Bruselas cancela las celebraciones de Nochevieja por la amenaza terrorista
La Policía belga detiene a otro sospechoso de participar en los atentados de París
Belén Domínguez Cebrián
Bruselas, El País
Ni 24 horas ha tardado el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, en tomar la decisión: los fuegos artificiales de fin de año y las celebraciones para recibir 2016 que estaban planeadas para mañana por la noche en la capital del país han sido "pura y simplemente" canceladas por la amenaza terrorista que reina en la ciudad desde el pasado noviembre.
Mayeur, asesorado por los expertos del Órgano de Coordinación para el Análisis de las Amenazas (OCAM, por sus siglas en francés) y el ministro del Interior, Jan Jambon, ha decidido este miércoles por la noche suspender todas las celebraciones que iban a tener lugar en el centro histórico de la ciudad. El alcalde ha tomado esta medida después de que se conociera que la policía había detenido a dos presuntos terroristas que querían atentar la noche del 31 de diciembre en "lugares emblemáticos", según un comunicado de la Fiscalía. Toda la prensa local había señalado a los típicos y concurridísimos mercados navideños como objetivo número uno así como las comisarías de policía (reforzadas con más seguridad desde el lunes) y los lugares más turísticos como la Grand Place.
La de esta Nochevieja se trata de una situación"excepcional" ante una amenaza de atentado real, según el primer ministro, Charles Michel, aunque no la única. En 2007, los famosos fuegos artificiales que por aquel entonces se celebraban en Mont des Arts (también en el centro) se suspendieron por alerta de atentado, según el diario local La Libre Belgique. Los tradicionales fuegos artificiales congregan a decenas de miles de personas (100.000 en 2014, según Le Soir) en la zona comercial —y desde principios de verano el área peatonal más grande de Europa, según el Ayuntamiento— de De Brouckère, en pleno centro y mañana se esperaban al menos 50.000 asistentes. Mayeur declaró el martes por la noche que la gente, inmediatamente después del espectáculo, se marcha a sus casas dejando entrever que la muchedumbre no dura mucho tiempo. Pero como ha revelado el primer ministro del país: "La decisión [del alcalde] ha sido la correcta, teniendo en cuenta las informaciones que recibimos". Ante tal situación, los medios locales han proporcionado mapas informativos sobre la celebración de fuegos de artificio para recibir el nuevo año en otras ciudades del país como Amberes, Namur o Gante.
El anuncio se hace además de manera casi simultánea al de la última detención de un sospechoso de haber colaborado en los atentados de París que dejaron el pasado 13 de noviembre 130 muertos y más de 300 heridos. La operación policial se ha llevado a cabo este miércoles en el distrito de Molenbeek, estrechamente relacionado con los atentados no sólo de la capital francesa, sino del Thalys el pasado verano, el del Museo Judío de Bruselas y el del semanario francés Charlie Hebdo, a principios de este 2015. El individuo, del que sólo se conoce que es varón, será trasladado mañana a las dependencias judiciales donde las autoridades competentes decidirán si alargan su arresto —en cuyo caso ya sería el décimo encarcelado en Bélgica por vínculos con los ataques de París— o le dejan en libertad.
Bruselas vive desde hace mes y medio bajo una incómoda alerta antiterrorista que pasó en cuestión de cinco días de ser “inminente” (cuatro, el nivel máximo establecido) a “probable” (el tres). Con esa incertidumbre viven los vecinos de Bruselas estas Navidades. “No quiero tomar una decisión precipitada si luego no sucede nada, pero tampoco quiero agregar psicosis en la población”, había dicho el martes por la noche el alcalde. Las informaciones del OCAM, finalmente, han llevado casi in extremis al alcalde a tomar esta "difícil decisión", según el regidor.
Belén Domínguez Cebrián
Bruselas, El País
Ni 24 horas ha tardado el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, en tomar la decisión: los fuegos artificiales de fin de año y las celebraciones para recibir 2016 que estaban planeadas para mañana por la noche en la capital del país han sido "pura y simplemente" canceladas por la amenaza terrorista que reina en la ciudad desde el pasado noviembre.
Mayeur, asesorado por los expertos del Órgano de Coordinación para el Análisis de las Amenazas (OCAM, por sus siglas en francés) y el ministro del Interior, Jan Jambon, ha decidido este miércoles por la noche suspender todas las celebraciones que iban a tener lugar en el centro histórico de la ciudad. El alcalde ha tomado esta medida después de que se conociera que la policía había detenido a dos presuntos terroristas que querían atentar la noche del 31 de diciembre en "lugares emblemáticos", según un comunicado de la Fiscalía. Toda la prensa local había señalado a los típicos y concurridísimos mercados navideños como objetivo número uno así como las comisarías de policía (reforzadas con más seguridad desde el lunes) y los lugares más turísticos como la Grand Place.
La de esta Nochevieja se trata de una situación"excepcional" ante una amenaza de atentado real, según el primer ministro, Charles Michel, aunque no la única. En 2007, los famosos fuegos artificiales que por aquel entonces se celebraban en Mont des Arts (también en el centro) se suspendieron por alerta de atentado, según el diario local La Libre Belgique. Los tradicionales fuegos artificiales congregan a decenas de miles de personas (100.000 en 2014, según Le Soir) en la zona comercial —y desde principios de verano el área peatonal más grande de Europa, según el Ayuntamiento— de De Brouckère, en pleno centro y mañana se esperaban al menos 50.000 asistentes. Mayeur declaró el martes por la noche que la gente, inmediatamente después del espectáculo, se marcha a sus casas dejando entrever que la muchedumbre no dura mucho tiempo. Pero como ha revelado el primer ministro del país: "La decisión [del alcalde] ha sido la correcta, teniendo en cuenta las informaciones que recibimos". Ante tal situación, los medios locales han proporcionado mapas informativos sobre la celebración de fuegos de artificio para recibir el nuevo año en otras ciudades del país como Amberes, Namur o Gante.
El anuncio se hace además de manera casi simultánea al de la última detención de un sospechoso de haber colaborado en los atentados de París que dejaron el pasado 13 de noviembre 130 muertos y más de 300 heridos. La operación policial se ha llevado a cabo este miércoles en el distrito de Molenbeek, estrechamente relacionado con los atentados no sólo de la capital francesa, sino del Thalys el pasado verano, el del Museo Judío de Bruselas y el del semanario francés Charlie Hebdo, a principios de este 2015. El individuo, del que sólo se conoce que es varón, será trasladado mañana a las dependencias judiciales donde las autoridades competentes decidirán si alargan su arresto —en cuyo caso ya sería el décimo encarcelado en Bélgica por vínculos con los ataques de París— o le dejan en libertad.
Bruselas vive desde hace mes y medio bajo una incómoda alerta antiterrorista que pasó en cuestión de cinco días de ser “inminente” (cuatro, el nivel máximo establecido) a “probable” (el tres). Con esa incertidumbre viven los vecinos de Bruselas estas Navidades. “No quiero tomar una decisión precipitada si luego no sucede nada, pero tampoco quiero agregar psicosis en la población”, había dicho el martes por la noche el alcalde. Las informaciones del OCAM, finalmente, han llevado casi in extremis al alcalde a tomar esta "difícil decisión", según el regidor.