El hombre en el medio: El nuevo rol de Ángel Di María en el PSG
París, Goal.com
“No es fácil llegar a un club donde hay un buen entendimiento entre sus jugadores e integrarte en el sistema desde el primer día. En Madrid jugamos mucho al contraataque, con más ritmo. Aquí hay más paciencia, el juego es más de posesión”, comentó a Marca en octubre.
Situado a la derecha en el sistema de 4-3-3 que utiliza Laurent Blanc, la primer tarea del argentino fue abrir huecos en las defensas rivales atrayéndolos hacia su banda. Sin embargo, en las últimas semanas el entrenador le ha pedido un cambio para entrar por el centro con más frecuencia valiéndose de sus habilidades técnicas. Fue una decisión que tomó después del partido en casa ante el Saint-Etienne cuando el preparador criticó su partido.
“Ángel aún no se ha adaptado a la filosofía de juego. He hablado con él, sobre todo tras el partido contra el Real Madrid. Le debemos ayudar a adaptarse a nuestro juego. No jugamos como los otros equipos en los que ha estado. Necesitamos sus cualidades para añadirlas a nuestro colectivo y no debilitarnos. No es grave, pero es un poco de lo que salió mal contra el Madrid”.
Después de estas declaraciones, Blanc fue consciente de que el argentino tiene que desempeñar un papel más decisivo. La capacidad goleadora no es una de sus virtudes - sólo una vez ha roto la barrera de 10 goles en una sola temporada (en la 2013-14 con el Madrid) - pero el entrenador no parece interesado en mejorar esta faceta.
"Puede jugar en cualquier sitio. Tenemos que llevar a sus cualidades individuales al equipo. Debemos tratar de crear las mejores condiciones para que pueda apoyar a los demás”, explicó el entrenador.
A los que debe ayudar son, por supuesto, Edinson Cavani y Zlatan Ibrahimovic, que se han encontrado demasiadas veces juntos. El uruguayo tiene la necesidad de estar por detrás del delantero mientras el sueco busca ser más profundo.
Por lo tanto, Di María se encuentra ahora dirigiendo el juego y es capaz de hacer que su pie izquierdo de alegrías a su equipo. La derecha es libre para que Serge Aurier desate su vocación ofensiva aprovechando su gran condición física.
En Angers, donde el PSG acabó con un empate a cero, el argentino estrelló un balón en el poste y ganó una gran cantidad de balones en la medular. En Niza, donde el PSG venció por 3-0, fue en esta posición que el ex jugador de Madrid repartió una asistencia de gol a Ibrahimovic.
Laurent Blanc sigue buscando la versión más decisiva en el juego del equipo francés y ahora lo ha convertido en el arquitecto en la medular
Fue etiquetado como una estrella cuando llegó al Paris Saint-Germain pero Ángel Di María todavía está intentado encontrar su lugar en el Parque de los Príncipes. A pesar de que ha marcado siete goles y ha dado siete asistencias e 17 partido, el argentino aun debe redefinir su posición en un sistema que aún no domina.“No es fácil llegar a un club donde hay un buen entendimiento entre sus jugadores e integrarte en el sistema desde el primer día. En Madrid jugamos mucho al contraataque, con más ritmo. Aquí hay más paciencia, el juego es más de posesión”, comentó a Marca en octubre.
Situado a la derecha en el sistema de 4-3-3 que utiliza Laurent Blanc, la primer tarea del argentino fue abrir huecos en las defensas rivales atrayéndolos hacia su banda. Sin embargo, en las últimas semanas el entrenador le ha pedido un cambio para entrar por el centro con más frecuencia valiéndose de sus habilidades técnicas. Fue una decisión que tomó después del partido en casa ante el Saint-Etienne cuando el preparador criticó su partido.
“Ángel aún no se ha adaptado a la filosofía de juego. He hablado con él, sobre todo tras el partido contra el Real Madrid. Le debemos ayudar a adaptarse a nuestro juego. No jugamos como los otros equipos en los que ha estado. Necesitamos sus cualidades para añadirlas a nuestro colectivo y no debilitarnos. No es grave, pero es un poco de lo que salió mal contra el Madrid”.
Después de estas declaraciones, Blanc fue consciente de que el argentino tiene que desempeñar un papel más decisivo. La capacidad goleadora no es una de sus virtudes - sólo una vez ha roto la barrera de 10 goles en una sola temporada (en la 2013-14 con el Madrid) - pero el entrenador no parece interesado en mejorar esta faceta.
"Puede jugar en cualquier sitio. Tenemos que llevar a sus cualidades individuales al equipo. Debemos tratar de crear las mejores condiciones para que pueda apoyar a los demás”, explicó el entrenador.
A los que debe ayudar son, por supuesto, Edinson Cavani y Zlatan Ibrahimovic, que se han encontrado demasiadas veces juntos. El uruguayo tiene la necesidad de estar por detrás del delantero mientras el sueco busca ser más profundo.
Por lo tanto, Di María se encuentra ahora dirigiendo el juego y es capaz de hacer que su pie izquierdo de alegrías a su equipo. La derecha es libre para que Serge Aurier desate su vocación ofensiva aprovechando su gran condición física.
En Angers, donde el PSG acabó con un empate a cero, el argentino estrelló un balón en el poste y ganó una gran cantidad de balones en la medular. En Niza, donde el PSG venció por 3-0, fue en esta posición que el ex jugador de Madrid repartió una asistencia de gol a Ibrahimovic.