El expresidente argentino Menem, condenado a prisión por segunda vez
Un tribunal falló en contra del senador y el exministro Domingo Cavallo por malversación
Alejandro Rebossio
Buenos Aires, El País
El expresidente argentino Carlos Menem (1989-1999) recibió este martes su segunda condena a prisión. La primera había sido por contrabando de armas. La segunda es por malversación de fondos públicos. Un tribunal de Buenos Aires falló que el actual senador, 85 años, pagaba salarios ocultos a otros funcionarios. Pero Menem continuará libre porque ninguna de las dos penas han sido aún ratificadas por la Corte Suprema de Argentina y seguirá en el Parlamento hasta 2017 mientras que sus homólogos peronistas lo mantengan con fueros.
El tribunal oral federal número 4 condenó a Menem por los salarios ocultos a cuatro años y medio de cárcel. Por el mismo delito sentencio a tres años y medio de reclusión a Domingo Cavallo, que fue el superministro de Economía del Gobierno de Menem. Juntos fueron quienes en el inicio de la década del 90 aplicaron la receta neoliberal en Argentina, con despidos de empleados de empresas públicas, privatizaciones, apertura comercial y ajuste fiscal.
Cavallo, de 69 años, tampoco irá a prisión todavía porque podrá apelar la sentencia hasta llegar a la Corte Suprema. Además, cuando cumpla los 70, al igual que Menem, podrá acogerse al arresto domiciliario en el caso de que se confirme su condena. Cavallo también fue ministro de Economía del Gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001) y fue entonces cuando su reputación quedó por los suelos al instaurar el ‘corralito’ en plena crisis. Hace dos años intentó ser diputado, pero logró apenas el 1% de los votos en su provincia, Córdoba.
Menem también ha quedado con una mala imagen, pero aún así en 2003 logró el 24% de los votos en las elecciones presidenciales y renunció a participar en la segunda vuelta contra el también peronista de pero izquierda Néstor Kirchner ante una previsible derrota abultada. Además, en su provincia, la norteña La Rioja, aún tiene sus votantes que lo han elegido senador en 2005 y 2011. Si bien en los primeros años como senador se opuso al kirchnerismo, en los últimos tiempos le facilitó que se aprobaran las leyes que pretendía. Quizás por eso los peronistas kirchneristas, con mayoría en el Senado, lo protegieron cuando en 2013 fue condenado por contrabando y la oposición pidió su desafuero.
En el juicio por malversación de fondos públicos fueron absueltos seis exfuncionarios que cobraban los salarios ocultos. Entre las beneficiadas figura una de las pocas políticas que ha pasado una temporada en prisión por corrupción, María Julia Alsoragay, que fue secretario de Medio Ambiente del Gobierno de Menem.
El expresidente argentino también afronta por estos días otro juicio por presunto encubrimiento de los supuestos autores del atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el que murieron 85 personas en 1994 en Buenos Aires. Como es habitual en la justicia argentina, los jueces se atreven a avanzar en las causas de corrupción contra políticos solo cuando estos dejan el poder. Habrá que ver si avanzan investigaciones contra la actual presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cuando el próximo día 10 deje el poder. Ella, por lo pronto, no ha querido postularse a parlamentaria y, por tanto, carecerá de fueros que la protejan. De momento no pesa sobre ella ningún procesamiento, como sí le ocurre a su sucesor, el liberal Mauricio Macri, en una causa por presunto espionaje.
Alejandro Rebossio
Buenos Aires, El País
El expresidente argentino Carlos Menem (1989-1999) recibió este martes su segunda condena a prisión. La primera había sido por contrabando de armas. La segunda es por malversación de fondos públicos. Un tribunal de Buenos Aires falló que el actual senador, 85 años, pagaba salarios ocultos a otros funcionarios. Pero Menem continuará libre porque ninguna de las dos penas han sido aún ratificadas por la Corte Suprema de Argentina y seguirá en el Parlamento hasta 2017 mientras que sus homólogos peronistas lo mantengan con fueros.
El tribunal oral federal número 4 condenó a Menem por los salarios ocultos a cuatro años y medio de cárcel. Por el mismo delito sentencio a tres años y medio de reclusión a Domingo Cavallo, que fue el superministro de Economía del Gobierno de Menem. Juntos fueron quienes en el inicio de la década del 90 aplicaron la receta neoliberal en Argentina, con despidos de empleados de empresas públicas, privatizaciones, apertura comercial y ajuste fiscal.
Cavallo, de 69 años, tampoco irá a prisión todavía porque podrá apelar la sentencia hasta llegar a la Corte Suprema. Además, cuando cumpla los 70, al igual que Menem, podrá acogerse al arresto domiciliario en el caso de que se confirme su condena. Cavallo también fue ministro de Economía del Gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2001) y fue entonces cuando su reputación quedó por los suelos al instaurar el ‘corralito’ en plena crisis. Hace dos años intentó ser diputado, pero logró apenas el 1% de los votos en su provincia, Córdoba.
Menem también ha quedado con una mala imagen, pero aún así en 2003 logró el 24% de los votos en las elecciones presidenciales y renunció a participar en la segunda vuelta contra el también peronista de pero izquierda Néstor Kirchner ante una previsible derrota abultada. Además, en su provincia, la norteña La Rioja, aún tiene sus votantes que lo han elegido senador en 2005 y 2011. Si bien en los primeros años como senador se opuso al kirchnerismo, en los últimos tiempos le facilitó que se aprobaran las leyes que pretendía. Quizás por eso los peronistas kirchneristas, con mayoría en el Senado, lo protegieron cuando en 2013 fue condenado por contrabando y la oposición pidió su desafuero.
En el juicio por malversación de fondos públicos fueron absueltos seis exfuncionarios que cobraban los salarios ocultos. Entre las beneficiadas figura una de las pocas políticas que ha pasado una temporada en prisión por corrupción, María Julia Alsoragay, que fue secretario de Medio Ambiente del Gobierno de Menem.
El expresidente argentino también afronta por estos días otro juicio por presunto encubrimiento de los supuestos autores del atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el que murieron 85 personas en 1994 en Buenos Aires. Como es habitual en la justicia argentina, los jueces se atreven a avanzar en las causas de corrupción contra políticos solo cuando estos dejan el poder. Habrá que ver si avanzan investigaciones contra la actual presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, cuando el próximo día 10 deje el poder. Ella, por lo pronto, no ha querido postularse a parlamentaria y, por tanto, carecerá de fueros que la protejan. De momento no pesa sobre ella ningún procesamiento, como sí le ocurre a su sucesor, el liberal Mauricio Macri, en una causa por presunto espionaje.