Alves regala esperanza en Bilbao
Bilbao, As
El Barcelona tiró de oficio y en ausencia de Suárez y Messi demostró que también sabe defenderse sin pelota y logró salir con ventaja de la ida de los cuartos de la Copa con un 1-2 que aumenta los números de los catalanes de pasar a semifinales, algo que se daría casi por hecho si no llega Alves a ponerse la camiseta del Athletic a falta de tres minutos y facilitar el tanto que le supone a los vascos el clavo ardiendo al que agarrarse en busca de un milagro la semana que viene.
Tuvo el Barça momentos de zozobra en el partido, en los que la presión del Athletic dificultó mucho el juego del Barcelona, pero los de Luis Enrique supieron capear con solvencia los peores momentos gracias a un Piqué descomunal y un Ter Stegen sensacional. Superados los primeros minutos de presión del Athletic, el Barça se encomendó a Iniesta, Busquets y Arda, que empezaron a guardar el balón y el Athletic se su fue deshaciendo como un azucarillo. Una conducción por la derecha acabó en el tanto de Munir y otra por la izquierda en el de Neymar. Antes de cumplirse la media hora, el Barcelona había domado a los leones y a un público de San Mamés que de nuevo no falló.
Si la primera parte fue un curso de como mantener la pelota y salvar la presión del rival haciendo daño cada vez que había ocasión por parte del Barça, en la segunda los blaugrana se fueron del partido. O mejor dicho, el Athletic, que subió la agresividad hasta el límite que permite González González (que es muy generoso) logró cortocircuitar al equipo de un Luis Enrique que tampoco moviendo el banquillo encontró el remedio a los males de su equipo.
Valverde, en cambio, introdujo más mordiente en su grupo y el Athletic, puso a prueba a un Ter Stegen que se sacó la espina de la Supercopa, pero que no pudo luchar contra el error de Alves, que le regaló al Athletic el gol de la esperanza.
El Barcelona tiró de oficio y en ausencia de Suárez y Messi demostró que también sabe defenderse sin pelota y logró salir con ventaja de la ida de los cuartos de la Copa con un 1-2 que aumenta los números de los catalanes de pasar a semifinales, algo que se daría casi por hecho si no llega Alves a ponerse la camiseta del Athletic a falta de tres minutos y facilitar el tanto que le supone a los vascos el clavo ardiendo al que agarrarse en busca de un milagro la semana que viene.
Tuvo el Barça momentos de zozobra en el partido, en los que la presión del Athletic dificultó mucho el juego del Barcelona, pero los de Luis Enrique supieron capear con solvencia los peores momentos gracias a un Piqué descomunal y un Ter Stegen sensacional. Superados los primeros minutos de presión del Athletic, el Barça se encomendó a Iniesta, Busquets y Arda, que empezaron a guardar el balón y el Athletic se su fue deshaciendo como un azucarillo. Una conducción por la derecha acabó en el tanto de Munir y otra por la izquierda en el de Neymar. Antes de cumplirse la media hora, el Barcelona había domado a los leones y a un público de San Mamés que de nuevo no falló.
Si la primera parte fue un curso de como mantener la pelota y salvar la presión del rival haciendo daño cada vez que había ocasión por parte del Barça, en la segunda los blaugrana se fueron del partido. O mejor dicho, el Athletic, que subió la agresividad hasta el límite que permite González González (que es muy generoso) logró cortocircuitar al equipo de un Luis Enrique que tampoco moviendo el banquillo encontró el remedio a los males de su equipo.
Valverde, en cambio, introdujo más mordiente en su grupo y el Athletic, puso a prueba a un Ter Stegen que se sacó la espina de la Supercopa, pero que no pudo luchar contra el error de Alves, que le regaló al Athletic el gol de la esperanza.