Descenso de la U: los secretos del día más triste de Pellegrini
En enero de 1989, Universidad de Chile descendió por primera y única vez a Segunda División. Revelamos episodios poco conocidos de este hito.
Santiago, As
Enero de 1989. El descenso de Universidad de Chile a Segunda División no fue casualidad. El elenco azul sumaba años con varios problemas económicos y ocupaba el número uno en la lista de la deuda histórica del fútbol chileno.
En cada temporada la U se iba despotenciando al vender a sus principales figuras. Así paulatinamente fueron dejando el club Luis Rodríguez, Martín Gálvez, Carlos 'Búfalo' Poblete y Mariano Puyol, entre otros. Pese a ello, en 1987 ocupó un expectante quinto lugar y clasificó a la Liguilla de Copa Libertadores, con Alberto Quintano en la banca.
Por la buena campaña y la política austera del presidente Waldo Greene, la U sólo sumó un refuerzo para 1988: El volante Jorge Pérez, un zurdo de exquisita técnica, quien venía de San Luis de Quillota. La U incluso subió su rendimiento en la Copa Chile, llamada Copa Digeder, y clasificó en el primer lugar del Grupo A.
Todo por un 'Pelé'
Los problemas comenzaron en junio, cuando los azules fueron eliminados por un durísimo Deportes Iquique en los octavos de final de Copa Chile. A días del inicio del Torneo Nacional, Quintano renunció a la banca por discrepancias con el presidente Waldo Greene.
El gran detonante para la salida de Quintano fue la negociación por Luis 'Pelé' Araya. El puntero izquierdo que ese año jugaba en Huachipato estuvo a una firma de llegar a la U, pero el DT no quería su fichaje. Finalmente, ni el delantero arribó ni el entrenador siguió en el club.
Un viaje desafortunado
El jueves 7 de julio de 1988, Manuel Pellegrini asume en la U. Y lo hace de manera interina, tras dirigir a la Primera Infantil y Juvenil azul, intentando al mismo tiempo que Quintano se quedara. "Con Jaime Barrera estuvimos hasta último momento tratando de convencerlo para que echara marcha atrás en su posición", contaba el Ingeniero.
Tras una semana negra, la U se estrena con un empate 1-1 ante Palestino en Santa Laura. Pellegrini firma oficialmente como técnico del primer equipo hasta el 31 de enero de 1991 y además tiene control de todas las series menores del club.
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Manuel Pellegrini y una postal de su primer día entrenando al primer equipo de la U.
En agosto de 1988, Pellegrini viaja a Inglaterra a un curso de entrenadores y Carlos Urzúa, ex arquero de la U, se hace cargo del equipo. No es una buena decisión y los azules no ganan en los cuatro partidos en que el ingeniero se ausenta, con tres derrotas y un empate.
"Fue determinante el viaje de Manuel (Pellegrini) a Europa. Aunque todo era una situación caótica, no había dinero y existía un desorden en la institución", describe Héctor Hoffens, una de las figuras de ese elenco azul.
Tras el regreso de Pellegrini, la U mejora su rendimiento, pero el desastroso comienzo tuvo un costo demasiado caro. Es un equipo con muy poco poder ofensivo, pero pese a ello vence por 3-0 a Colo Colo en el Nacional. El triunfo sobre el archirrival le permite llegar a la última fecha sólo un punto arriba de la zona de descenso directo.
La tarde más triste
El 15 de enero de 1989 la U (25 puntos) enfrentó a Cobresal en el estadio Nacional. Pese a que los de Pellegrini llegaban con ventaja en la lucha por no caer a la B, se dieron todos los resultados adversos: Unión Española (24) con Luis Santibáñez en la banca venció 3-1 a la UC en San Carlos de Apoquindo y O'Higgins (24) superó 3-1 a Huachipato en Talcahuano. "Sin duda que pasaron cosas raras. Apareció el 'hombre de maletín', pero nunca se pudo comprobar nada", dice Hoffens.
Los 15.079 espectadores que llegaron a Ñuñoa no podían creer lo que pasaba: Cobresal ganaba 2-0 con goles de Sergio Salgado (11', de penal, y 46', con un derechazo bajo). Con más amor propio que fútbol, la U logró empatar con tantos de Álvaro Vergara (56') y Jorge Pérez (88').
"Nunca pensamos que íbamos a estar en una situación así. Veníamos de golear a Colo Colo y creo que inconscientemente después de eso hubo un pequeño relajo. A Cobresal le teníamos que ganar y no fuimos capaces", cuenta Vergara, autor de uno de los goles en esa triste tarde.
El punto no sirvió y Universidad de Chile descendió a Segunda División por primera vez en su historia. Se salvaron Unión y O'Higgins, pero también descendió Palestino. "El responsable del equipo que fracasa siempre es el técnico. Es una mala experiencia, una amargura comenzar con el pie izquierdo", decía Pellegrini consumada la caída a Primera B.
"Espero ser yo mismo quien conduzca a la U nuevamente a Primera División y los primeros lugares", afirmaba el ingeniero. La historia diría otra cosa y ese camino de la U en el Ascenso, de la mano de Luis Ibarra, merece otro reportaje.
Santiago, As
Enero de 1989. El descenso de Universidad de Chile a Segunda División no fue casualidad. El elenco azul sumaba años con varios problemas económicos y ocupaba el número uno en la lista de la deuda histórica del fútbol chileno.
En cada temporada la U se iba despotenciando al vender a sus principales figuras. Así paulatinamente fueron dejando el club Luis Rodríguez, Martín Gálvez, Carlos 'Búfalo' Poblete y Mariano Puyol, entre otros. Pese a ello, en 1987 ocupó un expectante quinto lugar y clasificó a la Liguilla de Copa Libertadores, con Alberto Quintano en la banca.
Por la buena campaña y la política austera del presidente Waldo Greene, la U sólo sumó un refuerzo para 1988: El volante Jorge Pérez, un zurdo de exquisita técnica, quien venía de San Luis de Quillota. La U incluso subió su rendimiento en la Copa Chile, llamada Copa Digeder, y clasificó en el primer lugar del Grupo A.
Todo por un 'Pelé'
Los problemas comenzaron en junio, cuando los azules fueron eliminados por un durísimo Deportes Iquique en los octavos de final de Copa Chile. A días del inicio del Torneo Nacional, Quintano renunció a la banca por discrepancias con el presidente Waldo Greene.
El gran detonante para la salida de Quintano fue la negociación por Luis 'Pelé' Araya. El puntero izquierdo que ese año jugaba en Huachipato estuvo a una firma de llegar a la U, pero el DT no quería su fichaje. Finalmente, ni el delantero arribó ni el entrenador siguió en el club.
Un viaje desafortunado
El jueves 7 de julio de 1988, Manuel Pellegrini asume en la U. Y lo hace de manera interina, tras dirigir a la Primera Infantil y Juvenil azul, intentando al mismo tiempo que Quintano se quedara. "Con Jaime Barrera estuvimos hasta último momento tratando de convencerlo para que echara marcha atrás en su posición", contaba el Ingeniero.
Tras una semana negra, la U se estrena con un empate 1-1 ante Palestino en Santa Laura. Pellegrini firma oficialmente como técnico del primer equipo hasta el 31 de enero de 1991 y además tiene control de todas las series menores del club.
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Manuel Pellegrini y una postal de su primer día entrenando al primer equipo de la U.
En agosto de 1988, Pellegrini viaja a Inglaterra a un curso de entrenadores y Carlos Urzúa, ex arquero de la U, se hace cargo del equipo. No es una buena decisión y los azules no ganan en los cuatro partidos en que el ingeniero se ausenta, con tres derrotas y un empate.
"Fue determinante el viaje de Manuel (Pellegrini) a Europa. Aunque todo era una situación caótica, no había dinero y existía un desorden en la institución", describe Héctor Hoffens, una de las figuras de ese elenco azul.
Tras el regreso de Pellegrini, la U mejora su rendimiento, pero el desastroso comienzo tuvo un costo demasiado caro. Es un equipo con muy poco poder ofensivo, pero pese a ello vence por 3-0 a Colo Colo en el Nacional. El triunfo sobre el archirrival le permite llegar a la última fecha sólo un punto arriba de la zona de descenso directo.
La tarde más triste
El 15 de enero de 1989 la U (25 puntos) enfrentó a Cobresal en el estadio Nacional. Pese a que los de Pellegrini llegaban con ventaja en la lucha por no caer a la B, se dieron todos los resultados adversos: Unión Española (24) con Luis Santibáñez en la banca venció 3-1 a la UC en San Carlos de Apoquindo y O'Higgins (24) superó 3-1 a Huachipato en Talcahuano. "Sin duda que pasaron cosas raras. Apareció el 'hombre de maletín', pero nunca se pudo comprobar nada", dice Hoffens.
Los 15.079 espectadores que llegaron a Ñuñoa no podían creer lo que pasaba: Cobresal ganaba 2-0 con goles de Sergio Salgado (11', de penal, y 46', con un derechazo bajo). Con más amor propio que fútbol, la U logró empatar con tantos de Álvaro Vergara (56') y Jorge Pérez (88').
"Nunca pensamos que íbamos a estar en una situación así. Veníamos de golear a Colo Colo y creo que inconscientemente después de eso hubo un pequeño relajo. A Cobresal le teníamos que ganar y no fuimos capaces", cuenta Vergara, autor de uno de los goles en esa triste tarde.
El punto no sirvió y Universidad de Chile descendió a Segunda División por primera vez en su historia. Se salvaron Unión y O'Higgins, pero también descendió Palestino. "El responsable del equipo que fracasa siempre es el técnico. Es una mala experiencia, una amargura comenzar con el pie izquierdo", decía Pellegrini consumada la caída a Primera B.
"Espero ser yo mismo quien conduzca a la U nuevamente a Primera División y los primeros lugares", afirmaba el ingeniero. La historia diría otra cosa y ese camino de la U en el Ascenso, de la mano de Luis Ibarra, merece otro reportaje.