El Milán adelanta al Lazio y se mete en puestos europeos

Roma, As
El Milán alejó la crisis que hizo peligrar el banquillo de Sinisa Mihajlovic gracias a su tercer triunfo consecutivo, el más importante: los rossoneri arrollaron al Lazio 3-1 en el Olímpico de Roma mostrando un fútbol efectivo y una buena solidez defensiva, y ahora marchan quintos en la Serie A, superando justo a los biancocelesti, a 4 puntos de la zona Champions, objetivo prioritario para Berlusconi.


Todavía sin el lesionado Balotelli, Mihajlovic optó por un 4-3-3 con Cerci, Bonaventura y Bacca en la delantera y Gianluigi Donnarumma, jugador más joven de las cinco principales ligas europeas, por tercera vez en el lugar de Diego López. Los rossoneri dejaron en la primera mitad la sensación de empezar, por fin, a funcionar: el equipo se presentó compacto, ordenado y agresivo, con el extremo exatlético que está volviendo a mostrar el nivel que lo hizo famoso en su periplo con el Torino. Fue justo un centro suyo, en el 25', que Marchetti paró de mala manera entregando el esférico entre las botas de Bertolacci, que firmó sin apuros su primer tanto rossonero. Una alegría que duró poco para el carísimo fichaje (20 millones) procedente del Roma, que abandonó el partido, desesperado, poco después por un problema muscular. Cerci, por su parte, continuó dando espectáculo y en el tramo final de la primera mitad se topó con el palo con una bonita rosca zurda.

La reanudación se abrió con un choque entre Donnarumma, Alex y Milinkovic-Savic: el defensa brasileño se llevó la peor parte, y tuvo que ser sustituido y hospitalizado por precaución. En su lugar entró Mexès, que marcó el 0-2 nada más pisar el césped (¡y era su estreno en este curso!) en el 54', tras un preciso lanzamiento de falta de Bonaventura anticipando a Marchetti con un testarazo. El Lazio tenía tiempo para buscar la remontada, pero los de Pioli, que utilizó un 4-2-3-1 con Klose aislado en la delantera, solo se vieron con un intento de Lulic (bien neutralizado por Donnarumma) y Kishna, que empujó entre palos tras un chut de Felipe Anderson en posición de fuera de juego. Y el Milán sentenció en el 79': un enorme Bonaventura puso con un pase vertical a Bacca solo ante Marchetti, que el colombiano regateó con rapidez, firmando su sexto tanto italiano. En el tramo final hubo tiempo para el gol del honor de Kishna, que volvió a sorprender al jovencísimo meta milanés en su palo como hizo Berardi hace una semana. El tanto, de todas formas, no arruinó la fiesta rossonera: asaltar el Olímpico, donde el Lazio hasta ahora fue perfecto, es la guinda del pastel en una semana perfecta. Luchar por el Scudetto, quizá, este año será complicado, pero este Milán tiene equipo para volver a la Champions. Y con 92 millones invertidos en el mercado, así tenía que ser.

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