde la Gran Recesión. Con su reacción, los inversores demuestran dos cosas: primero, que se creen la promesa de Draghi de más madera monetaria —el mayor catalizador en un momento en el que los parqués peinan al milímetro los discursos de los banqueros centrales en busca de asideros— y segundo, que atisban cierta esperanza en la estabilización del crudo, el mayor quebradero de cabeza en los últimos tiempos.
Segunda jornada de calma después de tres semanas de tormenta. Tras escuchar de nuevo a Draghi, esta vez en Davos (Suiza), insistir en que el instituto emisor tiene “la determinación, la voluntad y la capacidad de actuar”, los principales parqués europeos prolongaron este viernes el rebote iniciado el jueves. El Ibex español lideró las ganancias en el Viejo Continente con su mayor subida diaria desde octubre (3,3%), seguido por el CAC francés (3,1%). Desde el jueves a mediodía, cuando el presidente del Banco Central Europeo (BCE) dejó entrever nuevos estímulos para marzo, el índice paneuropeo Eurostoxx sube un 5%.
“Todo tiene que ver con Draghi”, explica Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4. “La reafirmación de su compromiso con la estabilidad de precios y su promesa de más estímulos han logrado dar la vuelta al mercado”, subraya, consciente del efecto dopaje que la política monetaria expansiva ejerce sobre las Bolsas. El apellido del banquero italiano, principal artífice de la recuperación de la eurozona también planea sobre las palabras de Guillermo Hernández Sampere, máximo responsable de trading de la gestora alemana MPPM. “Tras escuchar a Draghi, el mercado descuenta un nuevo disparo monetario en marzo”, apunta por teléfono.
A corto plazo, los inversores tienen dos fechas señaladas en rojo: el comité de la Reserva Federal del miércoles que viene, en el que se espera que envíe un mensaje optimista sobre la situación de la economía estadounidense, y la reunión del Banco de Japón del viernes. Si Tokio sigue los pasos de Fráncfort y anuncia más flexibilidad monetaria, tal y como este viernes apuntaba la consultora Oxford Economics, podría dar alas a una recuperación más duradera en los índices y pondría el foco sobre China, que podría ser el siguiente en la lista. “Pekín ya ha insinuado más estímulos. Solo falta que los concrete”, añade Ignacio Cantos, director de inversiones de ATL Capital.
La segunda pata en la que se apoya la alegría bursátil es el petróleo, que este viernes vivió su mejor jornada en cinco meses y logró recuperar parte del terreno perdido en unos últimos meses aciagos. La sobreabundancia de crudo por el empuje de la oferta de fracking procedente de Estados Unidos y la debilidad de la demanda siguen igual de presentes que a principios de semana, pero las sensaciones de los inversores han dado un giro de 180 grados en las dos últimas jornadas. Este viernes, el presidente de la mayor petrolera del mundo, Saudi Aramco, calificó de “irracional” el precio del crudo —ayer cerró en el entorno de los 32 dólares, pero en las últimas semanas ha llegado a bajar de los 30 dólares—, y dio pábulo a un cambio en la estrategia saudí. “Las caídas han sido exageradas; era lógica una cierta reacción”, añade Mariano Marzo, catedrático de la Universidad de Barcelona. Este experto en cuestiones petroleras añade otro argumento que sustenta el repunte: el regreso de Irán al mercado petrolero no será tan inmediato como se había especulado. Pese al empuje de las dos últimas jornadas, el petróleo sigue un 16% por debajo del precio al que cerró 2015.
Como si fueran vasos comunicantes, en paralelo a la recuperación de las Bolsas y las materias primas, los valores refugio han vivido dos jornadas de caídas: tras la intervención de Draghi, el apetito inversor por el riesgo sube y los activos más seguros pierden atractivo. Desde el jueves, el oro, refugio por excelencia, se deja un 0,4% y corta su racha alcista.
Problemas de fondo
Pese a la ostensible mejora, pocos en los parqués ponen la mano en el fuego por una recuperación de largo plazo. Las alegrías de las dos últimas sesiones no despejan los nubarrones que, procedentes de China, amenazan a la economía global.
Sin ir más lejos, un nuevo dato reforzó este viernes la tesis de la ralentización generalizada: en otoño, el volumen de comercio mundial retrocedió un 0,4% respecto a los tres meses previos en un movimiento que los analistas del instituto holandés CPB, que elabora la estadística, achacan a las dos regiones emergentes por antonomasia: Asia y América Latina. Nada positivo en el horizonte.
Ignacio Fariza
Madrid, El País
El balón de oxígeno del BCE y la fuerte recuperación del petróleo han logrado revertir, al menos provisionalmente, la espiral bajista en la que estaban inmersos los mercados financieros. Las Bolsas europeas vivieron este viernes una sesión de fuertes subidas, con el Ibex a la cabeza de las ganancias, y lograron revertir parcialmente su peor inicio de año desde la Gran Recesión. Con su reacción, los inversores demuestran dos cosas: primero, que se creen la promesa de Draghi de más madera monetaria —el mayor catalizador en un momento en el que los parqués peinan al milímetro los discursos de los banqueros centrales en busca de asideros— y segundo, que atisban cierta esperanza en la estabilización del crudo, el mayor quebradero de cabeza en los últimos tiempos.
Segunda jornada de calma después de tres semanas de tormenta. Tras escuchar de nuevo a Draghi, esta vez en Davos (Suiza), insistir en que el instituto emisor tiene “la determinación, la voluntad y la capacidad de actuar”, los principales parqués europeos prolongaron este viernes el rebote iniciado el jueves. El Ibex español lideró las ganancias en el Viejo Continente con su mayor subida diaria desde octubre (3,3%), seguido por el CAC francés (3,1%). Desde el jueves a mediodía, cuando el presidente del Banco Central Europeo (BCE) dejó entrever nuevos estímulos para marzo, el índice paneuropeo Eurostoxx sube un 5%.
“Todo tiene que ver con Draghi”, explica Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de Renta 4. “La reafirmación de su compromiso con la estabilidad de precios y su promesa de más estímulos han logrado dar la vuelta al mercado”, subraya, consciente del efecto dopaje que la política monetaria expansiva ejerce sobre las Bolsas. El apellido del banquero italiano, principal artífice de la recuperación de la eurozona también planea sobre las palabras de Guillermo Hernández Sampere, máximo responsable de trading de la gestora alemana MPPM. “Tras escuchar a Draghi, el mercado descuenta un nuevo disparo monetario en marzo”, apunta por teléfono.
A corto plazo, los inversores tienen dos fechas señaladas en rojo: el comité de la Reserva Federal del miércoles que viene, en el que se espera que envíe un mensaje optimista sobre la situación de la economía estadounidense, y la reunión del Banco de Japón del viernes. Si Tokio sigue los pasos de Fráncfort y anuncia más flexibilidad monetaria, tal y como este viernes apuntaba la consultora Oxford Economics, podría dar alas a una recuperación más duradera en los índices y pondría el foco sobre China, que podría ser el siguiente en la lista. “Pekín ya ha insinuado más estímulos. Solo falta que los concrete”, añade Ignacio Cantos, director de inversiones de ATL Capital.
La segunda pata en la que se apoya la alegría bursátil es el petróleo, que este viernes vivió su mejor jornada en cinco meses y logró recuperar parte del terreno perdido en unos últimos meses aciagos. La sobreabundancia de crudo por el empuje de la oferta de fracking procedente de Estados Unidos y la debilidad de la demanda siguen igual de presentes que a principios de semana, pero las sensaciones de los inversores han dado un giro de 180 grados en las dos últimas jornadas. Este viernes, el presidente de la mayor petrolera del mundo, Saudi Aramco, calificó de “irracional” el precio del crudo —ayer cerró en el entorno de los 32 dólares, pero en las últimas semanas ha llegado a bajar de los 30 dólares—, y dio pábulo a un cambio en la estrategia saudí. “Las caídas han sido exageradas; era lógica una cierta reacción”, añade Mariano Marzo, catedrático de la Universidad de Barcelona. Este experto en cuestiones petroleras añade otro argumento que sustenta el repunte: el regreso de Irán al mercado petrolero no será tan inmediato como se había especulado. Pese al empuje de las dos últimas jornadas, el petróleo sigue un 16% por debajo del precio al que cerró 2015.
Como si fueran vasos comunicantes, en paralelo a la recuperación de las Bolsas y las materias primas, los valores refugio han vivido dos jornadas de caídas: tras la intervención de Draghi, el apetito inversor por el riesgo sube y los activos más seguros pierden atractivo. Desde el jueves, el oro, refugio por excelencia, se deja un 0,4% y corta su racha alcista.
Problemas de fondo
Pese a la ostensible mejora, pocos en los parqués ponen la mano en el fuego por una recuperación de largo plazo. Las alegrías de las dos últimas sesiones no despejan los nubarrones que, procedentes de China, amenazan a la economía global.
Sin ir más lejos, un nuevo dato reforzó este viernes la tesis de la ralentización generalizada: en otoño, el volumen de comercio mundial retrocedió un 0,4% respecto a los tres meses previos en un movimiento que los analistas del instituto holandés CPB, que elabora la estadística, achacan a las dos regiones emergentes por antonomasia: Asia y América Latina. Nada positivo en el horizonte.