Reino Unido renuncia a eliminar las ayudas a trabajadores de rentas bajas

El Gobierno da marcha atrás en su impopular medida
El Ejecutivo protege las partidas de Sanidad, Defensa y Educación de los severos recortes

Pablo Guimón
Londres, El País
El Gobierno británico da marcha atrás en sus planes de recortar las ayudas que reciben las familias trabajadoras con pocos ingresos, los llamados tax credits. La impopular medida se salva de la tanda de recortes que el canciller del Exchequer, George Osborne, ha anunciado este miércoles en el Parlamento para alcanzar su objetivo de acabar con el déficit presupuestario (actualmente en 105.000 millones de euros) para el ejercicio 2019-2020.


Una recaudación fiscal mayor de la prevista y la reducción en los pagos de los intereses de la deuda permiten al Gobierno renunciar a una medida, anunciada hace solo cuatro meses, que habría costado una media de 1.450 euros al año a cerca de tres millones de familias. Se trata de un insólito giro que se interpreta como una victoria de la oposición laborista. La Cámara de los Lores votó en contra de la eliminación de los tax credits el mes pasado y también se oponían firmemente numerosos diputados del propio partido tory, elegidos en circunscripciones con rentas bajas, temerosos de los efectos negativos que el recorte podría tener en sus votantes.

“He escuchado las preocupaciones y las he comprendido. Y dado que hoy estoy en disposición de anunciar una mejora en las finanzas públicas, lo mas sencillo es renunciar a esos cambios”, ha dicho, admitiendo que, en cualquier caso, dichos tax credits tienen los días contados, ya que en 2018 el Gobierno conservador, elegido por mayoría absoluta el pasado 7 de mayo, pretende reformar totalmente el sistema de ayudas públicas.

El dinero extra permite también al Gobierno renunciar a otra medida, anunciada en los días previos a la comparecencia de Osborne, con un alto potencial de riesgo político: los recortes en el presupuesto de la policía. “Este es el momento de apoyar a la policía y de darles las herramientas que necesitan”, ha dicho Osborne. “Ellos nos protegen y nosotros vamos a protegerlos”.

También se salvan de los recortes los ministerios de Sanidad, Educación y Defensa. Esta última partida recibirá una inyección extra de dinero, como ya había anunciado Cameron antes de que Osborne compareciera hoy en el Parlamento para la llamada declaración de otoño, en la que el titular de Economía adelanta sus prioridades presupuestarias, y que este año ha coincidido con la exposición de su programa de revisión del gasto.

En total, cerca del 75% del gasto ministerial se salva de la tijera. Los severos recortes, por valor de hasta 28.500 millones de euros, recaerán en las áreas de transporte (37%), energía (22%), negocios (17%) y medioambiente (15%). A ello hay que sumar un ahorro de 17.000 millones de euros en prestaciones sociales que, salvados los tax credits, se centrará en otras partidas como la ayuda a la vivienda.

El canciller del Exchequer ha anunciado también lo que califica como “el mayor programa de construcción de vivienda asequible desde los años 70”. El Gobierno inyectará más de 9.200 millones de euros al sector de la construcción para que construya 400.000 nuevas viviendas en los próximos cinco años, algunas de las cuales se ofrecerán a precios reducidos o a primeros compradores, en sustitución de los ya prácticamente inexistentes programas públicos de vivienda social.

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