Los presidentes de Taiwan y China se reunirán por primera vez
El encuentro, el próximo sábado en Singapur, es el primero desde que acabó la guerra civil
Macarena Vidal Liy
Pekín, El País
Los presidentes de China, Xi Jinping, y de Taiwan, Ma Ying-jeou, se reunirán en Singapur el sábado, ha informado la oficina del líder taiwanés. Es el primer encuentro de líderes de ambos lados del estrecho desde el final de la guerra civil china en 1949, y llega apenas dos meses antes de unas elecciones en la isla, el 16 de enero, donde las encuestas apuntan que el Partido Nacionalista de Ma -partidario de una aproximación a Pekín- va a sufrir una contundente derrota. La reunión supone una fuerte apuesta del Gobierno de Xi en esos comicios.
En su comunicado, la oficina presidencial en Taipei indicó que Ma volará a Singapur para la reunión con Xi. El objetivo del encuentro, explica, es “consolidar la paz entre ambos lados del estrecho y mantener el estatus quo”. En la reunión, Ma no firmará ningún tipo de acuerdos ni se emitirá ningún comunicado conjunto. El presidente taiwanés tiene previsto ofrecer este jueves una rueda de prensa en la que aportará más detalles sobre la sorprendente entrevista de los líderes.
Este mismo miércoles, el Gobierno de la isla se reunirá con los líderes del Legislativo y de los principales partidos taiwaneses para tratar sobre el viaje, mientras que el Consejo de Asuntos de la China continental en Taipei ofrecerá una rueda de prensa también el miércoles.
Zhang Zhijun, el president de la Oficina de Asuntos Taiwaneses en Pekín, ha confirmado el encuentro, en el que los dos líderes “intercambiarán opiniones sobre cómo promover el desarrollo de las relaciones en el estrecho de Taiwan”. Zhang añadió que se trata de “un acuerdo pragmático siguiendo el principio de Una China en una situación en la que la disputa aún tiene que ser resuelta”.
Hasta ahora, los líderes de Pekín siempre habían rehuido la posibilidad de reunirse con algún máximo dirigente taiwanés, incluso durante el mandato de Ma, cuando las relaciones entre ambos lados del estrecho han registrado una época dulce, para no dar pie a ninguna impresión de que reconocen como legítimo el gobierno de la isla. Es probable que, dado que Pekín considera a Taiwan una isla rebelde, la reunión en Singapur se produzca con Ma en otra capacidad que no sea la de presidente taiwanés.
El anuncio de la reunión, inicialmente revelada por el periódico taiwanés Liberty Times, ha causado furia entre los internautas taiwaneses, que lo ven como una injerencia de Pekín en el proceso electoral. El pequeño partido Nuevo Poder ha convocado manifestaciones de protesta frente al Legislativo este miércoles cuando Ma acuda a informar a los diputados sobre el viaje. Los medios taiwaneses indican que la Policía ya ha comenzado a vallar la zona en anticipación de posibles disturbios.
El prochino Ma había prometido que mientras estuviera al frente de la isla -su mandato expira el 20 de mayo del año próximo- no se reuniría con ningún líder chino, si bien durante largo tiempo había expresado su interés en reunirse con Xi. En 2014 se conjeturó que el encuentro podría tener lugar durante la cumbre de la APEC en Pekín, cuando Ma podría haber conversado con el jefe de Estado chino es su capacidad de una de las economías miembros del foro, aunque finalmente la idea no se materializó. Xi se reunió en mayo pasado en la capital china con el presidente del Partido Nacionalista o Kuomintang (KMT), Eric Chu.
En esta ocasión, Pekín parece haber decidido que no tiene otra opción más que mover la artillería pesada diplomática. Pese a todas las diatribas entre ambos lados del estrecho desde que la guerra civil concluyó con la derrota de las tropas nacionalistas de Chiang Kai Shek a manos de los comunistas de Mao Zedong y el refugio de los perdedores en Taiwan, ambas partes siguen de acuerdo en que son el mismo país, China. La gran diferencia es quién representa el Gobierno legítimo. Pero el Kuomintang, de ideología pro china, se encuentra muy por detrás, en las encuestas, del Partido Democrático Progresista (DPP) y su candidata presidencia, Tsai Ing-wen. Tradicionalmente, el DPP ha tenido inclinaciones independentistas y el Partido Comunista de China contempla con horror la posibilidad de una victoria de este partido. Durante su etapa en el poder, después del triunfo de Chen Sui-Bian en los comicios de 2000 y hasta la elección de Ma en 2008, las relaciones vivieron una etapa de tensión.
China siempre ha insistido en que considera a Taiwan una parte inalienable de su territorio y que la reunificación es inevitable, algo que está dispuesto a defender con la fuerza si es necesario.
Tras el fin de la guerra civil, Estados Unidos reconoció durante décadas al gobierno de Taipei como el legítimo de toda China. Pero en 1979 estableció relaciones diplomáticas completas con Pekín.
Macarena Vidal Liy
Pekín, El País
Los presidentes de China, Xi Jinping, y de Taiwan, Ma Ying-jeou, se reunirán en Singapur el sábado, ha informado la oficina del líder taiwanés. Es el primer encuentro de líderes de ambos lados del estrecho desde el final de la guerra civil china en 1949, y llega apenas dos meses antes de unas elecciones en la isla, el 16 de enero, donde las encuestas apuntan que el Partido Nacionalista de Ma -partidario de una aproximación a Pekín- va a sufrir una contundente derrota. La reunión supone una fuerte apuesta del Gobierno de Xi en esos comicios.
En su comunicado, la oficina presidencial en Taipei indicó que Ma volará a Singapur para la reunión con Xi. El objetivo del encuentro, explica, es “consolidar la paz entre ambos lados del estrecho y mantener el estatus quo”. En la reunión, Ma no firmará ningún tipo de acuerdos ni se emitirá ningún comunicado conjunto. El presidente taiwanés tiene previsto ofrecer este jueves una rueda de prensa en la que aportará más detalles sobre la sorprendente entrevista de los líderes.
Este mismo miércoles, el Gobierno de la isla se reunirá con los líderes del Legislativo y de los principales partidos taiwaneses para tratar sobre el viaje, mientras que el Consejo de Asuntos de la China continental en Taipei ofrecerá una rueda de prensa también el miércoles.
Zhang Zhijun, el president de la Oficina de Asuntos Taiwaneses en Pekín, ha confirmado el encuentro, en el que los dos líderes “intercambiarán opiniones sobre cómo promover el desarrollo de las relaciones en el estrecho de Taiwan”. Zhang añadió que se trata de “un acuerdo pragmático siguiendo el principio de Una China en una situación en la que la disputa aún tiene que ser resuelta”.
Hasta ahora, los líderes de Pekín siempre habían rehuido la posibilidad de reunirse con algún máximo dirigente taiwanés, incluso durante el mandato de Ma, cuando las relaciones entre ambos lados del estrecho han registrado una época dulce, para no dar pie a ninguna impresión de que reconocen como legítimo el gobierno de la isla. Es probable que, dado que Pekín considera a Taiwan una isla rebelde, la reunión en Singapur se produzca con Ma en otra capacidad que no sea la de presidente taiwanés.
El anuncio de la reunión, inicialmente revelada por el periódico taiwanés Liberty Times, ha causado furia entre los internautas taiwaneses, que lo ven como una injerencia de Pekín en el proceso electoral. El pequeño partido Nuevo Poder ha convocado manifestaciones de protesta frente al Legislativo este miércoles cuando Ma acuda a informar a los diputados sobre el viaje. Los medios taiwaneses indican que la Policía ya ha comenzado a vallar la zona en anticipación de posibles disturbios.
El prochino Ma había prometido que mientras estuviera al frente de la isla -su mandato expira el 20 de mayo del año próximo- no se reuniría con ningún líder chino, si bien durante largo tiempo había expresado su interés en reunirse con Xi. En 2014 se conjeturó que el encuentro podría tener lugar durante la cumbre de la APEC en Pekín, cuando Ma podría haber conversado con el jefe de Estado chino es su capacidad de una de las economías miembros del foro, aunque finalmente la idea no se materializó. Xi se reunió en mayo pasado en la capital china con el presidente del Partido Nacionalista o Kuomintang (KMT), Eric Chu.
En esta ocasión, Pekín parece haber decidido que no tiene otra opción más que mover la artillería pesada diplomática. Pese a todas las diatribas entre ambos lados del estrecho desde que la guerra civil concluyó con la derrota de las tropas nacionalistas de Chiang Kai Shek a manos de los comunistas de Mao Zedong y el refugio de los perdedores en Taiwan, ambas partes siguen de acuerdo en que son el mismo país, China. La gran diferencia es quién representa el Gobierno legítimo. Pero el Kuomintang, de ideología pro china, se encuentra muy por detrás, en las encuestas, del Partido Democrático Progresista (DPP) y su candidata presidencia, Tsai Ing-wen. Tradicionalmente, el DPP ha tenido inclinaciones independentistas y el Partido Comunista de China contempla con horror la posibilidad de una victoria de este partido. Durante su etapa en el poder, después del triunfo de Chen Sui-Bian en los comicios de 2000 y hasta la elección de Ma en 2008, las relaciones vivieron una etapa de tensión.
China siempre ha insistido en que considera a Taiwan una parte inalienable de su territorio y que la reunificación es inevitable, algo que está dispuesto a defender con la fuerza si es necesario.
Tras el fin de la guerra civil, Estados Unidos reconoció durante décadas al gobierno de Taipei como el legítimo de toda China. Pero en 1979 estableció relaciones diplomáticas completas con Pekín.