¡Patrón de Primera!
Patronato igualó el resultado global y, luego, le ganó por penales 6-5 a Santamarina y llegó a la elite del fútbol argentino. El arquero Bértoli fue el héroe de la jornada: le atajó el tiro definitivo a Gáspari.
Olé
Merecidísimo, sin lugar a dudas. Patronato se convirtió en el segundo equipo de la B Nacional en alcanzar la Primera División. Sí: al igual que ocurrió hace unas semanas con Atlético Tucumán, el equipo de Iván Delfino consiguió meterse en la elite del fútbol nacional. Y en ese afán, el elenco de Paraná argumentó su hazaña desde adentro del campo de juego.
Porque el 1-3 padecido en Tandil ante Santamarina (en el encuentro correspondiente a la primera final) no amilanó a los entrerrianos y salieron desde el minuto cero a revertir la historia. Así, apoyándose en la actuación de Garrido (metió un golazo de tiro libre y luego asistió a Minetti con un envío aéreo para estampar el 2-0 a favor) y aprovechando la tendencia defensiva del Aurinegro, el Patrón se comió la cancha y puso el marcador global igualado en tres para comenzar a alimentar la ilusión de todos sus hinchas.
Y la coronación, ciertamente, estaba esperándolo desde los 12 pasos. Allí, el elenco paranaense metió todos los tiros y, como no podía ser de otra forma, recurrió a una genialidad de su arquero Sebastián Bértoli. Y él no falló: en la sexta ejecución, se tiró hacia su derecha y, en el camino, se encargó de decretar el ascenso de su equipo ante la atónita mirada de Gáspari, jugador de Santa. Así, en su estadio y ante toda su gente (que celebró, festejó y se fundió en un mismo grito mientras las lágrimas de felicidad y satisfacción comenzaron a florecer), Patronato logró meterse en el fútbol grande de Argentina. Sí: el Patrón es de Primera.
Merecidísimo, sin lugar a dudas. Patronato se convirtió en el segundo equipo de la B Nacional en alcanzar la Primera División. Sí: al igual que ocurrió hace unas semanas con Atlético Tucumán, el equipo de Iván Delfino consiguió meterse en la elite del fútbol nacional. Y en ese afán, el elenco de Paraná argumentó su hazaña desde adentro del campo de juego.
Porque el 1-3 padecido en Tandil ante Santamarina (en el encuentro correspondiente a la primera final) no amilanó a los entrerrianos y salieron desde el minuto cero a revertir la historia. Así, apoyándose en la actuación de Garrido (metió un golazo de tiro libre y luego asistió a Minetti con un envío aéreo para estampar el 2-0 a favor) y aprovechando la tendencia defensiva del Aurinegro, el Patrón se comió la cancha y puso el marcador global igualado en tres para comenzar a alimentar la ilusión de todos sus hinchas.
Y la coronación, ciertamente, estaba esperándolo desde los 12 pasos. Allí, el elenco paranaense metió todos los tiros y, como no podía ser de otra forma, recurrió a una genialidad de su arquero Sebastián Bértoli. Y él no falló: en la sexta ejecución, se tiró hacia su derecha y, en el camino, se encargó de decretar el ascenso de su equipo ante la atónita mirada de Gáspari, jugador de Santa. Así, en su estadio y ante toda su gente (que celebró, festejó y se fundió en un mismo grito mientras las lágrimas de felicidad y satisfacción comenzaron a florecer), Patronato logró meterse en el fútbol grande de Argentina. Sí: el Patrón es de Primera.
