Macri desata la primera polémica al nombrar jueces por decreto
El presidente designa magistrados de la Corte Suprema y cosecha críticas hasta de aliados
Alejandro Rebossio
Buenos Aires, El País
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, provocó este martes la primera polémica de su gobierno, de apenas seis días en el cargo. El líder del partido liberal Propuesta Republicana (PRO) decretó el nombramiento de dos magistrados de la Corte Suprema de Argentina hasta que en marzo termine el receso estival legislativo y entonces sean ratificados o rechazados por el Senado. Macri podría haber llamado a sesiones extraordinarias del Congreso para que primero fueran ratificados por dos tercios de los senadores, como establece el mecanismo constitucional, y después comenzaran a actuar, pero quiso evitarlas. En el Senado, el kirchnerismo cuenta con mayoría absoluta.
La decisión del nuevo presidente desencadenó una ola de rechazos no solo en el kirchnerismo sino también en el resto de la oposición, entre prestigiosos juristas y en el partido aliado de PRO en el Gobierno, la Unión Cívica Radical (UCR, centro). "No encuentro razones para que (el nombramiento de jueces) sea por un decreto y no a través de un envío al Senado y una convocatoria a (sesiones) extraordinarias si es que hay celeridad”, criticó el senador radical y exvicepresidente argentino Julio Cobos.
El jurista radical Ricardo Gil Lavedra también rechazó el modo de nombramiento: “En lo que toca al Estado de Derecho es insostenible. (Macri) acaba de nombrar a dos jueces provisorios, que no son independientes porque están a tiro por decreto. Me parece que aunque el presidente no lo diga, son jueces de Macri, tanto su designación y remoción dependen de su exclusiva voluntad. Esto le hace un daño notable a la independencia judicial y a los principios republicanos”. Gil Lavedra reconoció los “buenos antecedentes” de los dos magistrados nombrados, Horacio Rosatti, exministro de Justicia del Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), y Carlos Rosenkrantz, rector de la prestigiosa universidad privada de San Andrés, pero señaló la presunta contradicción del jefe de Estado, que en el discurso inaugural de su presidencia había dicho que no habría “jueces macristas”. Durante los Gobierno de los peronistas Carlos Menem (1989-1999) y Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015) la oposición los había acusado de intentos de controlar la justicia. Ahora la sospecha recae sobre Macri. Otro jurista crítico del kirchnerismo, Daniel Sabsay, habló de una "inconstitucionalidad manifiesta”.
Pero no toda la UCR rechazó el método. Su senador Ernesto Sanz defendió a Macri: “La Constitución lo habilita absolutamente”. Justificó la demora en enviar los nombramientos al Senado: "Hay que construir consenso político parlamentario, que todavía no está construido”. También se refirió al motivo de la prisa por cubrir las dos vacantes que había en el máximo tribunal, integrado por un total de cinco jueces: "Hay tres cosas que un presidente no puede sufrir en los primeros tiempos de su gobierno: un fallo de la Corte en contra, una votación en contra del Congreso y un paro sindical. Es cierto que nunca hubo antecedentes similares (de nombramiento por decreto) con jueces de la Corte, pero alguna vez tenía que ser la primera”.
El ministro de Justicia de Argentina, Germán Garavano, también intentó explicar la medida: “El presidente optó por resolver para aventar todos estos intentos de generar acuerdos sobre una cosa tan trascendente como los ministros de la Corte”. El decreto de Macri se ampara en el artículo 99 de la Constitución, que lo faculta a "llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión (por decreto, hasta su ratificación parlamentaria) que expirarán al fin de la próxima legislatura (30 de noviembre)".
El jefe del grupo de senadores kirchneristas, Miguel Ángel Pichetto, deseó que Macri “recapacite”. “Si esto lo hubiera hecho el anterior Gobierno, no quiero imaginarme lo que estarían diciendo”, añadió Pichetto. Un diputado correligionario, Andrés Larroque, recriminó al nuevo presidente con los mismo calificativos con los que se criticaba al kirchnerismo: “poco republicano y poco democrático”. Y prometió una reacción.
En el resto de la oposición también reinó el rechazo. El diputado peronista antikirchnerista Sergio Massa reclamó que Macri dé marcha atrás. "Ni Cristina Kirchner se animó a tanto”, disparó la diputada progresista Margarita Stolbizer.
Macri se estrenó este lunes con una rebaja del impuesto a la exportación agrícola, una medida que era compartida por algunos kirchneristas aunque otros advierten de que está impactando en una mayor inflación. En lo que resta de la semana liberará el cepo (control) cambiario con la consiguiente fuerte devaluación del peso, una medida cuestionada por quienes reclamaban ir de a poco para acotar el impacto en el coste de vida. Pero ninguno de esos debates iguala la fuerte polémica institucional que ha desatado el inesperado nombramiento por decreto de dos jueces del máximo tribunal de Argentina.
Alejandro Rebossio
Buenos Aires, El País
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, provocó este martes la primera polémica de su gobierno, de apenas seis días en el cargo. El líder del partido liberal Propuesta Republicana (PRO) decretó el nombramiento de dos magistrados de la Corte Suprema de Argentina hasta que en marzo termine el receso estival legislativo y entonces sean ratificados o rechazados por el Senado. Macri podría haber llamado a sesiones extraordinarias del Congreso para que primero fueran ratificados por dos tercios de los senadores, como establece el mecanismo constitucional, y después comenzaran a actuar, pero quiso evitarlas. En el Senado, el kirchnerismo cuenta con mayoría absoluta.
La decisión del nuevo presidente desencadenó una ola de rechazos no solo en el kirchnerismo sino también en el resto de la oposición, entre prestigiosos juristas y en el partido aliado de PRO en el Gobierno, la Unión Cívica Radical (UCR, centro). "No encuentro razones para que (el nombramiento de jueces) sea por un decreto y no a través de un envío al Senado y una convocatoria a (sesiones) extraordinarias si es que hay celeridad”, criticó el senador radical y exvicepresidente argentino Julio Cobos.
El jurista radical Ricardo Gil Lavedra también rechazó el modo de nombramiento: “En lo que toca al Estado de Derecho es insostenible. (Macri) acaba de nombrar a dos jueces provisorios, que no son independientes porque están a tiro por decreto. Me parece que aunque el presidente no lo diga, son jueces de Macri, tanto su designación y remoción dependen de su exclusiva voluntad. Esto le hace un daño notable a la independencia judicial y a los principios republicanos”. Gil Lavedra reconoció los “buenos antecedentes” de los dos magistrados nombrados, Horacio Rosatti, exministro de Justicia del Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007), y Carlos Rosenkrantz, rector de la prestigiosa universidad privada de San Andrés, pero señaló la presunta contradicción del jefe de Estado, que en el discurso inaugural de su presidencia había dicho que no habría “jueces macristas”. Durante los Gobierno de los peronistas Carlos Menem (1989-1999) y Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015) la oposición los había acusado de intentos de controlar la justicia. Ahora la sospecha recae sobre Macri. Otro jurista crítico del kirchnerismo, Daniel Sabsay, habló de una "inconstitucionalidad manifiesta”.
Pero no toda la UCR rechazó el método. Su senador Ernesto Sanz defendió a Macri: “La Constitución lo habilita absolutamente”. Justificó la demora en enviar los nombramientos al Senado: "Hay que construir consenso político parlamentario, que todavía no está construido”. También se refirió al motivo de la prisa por cubrir las dos vacantes que había en el máximo tribunal, integrado por un total de cinco jueces: "Hay tres cosas que un presidente no puede sufrir en los primeros tiempos de su gobierno: un fallo de la Corte en contra, una votación en contra del Congreso y un paro sindical. Es cierto que nunca hubo antecedentes similares (de nombramiento por decreto) con jueces de la Corte, pero alguna vez tenía que ser la primera”.
El ministro de Justicia de Argentina, Germán Garavano, también intentó explicar la medida: “El presidente optó por resolver para aventar todos estos intentos de generar acuerdos sobre una cosa tan trascendente como los ministros de la Corte”. El decreto de Macri se ampara en el artículo 99 de la Constitución, que lo faculta a "llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión (por decreto, hasta su ratificación parlamentaria) que expirarán al fin de la próxima legislatura (30 de noviembre)".
El jefe del grupo de senadores kirchneristas, Miguel Ángel Pichetto, deseó que Macri “recapacite”. “Si esto lo hubiera hecho el anterior Gobierno, no quiero imaginarme lo que estarían diciendo”, añadió Pichetto. Un diputado correligionario, Andrés Larroque, recriminó al nuevo presidente con los mismo calificativos con los que se criticaba al kirchnerismo: “poco republicano y poco democrático”. Y prometió una reacción.
En el resto de la oposición también reinó el rechazo. El diputado peronista antikirchnerista Sergio Massa reclamó que Macri dé marcha atrás. "Ni Cristina Kirchner se animó a tanto”, disparó la diputada progresista Margarita Stolbizer.
Macri se estrenó este lunes con una rebaja del impuesto a la exportación agrícola, una medida que era compartida por algunos kirchneristas aunque otros advierten de que está impactando en una mayor inflación. En lo que resta de la semana liberará el cepo (control) cambiario con la consiguiente fuerte devaluación del peso, una medida cuestionada por quienes reclamaban ir de a poco para acotar el impacto en el coste de vida. Pero ninguno de esos debates iguala la fuerte polémica institucional que ha desatado el inesperado nombramiento por decreto de dos jueces del máximo tribunal de Argentina.