Raqa se convierte en objetivo de los ataques internacionales
Los bombardeos en la ciudad siria castigan aún más a una población controlada por el ISIS
Natalia Sancha
Beirut, El País
A 4.200 kilómetros de París, los civiles que aún habitan Raqa (la mitad del cerca de millón de habitantes de preguerra), han quedado atrapados. La respuesta francesa a los atentados del viernes ha sido intensificar los bombardeos sobre la capital siria del autoproclamado califato del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).“Raqa está completamente sellada hoy por Daesh [nombre peyorativo en árabe para el ISIS]”, asegura vía Skype Abu Ahmed, coordinador del grupo Raqa está siendo Sacrificada Silenciosamente.
Hace 24 horas que los ciudadanos de la capital yihadista no tienen acceso a agua o electricidad. A los bombardeos se suma la inopia informativa. “Sobre las 23 horas del miércoles, Daesh cortó Internet. No quieren que haya comunicación con el exterior”, dice Abu Ahmed. “Han cerrado todos los cafés de Internet y revocado las licencias. Daesh dice que va a investigar a sus dueños y expedir nuevas licencias solo a los autorizados”, corroboraba vía mensajes de texto Munira K., seudónimo de una antigua profesora y vecina de Raqa.
Las comunicaciones por teléfono son inestables y la completa desinformación alimenta los rumores. “Nadie sabe quién bombardea dónde. Si son los rusos, los franceses, los americanos o los sirios”, relata vía Skype Zaher H., oriundo de Raqa hoy a salvo en Alemania pero cuya mujer e hijos permanecen en Siria.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, informaba ayer de que al menos 33 yihadistas han muerto bajo los bombardeos en los últimos tres días. Igualmente añadía que docenas de familiares de yihadistas extranjeros intentaban huir a Mosul. Estampida que los habitantes de Raqa desmienten. “Tras la caída de Sinyar [en Irak], la ruta no es tan accesible y los bombardeos en el camino intensos”, apostilla el activista Abu Ahmed. El ISIS contaría con 25.000 radicales extranjeros, de ellos el 20% europeos, siendo los franceses el grupo mayoritario.
Esperando a la coalición
A los vecinos de Raqa no les queda más que encerrarse en sus casas. Los más pudientes recurren a generadores o baterías eléctricas, mientras que el resto es presa del aislamiento. Los yihadistas han endurecido los controles en las principales salidas de la ciudad y las rutas empleadas por los traficantes se hacen peligrosas o excesivamente caras. “Los traficantes cobran 150 euros por persona para llegar a Turquía, y en Raqa las familias son numerosas y nadie puede pagar ese dinero”, cuenta Zaher H.
La respuesta de los líderes internacionales en el G20 a la masacre de París ha despertado optimismo. La formación de una alianza internacional que acerque por un lado las posiciones de Rusia, por un lado, y EE UU y Europa, por otro. Hasta ahora, cazas rusos, norteamericanos, franceses, turcos y sirios comparten cielo sobre territorio sirio, cada uno siguiendo su propia agenda.
Sin embargo, numerosos expertos se han mostrado escépticos ante las declaraciones políticas. “Es una respuesta simbólica que nada va a cambiar en el terreno”, opina Thomas Pierret, analista y profesor de la Universidad de Edimburgo sobre el anuncio del Elíseo de triplicar “las capacidades de acción francesas en Siria”. “Los intereses de Rusia difieren de los de Francia o EE UU. Putin pretende apoyar a El Asad, no centrarse en el ISIS. Pero sí pueden intentar insertar a Francia en su agenda política para preservar a El Asad”, añade Pierret.
Otros expertos resaltan la ineficacia de los ataques aéreos, iniciados un año atrás por la coalición liderada por Estados Unidos. Se han llevado a cabo 8.125 (2.804 en Siria), acabando con la vida de entre 8.000 y 10.000 de los 50.000 yihadistas estimados en Siria e Irak. La mayoría de los expertos militares coinciden en la necesidad de desplegar tropas. Algo a lo que hasta ahora todos los actores se han negado.
Natalia Sancha
Beirut, El País
A 4.200 kilómetros de París, los civiles que aún habitan Raqa (la mitad del cerca de millón de habitantes de preguerra), han quedado atrapados. La respuesta francesa a los atentados del viernes ha sido intensificar los bombardeos sobre la capital siria del autoproclamado califato del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).“Raqa está completamente sellada hoy por Daesh [nombre peyorativo en árabe para el ISIS]”, asegura vía Skype Abu Ahmed, coordinador del grupo Raqa está siendo Sacrificada Silenciosamente.
Hace 24 horas que los ciudadanos de la capital yihadista no tienen acceso a agua o electricidad. A los bombardeos se suma la inopia informativa. “Sobre las 23 horas del miércoles, Daesh cortó Internet. No quieren que haya comunicación con el exterior”, dice Abu Ahmed. “Han cerrado todos los cafés de Internet y revocado las licencias. Daesh dice que va a investigar a sus dueños y expedir nuevas licencias solo a los autorizados”, corroboraba vía mensajes de texto Munira K., seudónimo de una antigua profesora y vecina de Raqa.
Las comunicaciones por teléfono son inestables y la completa desinformación alimenta los rumores. “Nadie sabe quién bombardea dónde. Si son los rusos, los franceses, los americanos o los sirios”, relata vía Skype Zaher H., oriundo de Raqa hoy a salvo en Alemania pero cuya mujer e hijos permanecen en Siria.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, informaba ayer de que al menos 33 yihadistas han muerto bajo los bombardeos en los últimos tres días. Igualmente añadía que docenas de familiares de yihadistas extranjeros intentaban huir a Mosul. Estampida que los habitantes de Raqa desmienten. “Tras la caída de Sinyar [en Irak], la ruta no es tan accesible y los bombardeos en el camino intensos”, apostilla el activista Abu Ahmed. El ISIS contaría con 25.000 radicales extranjeros, de ellos el 20% europeos, siendo los franceses el grupo mayoritario.
Esperando a la coalición
A los vecinos de Raqa no les queda más que encerrarse en sus casas. Los más pudientes recurren a generadores o baterías eléctricas, mientras que el resto es presa del aislamiento. Los yihadistas han endurecido los controles en las principales salidas de la ciudad y las rutas empleadas por los traficantes se hacen peligrosas o excesivamente caras. “Los traficantes cobran 150 euros por persona para llegar a Turquía, y en Raqa las familias son numerosas y nadie puede pagar ese dinero”, cuenta Zaher H.
La respuesta de los líderes internacionales en el G20 a la masacre de París ha despertado optimismo. La formación de una alianza internacional que acerque por un lado las posiciones de Rusia, por un lado, y EE UU y Europa, por otro. Hasta ahora, cazas rusos, norteamericanos, franceses, turcos y sirios comparten cielo sobre territorio sirio, cada uno siguiendo su propia agenda.
Sin embargo, numerosos expertos se han mostrado escépticos ante las declaraciones políticas. “Es una respuesta simbólica que nada va a cambiar en el terreno”, opina Thomas Pierret, analista y profesor de la Universidad de Edimburgo sobre el anuncio del Elíseo de triplicar “las capacidades de acción francesas en Siria”. “Los intereses de Rusia difieren de los de Francia o EE UU. Putin pretende apoyar a El Asad, no centrarse en el ISIS. Pero sí pueden intentar insertar a Francia en su agenda política para preservar a El Asad”, añade Pierret.
Otros expertos resaltan la ineficacia de los ataques aéreos, iniciados un año atrás por la coalición liderada por Estados Unidos. Se han llevado a cabo 8.125 (2.804 en Siria), acabando con la vida de entre 8.000 y 10.000 de los 50.000 yihadistas estimados en Siria e Irak. La mayoría de los expertos militares coinciden en la necesidad de desplegar tropas. Algo a lo que hasta ahora todos los actores se han negado.