La policía de Putin controló el laboratorio antidopaje de Sochi 2014

Después de constatar la destrucción en Moscú de 1.417 muestras sospechosas, la AMA reclama la suspensión inmediata del atletismo ruso

Carlos Arribas
Madrid, El País
Miembros del FSB (la policía secreta rusa, heredera de la antigua KGB en 1991) “vigilaron, intimidaron, acosaron y amenazaron” a los responsables del laboratorio antidopaje que analizó las muestras de los deportistas participantes en los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi 2014 así como a los directivos del laboratorio de Moscú, el principal de Rusia. Esta es la revelación más espectacular del informe que este lunes, a las 15.00, hizo público en el hotel mandarín Oriental de Ginebra la comisión de la Agencia Mundial Antidopaje que investigó durante meses las sospechas de un dopaje de Estado, similar al de los años 70 y 80, en el deporte ruso.


Diciembre de 2014. En un programa de investigación de la televisión alemana ARD, un empleado de la Agencia Rusa Antidopaje revela cómo los entrenadores dopan a sus atletas a cambio del 5% de sus ganancias y los responsables de los laboratorios les cobran por tapar sus positivos.

Una semana después. Alarmada por las revelaciones, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) pone en marcha una comisión de investigación sobre las acusaciones dirigida por Dick Pound.

Agosto de 2015. La comisión amplía sus competencias después de que el Sunday Times acuse a la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) de ocultar decenas de casos de pasaportes biológicos sospechosos de atletas de varios países, no solo rusos. Al mismo tiempo, Pound envía a la Interpol el resultado de sus investigaciones sobre el papel interpretado en la trama de corrupción por el entonces presidente de la IAAF, Lamine Diack.

Noviembre de 2015. Un juez francés imputa a cuatro personas, entre ellas Lamine Diack, acusadas de extorsionar a atletas sospechosos.

La investigación, dirigida por Dick Pound, el primer presidente de la AMA, se centra fundamentalmente en el atletismo, pues se creó a raíz de la repercusión de un documental-denuncia de la televisión alemana ARD en diciembre pasado. Después de constatar que, Grigory Rodchenkov, el director del laboratorio de Moscú destruyó 1.417 muestras sospechosas después de la emisión del programa para eludir el control de la AMA, el informe reclama tanto al Comité Olímpico Internacional (COI) como a la federación internacional de atletismo (IAAF) la suspensión inmediata del atletismo ruso.

La IAAF respondió rápidamente a la petición, informando a los pocos minutos de que su presidente, Sebastian Coe, había solicitado una reunión urgente del consejo de la federación para suspender a la federación de atletismo ruso, cuyos atletas no podrán participar ni en el Mundial en pista cubierta de marzo próximo ni en los Europeos al aire libre de julio ni, fundamentalmente, en los Juegos Olímpicos de Río, en agosto, hasta que sus nuevos dirigentes no logren la aprobación de la AMA a la limpieza prometida. “Eso puede suponer varios meses”, dijo, durante la presentación del informe, Pound, quien no quiso afirmar taxativamente que no habría atletismo ruso en Río 16.

Así mismo, la AMA suspenderá el laboratorio antidopaje de Moscú, sospechoso de haber tapado decenas de controles positivos. “Su reapertura costará más meses que la readmisión del atletismo ruso”, dijo Pound.

Aunque el informe, de 335 páginas, señala indirectamente al ministro de Deportes ruso y responsable del comité organizador del Mundial de fútbol de 2018, Vitaly Mutko, Pound también evitó acusarle directamente de uno de los escándalos más desoladores descubiertos en el deporte mundial en los últimos años. “No le podemos acusar directamente a Mutko, pero estaba tan extendida la corrupción que es muy difícil creer que él no estuviera al tanto. Y si lo sabía, es, al menos cómplice. Pero esto es solo una inferencia de nuestro trabajo. Cuando nos reunimos con él le dijimos que no le iban a gustar nuestras conclusiones”, dijo Pound. “Nos pidió que le dijéramos lo que tenía que hacer y nosotros le urgimos a dar un paso adelante y liderar la limpieza para solucionar un problema que puede destruir el deporte”.

El informe también revela que las autoridades deportivas rusas habían puesto en marcha un segundo laboratorio antidopaje, que mantenían clandestinamente, para analizar todas las muestras tomadas a los deportistas. Destruían los positivos y enviaban al laboratorio oficial, el que debe remitir sus informes a la AMA, solo las muestras limpias.

Pese a su longitud y profundidad, y pese a subrayar la implicación en la corrupción del dopaje de dirigentes de la IAAF al más alto nivel, el informe no detalla la presunta participación del expresidente de la IAAF Lamine Diack en la cadena de extorsiones, sobornos y chantajes que mantuvo debajo de la alfombra toda la basura. “Toda esa información está en manos de la Interpol, que, bajo la dirección de la justicia francesa, lleva a cabo su propia investigación”, dijo Pound. “Hasta que no terminen sus pesquisas, probablemente antes de que termine el año, no haremos público lo que dijimos a la Interpol”. A raíz de estas informaciones, el juez anticorrupción francés Renaud van Ruymbeke, imputó la semana pasada a Diack, su consejero jurídico Habib Cissé, el exdirector de la comisión antidopaje de la IAAF, Gabriel Dollé, y el expresidente de la federación rusa y extesorero de la IAAF Valentin Balajnichev, acusados de extorsión a atletas sospechosos para tapar sus positivos. Según han publicado varios medios, Diack se embolsó mediante este procedimiento criminal más de un millón de euros desde 2011.

Aunque el informe se centra en el atletismo, Pound afirmó que durante su investigación llegaron a la conclusión de que las muestras destruidas en el laboratorio de Moscú correspondían a más deportes. “En la próxima reunión del Ejecutivo de la AMA estudiarán nuestras conclusiones y se pedirán medidas respecto a otros deportes”, dijo el abogado canadiense que, antes de ser el primer presidente de la AMA se dio a conocer por liderar la investigación sobre la corrupción que rodeó en 1998 la concesiónd e los Juegos de Invierno de 2002 a Salt Lake City. “Estoy convencido de que solo hemos descubierto la punta del iceberg”.

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