Krauze reclama en Ayotzinapa el fin de la impunidad en México

El historiador critica la corrupción y la connivencia entre el crimen y la política

Víctor Usón
Ayotzinapa, El País
“¿Cuándo apreciaremos más al hombre que enseña, y no al que mata?”, se planteó Enrique Krauze parafraseando al intelectual mexicano del siglo XIX Melchor Ocampo. El historiador quiso lanzar la pregunta este viernes en el mismo lugar donde aún resuena una de las mayores atrocidades contra estudiantes de las últimas décadas. Ayotzinapa, convertida en símbolo de la impunidad y la injusticia, fue el escenario de un discurso en el que el escritor denunció la ineficacia del Estado en la lucha contra el crimen: “un Estado que no supo proteger la vida de esos 43 estudiantes es un Estado que tiene una deuda”.


“México nos ha decepcionado por estas razones, todas vinculadas entre sí. Violencia, inseguridad, impunidad y corrupción. No solo de los grupos criminales sino también de los políticos aliados con esos grupos criminales”, defendió.

Un discurso en el que Krauze denunció la falta de seguridad que se da en México y en el que también señaló el fin de la impunidad como la “verdadera reforma que necesita el país”. "¿Qué madre mexicana duerme tranquila cuando su hijo sale de noche?”, se preguntó.

El historiador tenía previsto trasladar este mensaje en un acto en la Normal Rural Raúl Isidro Brugos, de donde proceden los estudiantes desaparecidos. Sin embargo, un grupo de familiares de los 43 normalistas le impidieron el paso. “No le vamos a dejar pasar. No le hemos invitado”, defendieron reiteradamente agolpados en las puertas de la escuela.

La postura de esta decena de padres fue inamovible. El acceso estuvo vetado para el historiador. A pesar de que el propio Krauze recalcase que con la visita pretendía trasladar un mensaje de solidaridad a los familiares de los desaparecidos.

“He expresado mi solidaridad desde el momento en que ocurrió la tragedia; la expresé en medios nacionales e internacionales, en artículos, redes sociales… Nunca la he dejado de expresar”, defendió.

Y así lo volvió a hacer aunque para ello tuviera que convertir el restaurante de uno de los maestros de la normal en una improvisada sala de conferencias. Fue la enésima ocasión en la que Krauze denunció la falta de justicia que rodea el caso Ayotzinapa, pero esta vez su discurso era especialmente simbólico. A este acto acudieron otros estudiantes y maestros de aquella escuela golpeada por la violencia.

Además, se celebró en una localidad que representa el México rural, el de los postergados, el de las poblaciones a las que no “llega agua corriente y no hay sistema de drenaje”, como quiso recalcar al conferenciante uno de los asistentes. Es al mismo tiempo el lugar donde se ejecuta el olvido, donde resulta intrascendente el hallazgo de una nueva fosa común, ante el constante descubrimiento de enterramientos ilegales que se produce en la zona.

Y es por todo ello que Krauze quiso reivindicar el valor de esta región, la tierra adoptiva de la escritora Elena Garro. La que fue primera esposa de Octavio Paz se sirvió de este territorio como inspiración para su obra. Una autora que “se adelantó a García Márquez y al realismo mágico por muchos años” cuando publicó Recuerdos del porvenir.

Acostumbrado a ser etiquetado como el Estado más violento del país, Guerrero es también “la columna vertebral de la historia de México”, reivindicó Krauze. Fue el “escenario de las grandes luchas mexicanas” y “donde se sentaron las bases de la República”. Se trata de un territorio que vio nacer a Vicente Guerrero, uno de los líderes de la independencia, y al escritor Ignacio Manuel Altamirano, entre otras ilustres figuras.

“Hay algo simbólico en el hecho de estar hablando aquí ante ustedes, en una capital de la literatura y la historia mexicanas. Una capital modesta que no tiene rascacielos pero que tiene corazón, historia y patriotismo”, señaló.
Educación para la vida práctica

Krauze denunció la falta de oportunidades y prosperidad que se da en esta y otras regiones del país. Y para paliarla reclamó una educación para la vida práctica, en la que se preste especial atención a la parte técnica. “Necesitamos que la gente viva mejor y que sea ya.”

“Créanme que no necesitamos que todo el país tenga un doctorado. Hay muchos doctores en economía que se han robado el tesoro nacional. Esta titulación no es ninguna garantía de limpieza y rectitud”, aseguró.

Y es que el escritor recordó que “la política siempre ha sido sucia”. “Hasta en Estados Unidos les ha salido un loco, un loco con peluca que quiere expulsar a los 11 millones de mexicanos y levantar un muro”, expresó en referencia al aspirante republicano a la Casa Blanca Donald Trump.

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