Los atracadores de base militar tienen nexos con droga y trata
Sergio Mendoza / La Paz
Los seis delincuentes que asaltaron la base de la Armada Boliviana en Nueva Esperanza, Pando, ya fueron identificados, según el ministro de Defensa, Reymi Ferreira. Éstos tienen vínculos con el tráfico de droga, oro y personas.
"Se tiene identificados a los seis, están con orden de captura. Son cinco brasileños y uno es boliviano, se tiene los nombres, pero no se pueden dar todavía. Es gente que vive del oro, narcotráfico y trata de personas”, informó ayer el Ministro de Defensa en conferencia de prensa.
La noche del domingo, una banda delictiva armada asaltó la Capitanía del puerto de la comunidad Nueva Esperanza, instalada a orillas del río Madera, que separa a Bolivia de Brasil.
De allí se llevaron 11 fusiles AK-T, 180 cartuchos, ocho celulares, una laptop, tres pistolas reglamentarias, un sable, tres bayonetas y dinero del bono Dignidad.
Nueve militares (seis marineros, un sargento y dos oficiales) fueron reducidos y conducidos hasta territorio del vecino país, donde los liberaron y abandonaron en un bote.
La Policía Boliviana coordina la captura de los asaltantes con la Policía Federal de Brasil. Ferreira explicó que son parte de grupos delictivos que tienen el mismo modo de operar: asaltos a puestos militares, de Policía, asentamientos mineros, ganaderos y plantaciones de cacao.
En este último caso tenían la intención de llevarse el dinero del bono Dignidad; sin embargo, éste ya había sido repartido, por lo que se robaron todo lo que pudieron.
Los nueve militares que se encontraban en el puesto de la Armada serán procesados en la justicia militar por faltas graves. "No es posible que una guarnición, por más reducida que sea, sea tomada por una fuerza delictiva sin defensa alguna. Eso no es aceptable. Imaginen lo que es para un militar perder las armas en tiempo de paz”, manifestó la autoridad de gobierno.
Con el fin de reforzar la seguridad en este puerto se envió a 20 militares de la Armada, además de armamento de guerra.
Aunque se presume que hubo indisciplina en la guardia del puesto, el asalto dejó una lección: "Se debe mejorar la comunicación, la disciplina. Esto nos alerta”, añadió Ferreira.
Los seis delincuentes que asaltaron la base de la Armada Boliviana en Nueva Esperanza, Pando, ya fueron identificados, según el ministro de Defensa, Reymi Ferreira. Éstos tienen vínculos con el tráfico de droga, oro y personas.
"Se tiene identificados a los seis, están con orden de captura. Son cinco brasileños y uno es boliviano, se tiene los nombres, pero no se pueden dar todavía. Es gente que vive del oro, narcotráfico y trata de personas”, informó ayer el Ministro de Defensa en conferencia de prensa.
La noche del domingo, una banda delictiva armada asaltó la Capitanía del puerto de la comunidad Nueva Esperanza, instalada a orillas del río Madera, que separa a Bolivia de Brasil.
De allí se llevaron 11 fusiles AK-T, 180 cartuchos, ocho celulares, una laptop, tres pistolas reglamentarias, un sable, tres bayonetas y dinero del bono Dignidad.
Nueve militares (seis marineros, un sargento y dos oficiales) fueron reducidos y conducidos hasta territorio del vecino país, donde los liberaron y abandonaron en un bote.
La Policía Boliviana coordina la captura de los asaltantes con la Policía Federal de Brasil. Ferreira explicó que son parte de grupos delictivos que tienen el mismo modo de operar: asaltos a puestos militares, de Policía, asentamientos mineros, ganaderos y plantaciones de cacao.
En este último caso tenían la intención de llevarse el dinero del bono Dignidad; sin embargo, éste ya había sido repartido, por lo que se robaron todo lo que pudieron.
Los nueve militares que se encontraban en el puesto de la Armada serán procesados en la justicia militar por faltas graves. "No es posible que una guarnición, por más reducida que sea, sea tomada por una fuerza delictiva sin defensa alguna. Eso no es aceptable. Imaginen lo que es para un militar perder las armas en tiempo de paz”, manifestó la autoridad de gobierno.
Con el fin de reforzar la seguridad en este puerto se envió a 20 militares de la Armada, además de armamento de guerra.
Aunque se presume que hubo indisciplina en la guardia del puesto, el asalto dejó una lección: "Se debe mejorar la comunicación, la disciplina. Esto nos alerta”, añadió Ferreira.