Los desafíos políticos y económicos de Macri
La devaluación, el ajuste fiscal, los fondos buitre y las barreras proteccionistas, en agenda
Alejandro Rebossio
Buenos Aires, El País
El próximo presidente de Argentina, Mauricio Macri, deberá enfrentar desafíos de corto plazo cuando asuma el poder el 10 de diciembre. Aquí, presentamos una enumeración de unos y otros.
-Una mayoría exigua: la ajustada victoria en el balotaje sobre el peronista Daniel Scioli, por 51,4% contra 48,6%, evidencia que la sociedad argentina está bastante dividida. Macri no ha conseguido el amplio triunfo que esperaba, con lo que deberá gobernar con prudencia.
-Un Congreso opositor: la alianza Cambiemos, de Macri, tendrá solo 91 de los 129 diputados necesarios para aprobar leyes y 15 de los 37 senadores requeridos a tal fin. Por tanto, deberá negociar no solo con los peronistas opositores y los progresistas sino también con los peronistas que hasta ahora responden a Cristina Fernández de Kirchner.
-Kirchneristas en el Estado: no todos los empleados públicos que se sumaron en la era kirchnerista, y que elevaron la plantilla estatal en un 46%, son fieles a Kirchner, pero hay muchos que sí y ocuparán desde cargos relevantes con mandatos que finalizan en los próximos años hasta posiciones menores pero que gravitarán en los sindicatos de los funcionarios.
-Liberalización del cepo (control) cambiario: Macri prometió que el primer día de su gobierno eliminará las restricciones que desde 2011 rigen para la compra de divisas para ahorro, importaciones y giros de beneficios de las multinacionales a sus casas matrices. Pero el pasado jueves comenzó a hablar de gradualismo en ese proceso ante el riesgo que suponga una brusca devaluación que impacte en una mayor inflación a la existente (24%). La decisión de eliminar el cepo enfrentará a Macri con el presidente del Banco Central, el kirchnerista Alejandro Vanoli, a quien podrá destituir mediante un proceso bastante ágil.
-Devaluación: el dólar cotiza en el mercado oficial a 9,67 pesos, contra 15,07 de la plaza ilegal, por lo que los propios economistas de Macri anticipan que subirá el primero de los precios. Ante la expectativa de devaluación, el Banco Central perdió en lo que va de noviembre 1.350 millones de dólares, al bajar a 25.918 millones, uno de los niveles más bajos de Latinoamérica en relación con el tamaño de las importaciones. En las últimas cuatro semanas, desde que Macri sorprendió con el buen resultado en primera vuelta, los exportadores agrícolas -el 53% de las ventas externas de Argentina son alimentos- han reducido a la mitad la liquidación de su cosecha a la espera de un mejor precio desde el 10 de diciembre.
-Ajuste fiscal: la Auditoría General de la Nación, que controla la oposición, prevé un déficit fiscal del 7% del PIB, lo que supone un salto respecto del 2,5% de 2014. El ministro de Economía kirchnerista, Axel Kicillof, dice que será solo del 3,5%. Los bancos más pesimitas prevén más del 6%, como Bank of America Merrill Lynch y HSBC, pero otros hablan de alrededor de un 4%, como Santander, UBS y JP Morgan. Inversores de Wall Street esperan un anuncio de ajustes como condición para volver a confiar en Argentina. Uno de los economistas de Macri, Rogelio Frigerio, apunta a recortar de manera gradual subvenciones de energía y transporte pública -que equivalen al 4% del PIB-, “corrupción y derroche”.
-Juicio de los ‘fondos buitre’: el juez de Nueva York Thomas Griesa prevé llamar al nuevo Gobierno argentino para que cumpla con la sentencia que le ordena pagar a los ‘fondos buitres’ y otros acreedores que rechazaron la reestructuración de deuda de 2005 y 2010. Mientras Argentina no les abone, seguirá el bloqueo para el pago del pasivo refinanciado. Frigerio prevé una dura negociación para definir cuánto y cómo dará a los 'buitres'. La deuda pública neta no es en sí un problema, pues en 2014 era del 18% del PIB.
-Eliminación de barreras proteccionistas: la Organización Mundial de Comercio (OMC) falló que Argentina elimine desde el 1 de enero próximo las declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAI), que restringen el ingreso de mercancías. Frigerio ha prometido que buscarán otros modos de protección “inteligente” que evite conflictos con otros países y proteja el empleo.
-Crecimiento económico: en los últimos cuatro años Argentina ha crecido tan poco que ha caído la renta per cápita. Para el año próximo, los bancos y consultoras prevén que el PIB crecerá solo 0,9%, según una encuesta de FocusEconomics.
-Inflación: desde 2007 ha superado el 20% anual, con la excepción de 2009. Bancos y consultoras prevén que aumente al 34,3% en 2016 por una eventual devaluación.
-Empleo: el desempleo ha bajado al 5,9%, el menor nivel en 28 años, según las cuestionadas estadísticas públicas, pero la merma se ha basado en la cerrazón del mercado interno mientras crecen los inconvenientes en las empresas exportadoras de bienes y servicios. El gran problema es el trabajo informal, que afecta al 33,1% de los empleados.
-Pobreza: el 21,8% de los argentinos vive en la pobreza, según los técnicos de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que resistieron durante ocho años la manipulación de las estadísticas oficiales. Ese nivel es el quinto más bajo de Latinoamérica, detrás de Uruguay, Chile, Costa Rica y Brasil.
-Inversión: alcanza el 20% del PIB. Macri quiere elevarla al 25%. La inversión extranjera en Argentina es menor que la de países latinoamericanos con economías más pequeñas, como Colombia y Chile.
-Agricultura e industria: la producción industrial lleva tres años de caída consecutiva. La exportación agrícola cae por la bajada de los precios internacionales de los granos y por la tasa de cambio.
Alejandro Rebossio
Buenos Aires, El País
El próximo presidente de Argentina, Mauricio Macri, deberá enfrentar desafíos de corto plazo cuando asuma el poder el 10 de diciembre. Aquí, presentamos una enumeración de unos y otros.
-Una mayoría exigua: la ajustada victoria en el balotaje sobre el peronista Daniel Scioli, por 51,4% contra 48,6%, evidencia que la sociedad argentina está bastante dividida. Macri no ha conseguido el amplio triunfo que esperaba, con lo que deberá gobernar con prudencia.
-Un Congreso opositor: la alianza Cambiemos, de Macri, tendrá solo 91 de los 129 diputados necesarios para aprobar leyes y 15 de los 37 senadores requeridos a tal fin. Por tanto, deberá negociar no solo con los peronistas opositores y los progresistas sino también con los peronistas que hasta ahora responden a Cristina Fernández de Kirchner.
-Kirchneristas en el Estado: no todos los empleados públicos que se sumaron en la era kirchnerista, y que elevaron la plantilla estatal en un 46%, son fieles a Kirchner, pero hay muchos que sí y ocuparán desde cargos relevantes con mandatos que finalizan en los próximos años hasta posiciones menores pero que gravitarán en los sindicatos de los funcionarios.
-Liberalización del cepo (control) cambiario: Macri prometió que el primer día de su gobierno eliminará las restricciones que desde 2011 rigen para la compra de divisas para ahorro, importaciones y giros de beneficios de las multinacionales a sus casas matrices. Pero el pasado jueves comenzó a hablar de gradualismo en ese proceso ante el riesgo que suponga una brusca devaluación que impacte en una mayor inflación a la existente (24%). La decisión de eliminar el cepo enfrentará a Macri con el presidente del Banco Central, el kirchnerista Alejandro Vanoli, a quien podrá destituir mediante un proceso bastante ágil.
-Devaluación: el dólar cotiza en el mercado oficial a 9,67 pesos, contra 15,07 de la plaza ilegal, por lo que los propios economistas de Macri anticipan que subirá el primero de los precios. Ante la expectativa de devaluación, el Banco Central perdió en lo que va de noviembre 1.350 millones de dólares, al bajar a 25.918 millones, uno de los niveles más bajos de Latinoamérica en relación con el tamaño de las importaciones. En las últimas cuatro semanas, desde que Macri sorprendió con el buen resultado en primera vuelta, los exportadores agrícolas -el 53% de las ventas externas de Argentina son alimentos- han reducido a la mitad la liquidación de su cosecha a la espera de un mejor precio desde el 10 de diciembre.
-Ajuste fiscal: la Auditoría General de la Nación, que controla la oposición, prevé un déficit fiscal del 7% del PIB, lo que supone un salto respecto del 2,5% de 2014. El ministro de Economía kirchnerista, Axel Kicillof, dice que será solo del 3,5%. Los bancos más pesimitas prevén más del 6%, como Bank of America Merrill Lynch y HSBC, pero otros hablan de alrededor de un 4%, como Santander, UBS y JP Morgan. Inversores de Wall Street esperan un anuncio de ajustes como condición para volver a confiar en Argentina. Uno de los economistas de Macri, Rogelio Frigerio, apunta a recortar de manera gradual subvenciones de energía y transporte pública -que equivalen al 4% del PIB-, “corrupción y derroche”.
-Juicio de los ‘fondos buitre’: el juez de Nueva York Thomas Griesa prevé llamar al nuevo Gobierno argentino para que cumpla con la sentencia que le ordena pagar a los ‘fondos buitres’ y otros acreedores que rechazaron la reestructuración de deuda de 2005 y 2010. Mientras Argentina no les abone, seguirá el bloqueo para el pago del pasivo refinanciado. Frigerio prevé una dura negociación para definir cuánto y cómo dará a los 'buitres'. La deuda pública neta no es en sí un problema, pues en 2014 era del 18% del PIB.
-Eliminación de barreras proteccionistas: la Organización Mundial de Comercio (OMC) falló que Argentina elimine desde el 1 de enero próximo las declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAI), que restringen el ingreso de mercancías. Frigerio ha prometido que buscarán otros modos de protección “inteligente” que evite conflictos con otros países y proteja el empleo.
-Crecimiento económico: en los últimos cuatro años Argentina ha crecido tan poco que ha caído la renta per cápita. Para el año próximo, los bancos y consultoras prevén que el PIB crecerá solo 0,9%, según una encuesta de FocusEconomics.
-Inflación: desde 2007 ha superado el 20% anual, con la excepción de 2009. Bancos y consultoras prevén que aumente al 34,3% en 2016 por una eventual devaluación.
-Empleo: el desempleo ha bajado al 5,9%, el menor nivel en 28 años, según las cuestionadas estadísticas públicas, pero la merma se ha basado en la cerrazón del mercado interno mientras crecen los inconvenientes en las empresas exportadoras de bienes y servicios. El gran problema es el trabajo informal, que afecta al 33,1% de los empleados.
-Pobreza: el 21,8% de los argentinos vive en la pobreza, según los técnicos de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que resistieron durante ocho años la manipulación de las estadísticas oficiales. Ese nivel es el quinto más bajo de Latinoamérica, detrás de Uruguay, Chile, Costa Rica y Brasil.
-Inversión: alcanza el 20% del PIB. Macri quiere elevarla al 25%. La inversión extranjera en Argentina es menor que la de países latinoamericanos con economías más pequeñas, como Colombia y Chile.
-Agricultura e industria: la producción industrial lleva tres años de caída consecutiva. La exportación agrícola cae por la bajada de los precios internacionales de los granos y por la tasa de cambio.