Fernando Torres y Jackson son víctimas del mal juego
Madrid, As
Minuto 64, Fernando Torres abandona el Astana Arena y Jackson entra en su lugar. Esa imagen ya es costumbre, en otras ocasiones invirtiendo los nombres, pero una hora le suele dar el técnico al ariete titular. El fuenlabreño había tenido una ocasión, poco más. El colombiano no mejoró a su colega, pese a que participó en ese periodo en el que el Atlético se entonó algo, tras los cambios, con Carrasco y Óliver en el campo. Fernando Torres se marchó al banquillo después de haber recibido 11 pases de sus compañeros en 64 minutos. A Jackson solamente le encontraron tres veces durante el resto del tiempo.
El nueve es un problema, ni uno ni otro amenazan a la portería rival, pero no es un defecto solamente individual, se origina en el juego colectivo. No se alimenta en condiciones el juego de ataque, el Atlético tiene problemas y los rivales también lo saben. Víctor lo interpretó así e hizo que su Depor entregara campo y balón al Atlético durante el duelo de A Coruña, invitando al Atlético a derribar su pared.
El propio Simeone lo reconoció en Astana. “En defensa estuvimos bien, pero en ataque tenemos que generar más”, dijo el argentino. Quizá el excesivo respeto del planteamiento contra el campeón kazajo tuviera también algo que ver. Fue la medular colchonera más rocosa de lo que va de temporada. Ni frente al Sevilla, ni con el Barcelona, ni contra el Madrid o el Valencia, el Cholo puso de inicio juntos a Tiago, Gabi, Saúl y Koke. Lo cierto es que las cifras de Torres y Jackson son pobres, dos goles del español por tres del colombiano. Por contra, Mandzukic llevaba siete dianas la temporada pasada después de disputar sus primeros 14 partidos. Pero tampoco ayuda a los dos nueves ahora en nómina la desorientación que genera ese juego de sustituciones en el que están inmersos. Torres todavía no ha completado un partido esta temporada y Jackson, sólo uno. Doce veces han intercambiado su puesto sobre el césped de los 14 partidos que se llevan de temporada.
Simeone hace tiempo que advirtió la poca producción ofensiva del equipo, es más, es algo que ya preocupó en el tramo final del pasado ejercicio. Estuvo tentado de poner a Koke como mediocentro, encaraba la temporada con esa intención queriendo convertir al vallecano en su Verón, pero de momento ni una sola vez desde el primer minuto se ha visto al internacional español desempeñar ese rol. Sí, en contadas ocasiones, ya avanzado el partido.
El 4-3-3 también aparecía como una solución. Era el sistema que Jackson traía instalado de serie después de su paso por el Oporto. Óliver también lo conoce bien. El estreno de ese dibujo dejó buenas sensaciones, pese a que se acabó perdiendo en el Calderón con el Benfica. Pero la primera media hora fue un monólogo colchonero con un gran Correa, un buen Óliver y un Jackson metido. De momento Simeone ha decidido no alargar su apuesta por el 4-3-3, convirtiéndose en un recurso para algunas fases del partido.
Minuto 64, Fernando Torres abandona el Astana Arena y Jackson entra en su lugar. Esa imagen ya es costumbre, en otras ocasiones invirtiendo los nombres, pero una hora le suele dar el técnico al ariete titular. El fuenlabreño había tenido una ocasión, poco más. El colombiano no mejoró a su colega, pese a que participó en ese periodo en el que el Atlético se entonó algo, tras los cambios, con Carrasco y Óliver en el campo. Fernando Torres se marchó al banquillo después de haber recibido 11 pases de sus compañeros en 64 minutos. A Jackson solamente le encontraron tres veces durante el resto del tiempo.
El nueve es un problema, ni uno ni otro amenazan a la portería rival, pero no es un defecto solamente individual, se origina en el juego colectivo. No se alimenta en condiciones el juego de ataque, el Atlético tiene problemas y los rivales también lo saben. Víctor lo interpretó así e hizo que su Depor entregara campo y balón al Atlético durante el duelo de A Coruña, invitando al Atlético a derribar su pared.
El propio Simeone lo reconoció en Astana. “En defensa estuvimos bien, pero en ataque tenemos que generar más”, dijo el argentino. Quizá el excesivo respeto del planteamiento contra el campeón kazajo tuviera también algo que ver. Fue la medular colchonera más rocosa de lo que va de temporada. Ni frente al Sevilla, ni con el Barcelona, ni contra el Madrid o el Valencia, el Cholo puso de inicio juntos a Tiago, Gabi, Saúl y Koke. Lo cierto es que las cifras de Torres y Jackson son pobres, dos goles del español por tres del colombiano. Por contra, Mandzukic llevaba siete dianas la temporada pasada después de disputar sus primeros 14 partidos. Pero tampoco ayuda a los dos nueves ahora en nómina la desorientación que genera ese juego de sustituciones en el que están inmersos. Torres todavía no ha completado un partido esta temporada y Jackson, sólo uno. Doce veces han intercambiado su puesto sobre el césped de los 14 partidos que se llevan de temporada.
Simeone hace tiempo que advirtió la poca producción ofensiva del equipo, es más, es algo que ya preocupó en el tramo final del pasado ejercicio. Estuvo tentado de poner a Koke como mediocentro, encaraba la temporada con esa intención queriendo convertir al vallecano en su Verón, pero de momento ni una sola vez desde el primer minuto se ha visto al internacional español desempeñar ese rol. Sí, en contadas ocasiones, ya avanzado el partido.
El 4-3-3 también aparecía como una solución. Era el sistema que Jackson traía instalado de serie después de su paso por el Oporto. Óliver también lo conoce bien. El estreno de ese dibujo dejó buenas sensaciones, pese a que se acabó perdiendo en el Calderón con el Benfica. Pero la primera media hora fue un monólogo colchonero con un gran Correa, un buen Óliver y un Jackson metido. De momento Simeone ha decidido no alargar su apuesta por el 4-3-3, convirtiéndose en un recurso para algunas fases del partido.