Morales deplora contradicciones de Insulza mas le espera para dialogar en Palacio Quemado
La Paz, ABI
El presidente Evo Morales se dijo el viernes a la espera aún del nuevo agente de Chile ante de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, José Miguel Insulza, no obstante "las contradicciones" en que éste incurriera para barajar la invitación al diálogo que le formulara el mandatario boliviano en La Paz.
"Yo seguiré esperando, como amigo, como hermanos que somos, para dialogar, no solamente del tema mar, sino para ponernos de acuerdo sobre la amplia agenda que tienen Bolivia y Chile", dijo el jefe de Estado boliviano en declaraciones a la ABI, luego de deplorar que Insulza se haya contradicho, en cuestión de 24 horas, antes de aceptar o no, la invitación extendida por Morales apenas se conoció, a principios de semana, la designación por parte la presidente de Chile, Michelle Bachelet.
"Lamento mucho que mi amigo Insulza entre, en un lapso de 24 horas, en contradicciones. Cuando le invité al Palacio dijo a favor de un diálogo sin condiciones. Después de 24 horas aceptó venir a La Paz a dialogar siempre y cuando Bolivia retire la demanda la demanda instaurada ante la Corte Internacional de Justicia", notó Morales.
Sea como fuere, el gobernante insistió que esperará la visita de Insulza al Palacio Quemado.
El ex secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) reemplaza, desde media semana, al agente Felipe Bulnes, designado por la administración de Sebastián Piñera en 2013, cuando Bolivia llevó su reclamo por una salida propia al mar a la CIJ.
En 2010, Insulza, en su calidad de jefe de la OEA se pronunció a favor de que Bolivia y Chile alcancen un acuerdo, sobre el centenario diferendo marítimo y el mayor conflicto irresuelto de Latinoamérica y el Caribe.
En base de una retahíla de compromisos de Estado, por parte presidentes y cancilleres de Chile, el gobierno de Morales impetró, ante el alto tribunal de justicia de la Organización de Naciones Unidas, que Santiago se avenga a una negociación de buena fe y con efecto vinculante para enmendar el encierro geográfico a que Bolivia se halla sometida desde 1879, cuando fuerzas militares chilenas invadieron su entonces puerto de Antofagasta.
Desde entonces Bolivia agotó la vía bilateral para pedir a Chile la restauración de la calidad marítima con que nació en 1825 a la vida independiente.
En ese episodio, Bolivia perdió a manos de Chile 400 km de costas y 120.000 km2 de territorios que desembocan en el Océano Pacífico.
El presidente Evo Morales se dijo el viernes a la espera aún del nuevo agente de Chile ante de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, José Miguel Insulza, no obstante "las contradicciones" en que éste incurriera para barajar la invitación al diálogo que le formulara el mandatario boliviano en La Paz.
"Yo seguiré esperando, como amigo, como hermanos que somos, para dialogar, no solamente del tema mar, sino para ponernos de acuerdo sobre la amplia agenda que tienen Bolivia y Chile", dijo el jefe de Estado boliviano en declaraciones a la ABI, luego de deplorar que Insulza se haya contradicho, en cuestión de 24 horas, antes de aceptar o no, la invitación extendida por Morales apenas se conoció, a principios de semana, la designación por parte la presidente de Chile, Michelle Bachelet.
"Lamento mucho que mi amigo Insulza entre, en un lapso de 24 horas, en contradicciones. Cuando le invité al Palacio dijo a favor de un diálogo sin condiciones. Después de 24 horas aceptó venir a La Paz a dialogar siempre y cuando Bolivia retire la demanda la demanda instaurada ante la Corte Internacional de Justicia", notó Morales.
Sea como fuere, el gobernante insistió que esperará la visita de Insulza al Palacio Quemado.
El ex secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) reemplaza, desde media semana, al agente Felipe Bulnes, designado por la administración de Sebastián Piñera en 2013, cuando Bolivia llevó su reclamo por una salida propia al mar a la CIJ.
En 2010, Insulza, en su calidad de jefe de la OEA se pronunció a favor de que Bolivia y Chile alcancen un acuerdo, sobre el centenario diferendo marítimo y el mayor conflicto irresuelto de Latinoamérica y el Caribe.
En base de una retahíla de compromisos de Estado, por parte presidentes y cancilleres de Chile, el gobierno de Morales impetró, ante el alto tribunal de justicia de la Organización de Naciones Unidas, que Santiago se avenga a una negociación de buena fe y con efecto vinculante para enmendar el encierro geográfico a que Bolivia se halla sometida desde 1879, cuando fuerzas militares chilenas invadieron su entonces puerto de Antofagasta.
Desde entonces Bolivia agotó la vía bilateral para pedir a Chile la restauración de la calidad marítima con que nació en 1825 a la vida independiente.
En ese episodio, Bolivia perdió a manos de Chile 400 km de costas y 120.000 km2 de territorios que desembocan en el Océano Pacífico.