Rakitic cae, Neymar vuela
Barcelona, As
El Barcelona sigue su camino en la Champions Legue con un paso tan firme como tedioso. El equipo blaugrana liquidó el compromiso ante el BATE, que le asegura virtualmente su pase a los octavos de final de la Champions (necesita un punto) con una victoria administrativa por 3-0, con goles de Neymar (2) y Suárez como es habitual, dejándose en el camino a Rakitic. La fase de grupos le está resultando al equipo barcelonista tan barata en los marcadores como cara en el cupo a pagar como lesionados, especialmente en la zona de creación.
En cada partido europeo, por plácido que sea como fue este caso, Luis Enrique pierde a un centrocampista. El primer día ante la Roma, Rafinha cayó para lo que resta de temporada; ante el Leverkusen, Iniesta se lesionó para un mes, en Bielorrusia vio realentizada su progresión Sergi Roberto por un período de quince días y ayer se lesionó Rakitic en un gemelo. Una lesión que de momento le aleja casi con toda probabilidad del partido ante el Real Madrid. Un peaje demasiado caro para un partido que se jugó al trote y siempre en sentido favorable a los intereses del Barcelona.
Luis Enrique rotó donde pudo hacerlo, pero en el centro del campo, sus piezas andan muy contadas y en este partido se la jugó exprimiendo a dos de sus jugadores más utilizados: Busquets y Rakitic. El primero volvió a dar un recital de juego dominando el ritmo del partido y el segundo se rompió solo en un partido que en otras circunstancias o con un mejor fondo de armario hubiera descansado.
Aferrado a la efectividad de la pareja Luis Suárez-Neymar, que te acaban sacando goles de cualquier parte como un zahorí encontraría agua en el desierto, el Barcelona transitó por el partido sin sobresaltos consciente de su superioridad ante un rival que se daba con un canto en los dientes de no salir goleado.
Además, las veces en las que el conjunto bielorruso se acercó tímidamente a la portería barcelonista, Ter Stegen se reveló como un seguro tanto con las manos, en un lanzamiento de falta, como con los pies, al cortar un contragolpe llevándose la pelota a la línea lateral y sacándola aseada hacia sus centrocampistas entre la ovación de los aficionados.
Un penalti muy, pero que muy justito sobre Munir le sirvió a Neymar para inauguarar el marcador a la media hora de juego. Desde que falló desde los once metros, el brasileño ha cambiado su mecánica de lanzamiento y ya no toma carrera y ha marcado los tres lanzamientos que ha intentado con una seguridad pasmosa.
Con el 1-0, el Barcelona se dedicó a mantener la pelota en su poder y resguardar a los jugadores fundamentales, por lo que a la mínima posible, tanto Busquets como Iniesta tomaron el camino de la caseta para evitar males mayores y guardar descanso.
Al cuarto de hora de la segunda parte, la sociedad Neymar-Suárez funcionó a favor del uruguayo que culminó un contragolpe ‘slow motion’ del conjunto culé con un tiro ajustado a la base del poste del portero del BATE.
A siete minutos para el final y con el público guardando ya sus esteladas y con el delegado de la UEFA casi sin batería en la cámara de las fotos que había hecho, Suárez le devolvió el favor a Neymar que anotó el tercer y último gol.