Alemania se prepara para deportar a los migrantes balcánicos

Varias ONG denuncian que ya se efectúan redadas y expulsiones sin garantía legal

Enrique Müller
Berlín, El País
En un radical giro en la llamada “cultura de bienvenida” que imperó en Alemania en 2015, cuando miles de alemanes saludaron a la ola de refugiados que llegó al país, las autoridades germanas se aprestan a iniciar una campaña para expulsar a miles de peticionarios de asilo originarios de países balcánicos.


El 4 de septiembre, la canciller Angela Merkel tomó una decisión que convirtió su país en una tierra prometida para decenas de miles de refugiados. Merkel dejó sin efecto las rígidas reglamentaciones europeas y permitió que decenas de miles de refugiados atrapados en Budapest viajaran a Alemania. Desde entonces cerca de un millón de personas han buscado refugio en el país. Pero el movimiento originó una crisis política que puso en duda el liderazgo de Merkel. Para aplacar el descontento popular, el Gobierno endureció en octubre las normas que rigen el asilo en el país.

La modificación más importante tiene que ver con los procedentes de países balcánicos. Una amplia mayoría de diputados aprobó ampliar la lista de países seguros a Kosovo, Albania y Montenegro, que se unen así a Serbia, Macedonia y Bosnia como naciones cuyos peticionarios de asilo pueden ser expulsados de Alemania sin mayores trámites, porque en sus países no existe persecución política ni guerras. El impacto de la medida es grande. Según la Oficina Federal de Migración y Refugiados (BAMF), en los 11 primeros meses de 2015, 152.102 personas, en su mayoría albaneses, kosovares y serbios, abandonaron sus hogares para trasladarse a Alemania.

La medida ya se ha puesto en marcha, denuncia la ONG Pro Asyl, y macedonios y serbios están siendo víctimas de redadas nocturnas en Turingia. “En las últimas semanas se ha desatado una ola de expulsiones. La medida afecta no solo a los balcánicos que llegaron en los últimos meses y cuyas peticiones fueron rechazadas. Los vuelos chárter están llenos de personas cuya permanencia había sido tolerada durante años”, asegura.

Las expulsiones se acelerarán en 2016 con un programa piloto de la Agencia Federal de Migración y Refugiados para devolverle “estructura y orden” a la acogida de refugiados. Se basa en dividirlos en dos grupos “fáciles” y otros dos “complicados”. Los dos grupos “difíciles” son los de personas que no poseen documentos y los refugiados que, según los acuerdos de Dublín, deben ser devueltos al primer país de la UE al que llegaron.

El grupo de los “fáciles” se subdivide entre quienes tienen grandes posibilidades de permanecer en el país y en el de los provenientes de “países seguros” sin casi posibilidad de obtener un permiso. En 48 horas, los aceptados podrán ser distribuidos por el país, mientras que los rechazados serán enviados a centros especiales para ser deportados.

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