El Frente Nacional, al asalto del poder por vez primera en Francia
Los socialistas buscan una estrategia desesperada en la segunda vuelta de las elecciones regionales para frenar a la ultraderecha
Gabriela Cañas
París, El País
Francia vota este domingo, en pleno estado de excepción por amenaza terrorista, la composición de sus nuevos gobiernos regionales. Todos los sondeos indican que el ultraderechista Frente Nacional se hará por vez primera en su historia con unas importantes parcelas de poder en el país. Dos de las trece regiones en liza en la Francia continental caerán, según los pronósticos, en manos de sus principales espadas: Marine Le Pen en Norte Paso de Calais-Picardía y su sobrina Marion Marechal-Le Pen en Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA). En la primera ronda de estas elecciones que se celebran hoy, el FN sería incluso la lista más votada en la mitad de las regiones.
El asalto al poder del Frente Nacional está a la vista. Gobierna en una docena de localidades y fue el partido más votado en las europeas, pero aún no gestiona grandes presupuestos ni instituciones. Será en estas elecciones regionales, las últimas que celebra Francia antes de la presidenciales de 2017, en las que el partido antiinmigración y antieuropeo obtenga, por vez primera, la posibilidad de gestionar políticas de peso. Entre las competencias de la nuevas regiones, cuyo mapa se diseñó el pasado año, están la gestión de los liceos, la organización de los transportes públicos, la formación profesional, ayudas a las pymes y gestión medioambiental.
Conocedora de sus opciones, la formación ultraderechista ha puesto toda la carne en el asador y presenta como cabezas de lista a sus primeros espadas: además de las Le Pen, figuran dos vicepresidentes, Florian Filippot, y Louis Aliot, compañero sentimental de la presidenta Marine Le Pen, y el secretario general, Nicolas Bay. Los atentados del 13 de noviembre han movilizado, además, a su electorado. La alarma de la mayoría es ahora doble: la amenaza terrorista y el avance del FN. "Las urnas de la angustia", titulaba el sábado en portada Libération.
Feudos de izquierda para las Le Pen
La mayor parte de las regiones de Francia se han escorado a derecha o izquierda a los largo del tiempo menos una: Norte-Paso de Calais. Unida ahora a Picardía, esta cuenca minera ha sido siempre un feudo de la izquierda. Con seis millones de habitantes, parte de su electorado ya se entregó a los mensajes ultranacionalistas del Frente Nacional en las tres últimas citas electorales. La presidencia regional para Marine Le Pen será su trampolín para las presidenciales.
Norte-Paso de Calais-Normandía, al noreste de Francia, es una región castigada por el paro en la que se sitúa la llamada Jungla de Calais, el poblado chabolista donde malviven sin los servicios mínimos más elementales unos 6.000 inmigrantes a la espera de poder cruzar el Canal de la Mancha hasta el Reino Unido. La ultraderecha agita el fantasma del miedo al extranjero. Contra toda evidencia, Marine Le Pen asegura que los calaisianos viven “asediados en los búnkeres de sus casas”, lo que ha calado en la población.
La izquierda gobierna Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA, 4,9 millones de habitantes), al suroeste de Francia, desde 1998, si bien ha sido también el feudo del fundador del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, ahora expulsado del partido. Hoy, su nieta Marion Marechal-Le Pen se dispone a alcanzar el poder que nunca logró su abuelo.
Ante el terremoto político que se avecina, el Partido Socialista está asustado. Este mismo domingo, una vez cerradas las urnas, celebrará una reunión extraordinaria del comité ejecutivo para decidir la estrategia a seguir el domingo 13 cuando se celebre la segunda vuelta de estas regionales. El primer ministro Manuel Valls lleva meses llamando a izquierda y derecha para que se impida “que el FN gane una sola región”.
El presidente socialista saliente de Norte-Paso de Calais, Daniel Percheron, ha hecho un llamamiento al partido para tratar de formar una gran coalición a la alemana con Los Republicanos de Nicolas Sarkozy para frenar al FN. Solo presentando listas fusionadas en la segunda ronda tendría el llamado “frente republicano” opciones de descabalgar a la ultraderecha en algunas regiones. Pero Sarkozy no está dispuesto a ayudar. Su partido optó por el ni-ni (ni Frente Nacional ni frente republicano) y su presidente se ratifica en ello: “No tengo nada que ver con el FN, pero yo combato la política de los socialistas”.
Los Republicanos, aliados con el centro, es, según todos los sondeos, el otro gran vencedor de estos comicios. De las actuales 22 regiones metropolitanas, solo controla Alsacia. Ahora podría gobernar en más de seis de las 13 en liza; entre ellas, la más poblada, île de France, la provincia de París, con doce millones de habitantes. Valérie Pecrésse, exministra de Sarkozy, es la favorita. Ante la marea del FN, otro peso pesado del partido, Christian Estrosi, exministro y alcalde de Niza, ha endurecido su discurso antiinmigración para intentar ganar en PACA a la joven Marion Marechal-Le Pen, de 25 años.
El gran derrotado, siempre según los sondeos, será el Partido Socialista. La izquierda gobierna en 21 de las actuales 22 regiones metropolitanas. Solo tiene aseguradas tres. El ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, ahora capitaneando la guerra contra el terrorismo del ISIS, es el principal valor socialista en estos comicios y el que tiene la victoria al alcance de la mano en Bretaña. Entre los socialistas hay malestar por la falta de ambición demostrada para presentar candidatos, lo que estaría facilitando el ascenso del Frente Nacional. El propio Valls se ha quejado en privado de que la alcaldesa de Lille, Martine Aubry, no diera el paso de enfrentarse a Marine Le Pen en Norte-Paso de Calais-Picardía.
Otra opción que baraja el Partido Socialista es la de retirar sus candidaturas allá donde sea necesario para que el voto se concentre en las listas conservadoras, pero esta alternativa privaría de consejeros regionales al partido durante los próximos seis años. Este, en cualquier caso, en esta primera vuelta va a quedar muy descolgado del FN (31%) y Los Republicanos (30%) en porcentaje nacional de votos: 22%. Así lo señala el sondeo Ipsos publicado este jueves.
Gabriela Cañas
París, El País
Francia vota este domingo, en pleno estado de excepción por amenaza terrorista, la composición de sus nuevos gobiernos regionales. Todos los sondeos indican que el ultraderechista Frente Nacional se hará por vez primera en su historia con unas importantes parcelas de poder en el país. Dos de las trece regiones en liza en la Francia continental caerán, según los pronósticos, en manos de sus principales espadas: Marine Le Pen en Norte Paso de Calais-Picardía y su sobrina Marion Marechal-Le Pen en Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA). En la primera ronda de estas elecciones que se celebran hoy, el FN sería incluso la lista más votada en la mitad de las regiones.
El asalto al poder del Frente Nacional está a la vista. Gobierna en una docena de localidades y fue el partido más votado en las europeas, pero aún no gestiona grandes presupuestos ni instituciones. Será en estas elecciones regionales, las últimas que celebra Francia antes de la presidenciales de 2017, en las que el partido antiinmigración y antieuropeo obtenga, por vez primera, la posibilidad de gestionar políticas de peso. Entre las competencias de la nuevas regiones, cuyo mapa se diseñó el pasado año, están la gestión de los liceos, la organización de los transportes públicos, la formación profesional, ayudas a las pymes y gestión medioambiental.
Conocedora de sus opciones, la formación ultraderechista ha puesto toda la carne en el asador y presenta como cabezas de lista a sus primeros espadas: además de las Le Pen, figuran dos vicepresidentes, Florian Filippot, y Louis Aliot, compañero sentimental de la presidenta Marine Le Pen, y el secretario general, Nicolas Bay. Los atentados del 13 de noviembre han movilizado, además, a su electorado. La alarma de la mayoría es ahora doble: la amenaza terrorista y el avance del FN. "Las urnas de la angustia", titulaba el sábado en portada Libération.
Feudos de izquierda para las Le Pen
La mayor parte de las regiones de Francia se han escorado a derecha o izquierda a los largo del tiempo menos una: Norte-Paso de Calais. Unida ahora a Picardía, esta cuenca minera ha sido siempre un feudo de la izquierda. Con seis millones de habitantes, parte de su electorado ya se entregó a los mensajes ultranacionalistas del Frente Nacional en las tres últimas citas electorales. La presidencia regional para Marine Le Pen será su trampolín para las presidenciales.
Norte-Paso de Calais-Normandía, al noreste de Francia, es una región castigada por el paro en la que se sitúa la llamada Jungla de Calais, el poblado chabolista donde malviven sin los servicios mínimos más elementales unos 6.000 inmigrantes a la espera de poder cruzar el Canal de la Mancha hasta el Reino Unido. La ultraderecha agita el fantasma del miedo al extranjero. Contra toda evidencia, Marine Le Pen asegura que los calaisianos viven “asediados en los búnkeres de sus casas”, lo que ha calado en la población.
La izquierda gobierna Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA, 4,9 millones de habitantes), al suroeste de Francia, desde 1998, si bien ha sido también el feudo del fundador del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, ahora expulsado del partido. Hoy, su nieta Marion Marechal-Le Pen se dispone a alcanzar el poder que nunca logró su abuelo.
Ante el terremoto político que se avecina, el Partido Socialista está asustado. Este mismo domingo, una vez cerradas las urnas, celebrará una reunión extraordinaria del comité ejecutivo para decidir la estrategia a seguir el domingo 13 cuando se celebre la segunda vuelta de estas regionales. El primer ministro Manuel Valls lleva meses llamando a izquierda y derecha para que se impida “que el FN gane una sola región”.
El presidente socialista saliente de Norte-Paso de Calais, Daniel Percheron, ha hecho un llamamiento al partido para tratar de formar una gran coalición a la alemana con Los Republicanos de Nicolas Sarkozy para frenar al FN. Solo presentando listas fusionadas en la segunda ronda tendría el llamado “frente republicano” opciones de descabalgar a la ultraderecha en algunas regiones. Pero Sarkozy no está dispuesto a ayudar. Su partido optó por el ni-ni (ni Frente Nacional ni frente republicano) y su presidente se ratifica en ello: “No tengo nada que ver con el FN, pero yo combato la política de los socialistas”.
Los Republicanos, aliados con el centro, es, según todos los sondeos, el otro gran vencedor de estos comicios. De las actuales 22 regiones metropolitanas, solo controla Alsacia. Ahora podría gobernar en más de seis de las 13 en liza; entre ellas, la más poblada, île de France, la provincia de París, con doce millones de habitantes. Valérie Pecrésse, exministra de Sarkozy, es la favorita. Ante la marea del FN, otro peso pesado del partido, Christian Estrosi, exministro y alcalde de Niza, ha endurecido su discurso antiinmigración para intentar ganar en PACA a la joven Marion Marechal-Le Pen, de 25 años.
El gran derrotado, siempre según los sondeos, será el Partido Socialista. La izquierda gobierna en 21 de las actuales 22 regiones metropolitanas. Solo tiene aseguradas tres. El ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, ahora capitaneando la guerra contra el terrorismo del ISIS, es el principal valor socialista en estos comicios y el que tiene la victoria al alcance de la mano en Bretaña. Entre los socialistas hay malestar por la falta de ambición demostrada para presentar candidatos, lo que estaría facilitando el ascenso del Frente Nacional. El propio Valls se ha quejado en privado de que la alcaldesa de Lille, Martine Aubry, no diera el paso de enfrentarse a Marine Le Pen en Norte-Paso de Calais-Picardía.
Otra opción que baraja el Partido Socialista es la de retirar sus candidaturas allá donde sea necesario para que el voto se concentre en las listas conservadoras, pero esta alternativa privaría de consejeros regionales al partido durante los próximos seis años. Este, en cualquier caso, en esta primera vuelta va a quedar muy descolgado del FN (31%) y Los Republicanos (30%) en porcentaje nacional de votos: 22%. Así lo señala el sondeo Ipsos publicado este jueves.