Culpar a Suárez es lo fácil... El 'chico malo' del Barcelona no se merece ser demonizado por la trifulca ante el Espanyol

Barcelona, Goal.com
El delantero uruguayo no es el único responsable del incidente en el túnel de vestuarios. En cualquier caso, los jugadores del Espanyol lo hicieron mucho peor
Luis Suárez siempre está ligado a la controversia. El delantero del FC Barcelona ha mostrado su mejor mejor versión en lo que a comportamiento se refiere desde que aterrizó en el Camp Nou la pasada temporada, pero hoy está de nuevo en los titulares de la prensa por razones extradeportivas. Sin embargo, esta vez no tiene culpa.
El uruguayo no pudo marcar al Espanyol

 en el derbi de Copa del Rey, pero estuvo involucrado en una disputa que llevó a la expulsión de Pape Diop, celebró el segundo gol de Leo Messi en la cara de Pau López y el árbitro contempló en el acta que provocó un enfrentamiento entre jugadores de ambos clubes en el túnel de vestuarios tras el encuentro.

Donde hay lío, ahí está Suárez. Cada vez que hay algún problema, el uruguayo anda cerca. Tiene un notorio pasado, con una larga lista de desagradables incidentes que no se pueden borrar de su historial: insultos racistas, 'teatrero', escupitajos, agresiones o mordiscos.

El delantero se vio obligado a estar los dos primeros meses de competición con el Barcelona en el dique seco tras ser sancionado por morder a Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil. Tras su vuelta a los terrenos de juego, el uruguayo mostró su versión más ejemplar.

Sin embargo, hay señales de que su lado más oscuro está volviendo a salir. El mes pasado, ante el Valencia -partido que terminó 1-1-, fue acusado de propiciar una patada sin balón al defensor che Aymen Abdennour durante la disputa del partido. Este miércoles volvió a verse al 'chico malo'.

Aunque esta vez es injusto señalar como culpable directo al delantero. El Espanyol planteó un partido muy intenso en La Liga y el encuentro acabó en empate sin goles, aunque en el de Copa del Rey el conjunto perico fue más intenso. Messi y Neymar fueron víctimas. Pau López quedó impune tras dar un pisotón al argentino y Javi López entró muy duro al brasileño.

El conjunto blanquiazul acabó el partido con nueve jugadores después de las expulsiones de Pape Diop y Hernán Pérez. Cinco jugadores más estaban en constantes provocaciones al rival, incluso enfadaron a Messi, que tuvo que ser apartado por sus compañeros de una tangana con varios rivales en la segunda mitad.

"No hubo sangre", explicó Diop tras el encuentro. "Si hubiéramos querido, podríamos haber sacado a los jugadores del Barça en camilla. Suárez y yo nos insultamos mutuamente. Me insultó, le insulté y me echaron. El árbitro dijo que solo me había escuchado a mí".


Por otro lado, el acta del árbitro Juan Martínez Munuera reflejó una trifulca en el túnel de vestuarios tras el encuentro iniciada por unas palabras del delantero del FC Barcelona hacia los jugadores del Espanyol cuando estos encaraban el camino del vestidor.
"Al finalizar el encuentro y una vez en el túnel de vestuarios, el dorsal nº9 del FC Barcelona D. Luis Alberto Suárez Díaz, mientras todos los jugadores del RCD Espanyol subían las escaleras del túnel de vestuarios, les esperó y se dirigió a ellos repitiendo en varias ocasiones lo siguiente: "Aquí os estoy esperando, venid acá; Sos un desecho". Provocando con esto un enfrentamiento entre jugadores de ambos clubes, debiendo intervenir el personal de seguridad allí presente, así como los cuerpos técnicos de ambos equipos", escribió en el acta.
Más tarde, ya en la sala de prensa del Camp Nou, Luis Enrique fue preguntado sobre el incidente y los gritos que se escucharon desde el túnel de vestuarios anoche: "Fueron villancicos", respondió el entrenador azulgrana a los periodistas.

Está claro que pasó algo más que lo que dijo el técnico, pero Luis Suárez está lejos de ser el 'villano' en esta ocasión. Más tarde se supo que, aparentemente, las palabras atribuidas al uruguayo en realidad procedían de su compañero de equipo Javier Mascherano.







En cualquier caso, no parece que el árbitro vaya a rectificar. Suárez, como siempre, es un blanco fácil. Siempre encendido y ultra-competitivo, está muy cómodo cuando juega al límite y hay veces que no puede controlarse a sí mismo. Esa es la naturaleza de su juego, aunque a veces llega más allá de los límites.

Este miércoles estuvo defendiendo a sus compañeros de equipo después de uno de los espectáculos más escandalosos en lo que a violencia se refiere que se ha visto en un campo de fútbol español en la historia reciente. Y él, mientras, recibiendo insultos por parte de los rivales. Además, a pesar del acta, está claro que Suárez no fue el único responsable de la trifulca en los vestuarios.

El uruguayo se enfrenta ahora a una posible sanción de hasta tres partidos que se decidirá este viernes, pero el Comité de Competición debería también analizar las acciones de los jugadores del Espanyol, en particular el pisotón a Leo Messi, así como recopilar más información de lo sucedido en el túnel. Quizás Suárez merezca una sanción, pero no merece ser demonizado. En cualquier caso, lo que ocurra a partir de ahora será mucho peor que lo del partido del miércoles.

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