Última oportunidad para Benítez
El técnico vuelve a jugarse su continuidad en el Real Madrid, que regresa a los entrenamientos con una doble sesión de cara al partido frente a la Real Sociedad
Pablo Pérez
Madrid, El País
La insignificante goleada al Rayo Vallecano (10-2) ocho días atrás daba paso a las vacaciones navideñas más convulsas de los últimos años en el Real Madrid. La humillante derrota ante el Barcelona por 0-4 en el Bernabéu, la esperpéntica eliminación de la Copa del Rey frente al Cádiz; la incapacidad para imponerse a rivales de alto nivel —ganó al Paris Saint-Germain, pero perdió contra el Sevilla y el Villarreal y empató en casa del Atlético—, el mal juego desplegado por el equipo, incapaz de encontrar el equilibrio y la regularidad, y la tensión en el vestuario, dejaban a Rafa Benítez contra las cuerdas antes del parón navideño. Ni las continuas defensas públicas del presidente Florentino Pérez pudieron evitar que, durante estos días, la actualidad del Madrid girara única y exclusivamente en torno a la salida del técnico y a sus posibles sustitutos en el banquillo.
Inmerso en esta situación aterrizó Benítez en el aeropuerto de Barajas el sábado pasado tras sus vacaciones. Y lo ha hecho con mano dura. El Real Madrid regresó ayer a los entrenamientos con una doble sesión —por la mañana y por la tarde— a puerta cerrada después de una semana de descanso. Benítez las programó de cara al partido del miércoles frente a la Real Sociedad. Un encuentro en el que el Madrid cerrará el año en el Bernabéu, que volverá a juzgar una vez más al equipo, al entrenador y al presidente.
Revuelta y dividida, la afición ha mostrado su descontento con sonoras pitadas que arrancaron en el clásico y que últimamente ha tenido que escuchar de forma especial Benítez, quien ha perdido todo crédito con buena parte del público madridista. El Bernabéu ha dejado ver en el actual entrenador la solución a los problemas del Madrid, que se han agravado tras las derrotas contra el Sevilla y el Villarreal y que han dejado a los blancos en tercera posición de la tabla, a dos puntos de Atlético y Barcelona, que tiene un partido menos.
Calendario a favor
Distancias que Benítez confía recortar en las próximas jornadas, en las que el calendario juega a favor del Madrid. Benítez quiere aprovechar estas jornadas para recuperar el crédito perdido en estos meses y asegurarse su continuidad al menos hasta la eliminatoria de Liga de Campeones frente a la Roma, el 17 de febrero. Para ello tendrá que solventar ocho compromisos en los que la visita a un Valencia en horas bajas, el 3 de enero, se antoja como el más complicado. Benítez se sentará en Mestalla siempre y cuando el Madrid se imponga a la Real Sociedad. Solventados estos dos encuentros, los blancos tendrán dos partidos teoricamente asequibles en el Santiago Bernabéu. Primero, ante una de las revelaciones de la temporada, el Deportivo de La Coruña, que cerrará la primera vuelta del campeonato, y después contra el Sporting de Gijón de Abelardo. Acto seguido viajará al Benito Villamarín para enfrentarse al Betis.
Los de Benítez cerrarán el mes de enero recibiendo al Espanyol, que no gana en el Bernabéu desde 1996. Seis victorias en estos seis encuentros asegurarían a Benítez afrontar la eliminatoria de febrero frente a la Roma como entrenador del Madrid, que antes de la cita europea tendrá que visitar al Granada y enfrentarse al Athletic de Bilbao en casa. Ocho partidos y un mes medio tiene Benítez para dar la vuelta a su situación.
Pablo Pérez
Madrid, El País
La insignificante goleada al Rayo Vallecano (10-2) ocho días atrás daba paso a las vacaciones navideñas más convulsas de los últimos años en el Real Madrid. La humillante derrota ante el Barcelona por 0-4 en el Bernabéu, la esperpéntica eliminación de la Copa del Rey frente al Cádiz; la incapacidad para imponerse a rivales de alto nivel —ganó al Paris Saint-Germain, pero perdió contra el Sevilla y el Villarreal y empató en casa del Atlético—, el mal juego desplegado por el equipo, incapaz de encontrar el equilibrio y la regularidad, y la tensión en el vestuario, dejaban a Rafa Benítez contra las cuerdas antes del parón navideño. Ni las continuas defensas públicas del presidente Florentino Pérez pudieron evitar que, durante estos días, la actualidad del Madrid girara única y exclusivamente en torno a la salida del técnico y a sus posibles sustitutos en el banquillo.
Inmerso en esta situación aterrizó Benítez en el aeropuerto de Barajas el sábado pasado tras sus vacaciones. Y lo ha hecho con mano dura. El Real Madrid regresó ayer a los entrenamientos con una doble sesión —por la mañana y por la tarde— a puerta cerrada después de una semana de descanso. Benítez las programó de cara al partido del miércoles frente a la Real Sociedad. Un encuentro en el que el Madrid cerrará el año en el Bernabéu, que volverá a juzgar una vez más al equipo, al entrenador y al presidente.
Revuelta y dividida, la afición ha mostrado su descontento con sonoras pitadas que arrancaron en el clásico y que últimamente ha tenido que escuchar de forma especial Benítez, quien ha perdido todo crédito con buena parte del público madridista. El Bernabéu ha dejado ver en el actual entrenador la solución a los problemas del Madrid, que se han agravado tras las derrotas contra el Sevilla y el Villarreal y que han dejado a los blancos en tercera posición de la tabla, a dos puntos de Atlético y Barcelona, que tiene un partido menos.
Calendario a favor
Distancias que Benítez confía recortar en las próximas jornadas, en las que el calendario juega a favor del Madrid. Benítez quiere aprovechar estas jornadas para recuperar el crédito perdido en estos meses y asegurarse su continuidad al menos hasta la eliminatoria de Liga de Campeones frente a la Roma, el 17 de febrero. Para ello tendrá que solventar ocho compromisos en los que la visita a un Valencia en horas bajas, el 3 de enero, se antoja como el más complicado. Benítez se sentará en Mestalla siempre y cuando el Madrid se imponga a la Real Sociedad. Solventados estos dos encuentros, los blancos tendrán dos partidos teoricamente asequibles en el Santiago Bernabéu. Primero, ante una de las revelaciones de la temporada, el Deportivo de La Coruña, que cerrará la primera vuelta del campeonato, y después contra el Sporting de Gijón de Abelardo. Acto seguido viajará al Benito Villamarín para enfrentarse al Betis.
Los de Benítez cerrarán el mes de enero recibiendo al Espanyol, que no gana en el Bernabéu desde 1996. Seis victorias en estos seis encuentros asegurarían a Benítez afrontar la eliminatoria de febrero frente a la Roma como entrenador del Madrid, que antes de la cita europea tendrá que visitar al Granada y enfrentarse al Athletic de Bilbao en casa. Ocho partidos y un mes medio tiene Benítez para dar la vuelta a su situación.