La empresa privada pierde $us 2.000 millones al año por violencia machista, según estudio
ANF / La Paz
La violencia contra las mujeres en relaciones de pareja en Bolivia está causando una pérdida empresarial, por el ausentismo al centro laboral, de 52 millones 858 mil días al año, lo que equivale a 183 mil 536 personas trabajando a tiempo completo con cero productividad.
"Los costos empresariales de la violencia contra las mujeres en Bolivia", la primera investigación de esta índole en el país, ha sido realizada este año por un equipo multidisciplinario dirigido por Arístides Vara-Horna, por encargo del Programa Regional ComVoMujer. El estudio concluye que las empresas pierden algo más de 1.976 millones de dólares al año (aproximadamente 13.640 millones de bolivianos), producto de la violencia contra las mujeres. El monto equivale al 6,5% del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia.
Advierte que el sector empresarial vive una realidad no revelada que afecta seriamente el clima laboral. Los datos indican que el 58% del personal ha estado involucrado directamente en relaciones violentas con sus parejas, sea como agredidas (54,8%) o como agresores (59,7%), en algún momento de su relación. En el último año, 52% del personal ha experimentado episodios de violencia, sea como agredida (48,7%) o agresor (53,8%).
Sólo el 6% no reporta violencia contra la mujer en el último año, pero antes sí. Según la investigación "la violencia contra la mujer no solo es costosa para las empresas donde la población laboral es principal o mayoritariamente femenina, sino que incluso las empresas que cuentan solo con colaboradores hombres tienen pérdidas cuando éstos atacan a sus parejas".
El estudio financiado por la cooperación alemana aplicó 7.343 cuestionarios al personal de 31 empresas medianas y grandes de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, pioneras en reconocer la importancia de este grave flagelo para su personal y organización. Del total de las entrevistas, 2.705 fueron realizadas a mujeres y 4.638 a hombres de cinco sectores empresariales.
El 47,3% de la industria manufacturera, el 24,5% del sector bancario, 11% del sector de telecomunicaciones, el 9,6% del rubro de servicios y el 7,7% del sector comercial. La investigación revela que, al margen del tamaño de la empresa, cuatro de cada diez trabajadoras han sido atacadas por sus parejas en un promedio de 28 veces, en el último año; mientras que cinco de cada diez trabajadores han agredido a sus parejas 19 veces. El 39% de los ataques se realizaron en las instalaciones de la empresa o alrededores.
El impacto de la violencia contra la mujer repercute a nivel general en el clima laboral. Por cada 100 miembros del personal, 36 han atestiguado situaciones de violencia en sus colegas. De este grupo, el 58,3% ha reportado algún efecto en la productividad con un costo de 13,7 días de trabajo para las empresas.
La dinámica de la violencia contra la mujer en el sector empresarial es ya conocida, "empieza con ataques muy leves, con mecanismos de control psicológico y social para dominar a la pareja, pero con el tiempo va aumentando en gravedad". Destaca que en las primeras etapas es frecuente que tanto las agredidas como los agresores no reconozcan estas experiencias como violencia, sino solo como "desavenencias o peleas o discusiones".
En la investigación se ha encontrado que el 22,9% ha solicitado ayuda a sus colegas de trabajo cuando ha sufrido episodios de violencia. Ello explica que el 36% haya atestiguado situaciones de violencia contra la mujer en sus colegas. Por causa de la violencia contra la mujer, las empresas pierden 11,6 días laborales al año por ausentismo, a lo que se suman las pérdidas de 22,4 días año por cada agredida/agresor presente en el trabajo pero con baja productividad, ausentismo o rotación de personal.
El estudio ha evidenciado que muchas gerencias subestiman estos impactos, pero ha dejado en claro que "prevenir un ataque, uno solo, es evitar que se pierda la productividad de un día de trabajo. Disminuye la productividad, la calidad de vida y el desarrollo" pero también tiene impactos significativos "en el clima organizacional y la imagen de la organización".
La violencia contra las mujeres en relaciones de pareja en Bolivia está causando una pérdida empresarial, por el ausentismo al centro laboral, de 52 millones 858 mil días al año, lo que equivale a 183 mil 536 personas trabajando a tiempo completo con cero productividad.
"Los costos empresariales de la violencia contra las mujeres en Bolivia", la primera investigación de esta índole en el país, ha sido realizada este año por un equipo multidisciplinario dirigido por Arístides Vara-Horna, por encargo del Programa Regional ComVoMujer. El estudio concluye que las empresas pierden algo más de 1.976 millones de dólares al año (aproximadamente 13.640 millones de bolivianos), producto de la violencia contra las mujeres. El monto equivale al 6,5% del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia.
Advierte que el sector empresarial vive una realidad no revelada que afecta seriamente el clima laboral. Los datos indican que el 58% del personal ha estado involucrado directamente en relaciones violentas con sus parejas, sea como agredidas (54,8%) o como agresores (59,7%), en algún momento de su relación. En el último año, 52% del personal ha experimentado episodios de violencia, sea como agredida (48,7%) o agresor (53,8%).
Sólo el 6% no reporta violencia contra la mujer en el último año, pero antes sí. Según la investigación "la violencia contra la mujer no solo es costosa para las empresas donde la población laboral es principal o mayoritariamente femenina, sino que incluso las empresas que cuentan solo con colaboradores hombres tienen pérdidas cuando éstos atacan a sus parejas".
El estudio financiado por la cooperación alemana aplicó 7.343 cuestionarios al personal de 31 empresas medianas y grandes de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, pioneras en reconocer la importancia de este grave flagelo para su personal y organización. Del total de las entrevistas, 2.705 fueron realizadas a mujeres y 4.638 a hombres de cinco sectores empresariales.
El 47,3% de la industria manufacturera, el 24,5% del sector bancario, 11% del sector de telecomunicaciones, el 9,6% del rubro de servicios y el 7,7% del sector comercial. La investigación revela que, al margen del tamaño de la empresa, cuatro de cada diez trabajadoras han sido atacadas por sus parejas en un promedio de 28 veces, en el último año; mientras que cinco de cada diez trabajadores han agredido a sus parejas 19 veces. El 39% de los ataques se realizaron en las instalaciones de la empresa o alrededores.
El impacto de la violencia contra la mujer repercute a nivel general en el clima laboral. Por cada 100 miembros del personal, 36 han atestiguado situaciones de violencia en sus colegas. De este grupo, el 58,3% ha reportado algún efecto en la productividad con un costo de 13,7 días de trabajo para las empresas.
La dinámica de la violencia contra la mujer en el sector empresarial es ya conocida, "empieza con ataques muy leves, con mecanismos de control psicológico y social para dominar a la pareja, pero con el tiempo va aumentando en gravedad". Destaca que en las primeras etapas es frecuente que tanto las agredidas como los agresores no reconozcan estas experiencias como violencia, sino solo como "desavenencias o peleas o discusiones".
En la investigación se ha encontrado que el 22,9% ha solicitado ayuda a sus colegas de trabajo cuando ha sufrido episodios de violencia. Ello explica que el 36% haya atestiguado situaciones de violencia contra la mujer en sus colegas. Por causa de la violencia contra la mujer, las empresas pierden 11,6 días laborales al año por ausentismo, a lo que se suman las pérdidas de 22,4 días año por cada agredida/agresor presente en el trabajo pero con baja productividad, ausentismo o rotación de personal.
El estudio ha evidenciado que muchas gerencias subestiman estos impactos, pero ha dejado en claro que "prevenir un ataque, uno solo, es evitar que se pierda la productividad de un día de trabajo. Disminuye la productividad, la calidad de vida y el desarrollo" pero también tiene impactos significativos "en el clima organizacional y la imagen de la organización".