La BBC da buenas noticias
Madrid, As
Con la cooperación necesaria de un Getafe de gomaespuma, el Madrid avanzó en su intento de recobrar la normalidad deportiva, de recomponer la figura, de borrar su estampa de musa de comparsas gaditanas. Benzema despejó su cabeza con dos goles exprés y Bale y Cristiano recuperaron el gusto por el contragolpe, suerte oxidada desde la salida de Mourinho. Había un tesoro a espaldas de la zaga del Getafe y supieron encontrarlo.
Pero el equipo fue más que el estirón de la BBC. El ‘barcelonazo’ ha descontaminado de algunos vicios al equipo. Después de la paliza, el equipo se ha refugiado en la solidaridad y la ética del trabajo. Se vio ante el Shakhtar, se vio ante el Eibar. Mudarse al barrio obrero le ha ido bien. También volverse a poner en manos de James, en cuya izquierda radica la mayor sabiduría del equipo. El colombiano se sintió cómodo en ese papel de tercer centrocampista que un día, para cuadrar el círculo de Florentino, Ancelotti reservó a Di María. Ahí ofrece actividad y sacrificio y ahuyenta la querencia de Benítez a limpiárselo en cuanto puede.
La alineación, con el Bernabéu emberrenchinado (hubo pitos para Benítez y gritos de “Florentino, dimisión”), fue de paz (con el público) y alegría, con Lucas Vázquez de lateral derecho con mucho vuelo. Llegó y llegó, con ambición y sentido, mandando el mensaje de cogerá su maleta y se mudará allá donde haya un puesto de trabajo. Lo mismo que Sergi Roberto le dijo a Luis Enrique no hace demasiado. De su trashumancia sacó mucho provecho el Madrid, pero está por pasar el examen defensivo ante una adversario que exija más.
Al Getafe, que llegaba como el visitante menos reputado de la Liga, le cogió de lleno el vendaval. Fue de una ternura sonrojante. Lo regaló todo, no tuvo fiereza ni espíritu, le remataron por tierra, mar y aire, de lejos y en el área pequeña. El primer gol de Benzema le quitó el tapón al partido y el Getafe se fue por el desagüe. Y el Madrid completó un abordaje sencillo sobre un equipo extraordinariamente permeable en el que Lacen se vio abandonado en ese papel de pivote único.
Y así fueron cayendo los goles. Benzema empezó con la derecha y acabó con la izquierda, Bale recibió entusiasmado una dejada de Cristiano y el portugués también agradeció un envío al espacio que cruzó con eficacia. Todo bajo la supervisión de Modric, de largo el jugador de más peso del equipo. Cuesta encontrarle defectos y malos partidos. Benítez le guarda como oro en paño y con todo el pescado vendido le quitó minutos y riesgos a la hora de partido
Lo que resultó inevitable fue el enésimo sesteo final. Sólo Kovacic, que necesita dejarse ver. puso empeño de verdad. El Getafe, que debió contar antes con Pedro León, acabó salvando su honor con un cabezazo de Alexis, que sólo sirvió para enfadar a Benítez. Encajar un gol de córner siempre acaba señalando al entrenador, que debe profundizar en la causa de las pérdidas de pulso.