La abrupta devaluación del peso argentino de más del 30% en un solo día
Argentina, BBC
Algunos estaban pidiendo este cambio desde hace años. Otros aguardaban la noticia con algo de temor.Pero para todos este jueves en Argentina se terminó la restricción para comprar dólares y se inauguró una nueva c
otización del peso, que vale ahora en torno a un 30% menos que el miércoles con respecto al dólar, según fuentes oficiales.
Se trata de una fuerte devaluación de la moneda argentina en tan un sólo día. Fuentes independientes calculan que el peso perdió aún más frente a la divisa estadounidense: un 40%.
El gobierno de Mauricio Macri dijo que el impacto de la medida estuvo bajo control y que no hubo histeria ni corridas bancarias. Añadió que, por eso, no fue necesaria la intervención del Banco Central de la República Agentina (BCRA).
Sin embargo, el monto de operaciones de cambio fue muy bajo: unos US$125 millones (la mitad que el último día con restricciones). Por eso, varios analistas económicos temen que el verdadero impacto del levantamiento del "cepo" cambiario se sienta en los próximos días.
Hay temores de una fuerte pérdida de valor de los salarios, además de que se dispare la ya alta inflación que sufre Argentina, todo lo cual podría conducir a conflictos sociales.
Además, el límite para comprar se ubica ahora a dos millones de dólares al mes, como antes de que comenzaran las restricciones en 2011.
Mientras ayer el dólar se compraba por 9,8 pesos, este jueves alcanzó precios de hasta 14 en el mercado de cambio.
En la céntrica calle Florida de Buenos Aires, donde suelen trabajar los arbolitos –vendedores informales de divisas-, todavía se escucha el sonido del "cambio cambio", aunque por sus caras de preocupación muchos saben que pueden quedarse pronto sin trabajo.
Porque muchos argentinos ya no necesitaran acudir a sus "cuevas" u oficinas ilegales de cambio para conseguir dólares.
La nueva política del gobierno de Macri entusiasmó a muchos argentinos de clase media y alta, que suelen comprar la moneda estadounidense como una forma de asegurar sus ahorros ante los vaivenes económicos de su país.
Pero generó incertidumbre sobre cuál sería el impacto que tendría en los precios. Especialmente ante el temor de que esta brusca bajada del tipo de cambio –que la oposición califica como una megadevaluación encubierta- pueda disparar el precio de los productos en un país que ya de por sí sufre de fuertes problemas de inflación.
"Esperaba la noticia y me parece que es algo bueno. Ya no me siento tan vigilado ni limitado, soy más libre de poder emprender", le dice a BBC Mundo Edmond, un joven empresario.
Hasta ahora, la entrega de dólares dependía de una autorización de la AFIP, que calculaba la cantidad que un ahorrista podía comprar según su salario y contribuciones fiscales, aunque la fórmula de estimación siempre estuvo cuestionada por falta de transparencia.
"Yo que tengo un pequeño negocio gastronómico llevo queriendo traer desde Europa unos equipos para mi cocina que hasta ahora por las restricciones se me dificultaba importar por problemas para pagarles en divisa extranjera. Ahora parece que podremos hacer la transferencia para el pago", cuenta.
Ante el temor entre algunos sectores productivos argentinos, como ensambladores, de que el gobierno pueda ahora facilitar la importación de productos del exterior, el ministro del Interior aclaró que no se abrirá la importación "de forma indiscriminada".
"Y en cuanto al impacto que pueda tener en los precios, en realidad éste ya era el tipo de cambio que pagábamos antes en operaciones bancarias y con tarjetas, a las que además se les añadía hasta un 35% si comprabas en el exterior. Creo que en mi vida diaria, todo va a seguir igual", añade Edmond.
"Es una buena noticia porque es aceptar una realidad que estaba siendo ocultada, pero me asusta el impacto, me da miedo que aumenten los precios y mi salario no vaya a aumentar", le dice a BBC Mundo.
En las últimas semanas, incluso antes de que asumiera el gobierno de Macri, los rumores de una devaluación animaron a numerosos empresarios y productores a aumentar el precio de algunos productos, como medicamentos y alimentos.
"En unos días estoy viajando de vacaciones y me va a salir más caro todo. Este va a ser un año turbulento hasta que nos acomodemos", asegura.
Desde algunos sectores, desde la izquierda hasta los sindicatos, se mira con desconfianza el anuncio del gobierno.
"Sube el dólar, suben los precios, bajan los sueldos", titulaba este jueves el diario Página12, referente de los medios de izquierda en Argentina.
En la imagen de portada, Alfonso Prat Gay, flamante ministro de Hacienda y artífice del anuncio.
"Los trabajadores no estamos dispuestos a perder el poder adquisitivo", dijo por su parte el representante de los transportistas, uno de los gremios más poderosos del país, Hugo Moyano.
El líder sindicalista advirtió que exigirá a los empresarios un aumento de los salarios del 28% este año para compensar la inflación y la depreciación del peso: "Esto tiene aroma a los 90".
Algunos estaban pidiendo este cambio desde hace años. Otros aguardaban la noticia con algo de temor.Pero para todos este jueves en Argentina se terminó la restricción para comprar dólares y se inauguró una nueva c
otización del peso, que vale ahora en torno a un 30% menos que el miércoles con respecto al dólar, según fuentes oficiales.
Se trata de una fuerte devaluación de la moneda argentina en tan un sólo día. Fuentes independientes calculan que el peso perdió aún más frente a la divisa estadounidense: un 40%.
El gobierno de Mauricio Macri dijo que el impacto de la medida estuvo bajo control y que no hubo histeria ni corridas bancarias. Añadió que, por eso, no fue necesaria la intervención del Banco Central de la República Agentina (BCRA).
Sin embargo, el monto de operaciones de cambio fue muy bajo: unos US$125 millones (la mitad que el último día con restricciones). Por eso, varios analistas económicos temen que el verdadero impacto del levantamiento del "cepo" cambiario se sienta en los próximos días.
Hay temores de una fuerte pérdida de valor de los salarios, además de que se dispare la ya alta inflación que sufre Argentina, todo lo cual podría conducir a conflictos sociales.
Sin trámites
En el primer día sin "cepo", las casas de cambio y algunos bancos empezaron a vender de nuevo dólares a los argentinos, sin que estos tuvieran que pasar por los complejos trámites de la agencia nacional de recaudación fiscal, la AFIP, como hasta el miércoles.Además, el límite para comprar se ubica ahora a dos millones de dólares al mes, como antes de que comenzaran las restricciones en 2011.
Mientras ayer el dólar se compraba por 9,8 pesos, este jueves alcanzó precios de hasta 14 en el mercado de cambio.
En la céntrica calle Florida de Buenos Aires, donde suelen trabajar los arbolitos –vendedores informales de divisas-, todavía se escucha el sonido del "cambio cambio", aunque por sus caras de preocupación muchos saben que pueden quedarse pronto sin trabajo.
Porque muchos argentinos ya no necesitaran acudir a sus "cuevas" u oficinas ilegales de cambio para conseguir dólares.
La nueva política del gobierno de Macri entusiasmó a muchos argentinos de clase media y alta, que suelen comprar la moneda estadounidense como una forma de asegurar sus ahorros ante los vaivenes económicos de su país.
"No me siento tan limitado"
Pero generó incertidumbre sobre cuál sería el impacto que tendría en los precios. Especialmente ante el temor de que esta brusca bajada del tipo de cambio –que la oposición califica como una megadevaluación encubierta- pueda disparar el precio de los productos en un país que ya de por sí sufre de fuertes problemas de inflación.
"Esperaba la noticia y me parece que es algo bueno. Ya no me siento tan vigilado ni limitado, soy más libre de poder emprender", le dice a BBC Mundo Edmond, un joven empresario.
Hasta ahora, la entrega de dólares dependía de una autorización de la AFIP, que calculaba la cantidad que un ahorrista podía comprar según su salario y contribuciones fiscales, aunque la fórmula de estimación siempre estuvo cuestionada por falta de transparencia.
"Yo que tengo un pequeño negocio gastronómico llevo queriendo traer desde Europa unos equipos para mi cocina que hasta ahora por las restricciones se me dificultaba importar por problemas para pagarles en divisa extranjera. Ahora parece que podremos hacer la transferencia para el pago", cuenta.
Ante el temor entre algunos sectores productivos argentinos, como ensambladores, de que el gobierno pueda ahora facilitar la importación de productos del exterior, el ministro del Interior aclaró que no se abrirá la importación "de forma indiscriminada".
"Y en cuanto al impacto que pueda tener en los precios, en realidad éste ya era el tipo de cambio que pagábamos antes en operaciones bancarias y con tarjetas, a las que además se les añadía hasta un 35% si comprabas en el exterior. Creo que en mi vida diaria, todo va a seguir igual", añade Edmond.
"Temor"
Sin embargo, Gustavo, un estudiante de 22 años, asegura que la medida le genera "incertidumbre y cierto temor"."Es una buena noticia porque es aceptar una realidad que estaba siendo ocultada, pero me asusta el impacto, me da miedo que aumenten los precios y mi salario no vaya a aumentar", le dice a BBC Mundo.
En las últimas semanas, incluso antes de que asumiera el gobierno de Macri, los rumores de una devaluación animaron a numerosos empresarios y productores a aumentar el precio de algunos productos, como medicamentos y alimentos.
"En unos días estoy viajando de vacaciones y me va a salir más caro todo. Este va a ser un año turbulento hasta que nos acomodemos", asegura.
Desde algunos sectores, desde la izquierda hasta los sindicatos, se mira con desconfianza el anuncio del gobierno.
"Sube el dólar, suben los precios, bajan los sueldos", titulaba este jueves el diario Página12, referente de los medios de izquierda en Argentina.
En la imagen de portada, Alfonso Prat Gay, flamante ministro de Hacienda y artífice del anuncio.
"Los trabajadores no estamos dispuestos a perder el poder adquisitivo", dijo por su parte el representante de los transportistas, uno de los gremios más poderosos del país, Hugo Moyano.
El líder sindicalista advirtió que exigirá a los empresarios un aumento de los salarios del 28% este año para compensar la inflación y la depreciación del peso: "Esto tiene aroma a los 90".