Boca perdió con Central, que tuvo su pequeña revancha
El campeón del torneo había arrancado arriba por un gol de Chávez, pero los de Coudet lo dieron vuelta en el segundo tiempo para imponerse 3-1. Así, disfrutaron de una alegría contra el mismo rival que lo había vencido el miércoles en la final de la Copa Argentina.
Rosario, Clarín
Rosario Central se despidió del torneo con una victoria que tuvo el gusto de una pequeña revancha. Luego de que Boca lo venciera en la final de la Copa Argentina con el escandaloso arbitraje de Diego Ceballos, el equipo de Eduardo Coudet se impuso 3 a 1 como local, tras dar vuelta el resultado en el segundo tiempo con goles de César Delgado, José Fernández y Marcelo Larrondo. Ándrés Chávez había abierto el marcador para los de Rodolfo Arruabarrena, quien presentó una formación alternativa.
En medio de un inicio parejo, tras una ataque de Boca por la derecha, Chávez encontró un rebote en el punto del penal y marcó el 1 a 0. El ex Banfield ya había marcado en la final de la Copa Argentina.
Tras el gol, un hincha intentó agredir a Arruabarrena pero fue interceptado por el operativo policial (que en este partido cuenta con mil efectivos). El entrenador había pedido garantías y dicho el viernes que ante la menor agresión sus dirigidos dejarían el partido. Luego de algunos minutos, y de que Eduardo Couder saliera al campo de juego a pedir a los hinchas calma, el juego se reanudó.
De a poco, el local comenzó a inclinar la cancha, principalmente mediante ataques por la derecha, aunque Boca esperó bien plantado y dispuso de espacios de contra. Central dispuso de varias aproximaciones, como una posición adelantada de Marco Ruben, quien definió mal cuando quedó mano a mano con Sara, y un remate de media distancia de Montoya que el arquero contuvo sin problemas. La previa del encuentro había estado marcada por lo que había ocurrido en la definición de la Copa Argentina. El plantel de Boca, por seguridad, pasó por una manga para llegar desde el colectivo hasta el vestuario del Gigante de Arroyito. Los hinchas de Rosario Central desplegaron billetes de dólares con la cara de Diego Ceballos, el árbitro de la polémica final. Luego, el inicio del partido estuvo demorado por una bandera que señalaba "AFAnar es violencia". Recién cuando la retiraron arrancó el encuentro.
En el segundo tiempo, Boca estuvo cerca de aumentar cuando a los 9 minutos Bentancur reventó el palo. En la réplica, Sara le tapó un cabezazo a Larrondo. Tres minutos más tarde, el arquero tuvo otra gran intervención, esta vez tapándole un cabezazo a Delgado.
Sin embargo, el atacante tuvo su revancha de tiro libre: la acomodó abajo junto al palo y desató el festejo eufórico. Central se había hecho dueño de la pelota y lo dio vuelta a los 35 con un gol de Fernández, quien definió por encima de Sara.
Cuando el partido terminaba, Larrondo desató la fiesta con un golazo. El delantero había quedado mano a mano con el arquero tras una gran jugada individual y, luego de que Sara le tapara su primer remate, aprovechó el rebote y puso el 3-1.
Pese a la victoria, Central no pudo quedarse con el subcampeonato debido al triunfo de San Lorenzo y terminó el torneo en la tercera posición con 59 unidades. Boca sumó su sexta derrota en el campeonato.
Rosario Central se despidió del torneo con una victoria que tuvo el gusto de una pequeña revancha. Luego de que Boca lo venciera en la final de la Copa Argentina con el escandaloso arbitraje de Diego Ceballos, el equipo de Eduardo Coudet se impuso 3 a 1 como local, tras dar vuelta el resultado en el segundo tiempo con goles de César Delgado, José Fernández y Marcelo Larrondo. Ándrés Chávez había abierto el marcador para los de Rodolfo Arruabarrena, quien presentó una formación alternativa.
En medio de un inicio parejo, tras una ataque de Boca por la derecha, Chávez encontró un rebote en el punto del penal y marcó el 1 a 0. El ex Banfield ya había marcado en la final de la Copa Argentina.
Tras el gol, un hincha intentó agredir a Arruabarrena pero fue interceptado por el operativo policial (que en este partido cuenta con mil efectivos). El entrenador había pedido garantías y dicho el viernes que ante la menor agresión sus dirigidos dejarían el partido. Luego de algunos minutos, y de que Eduardo Couder saliera al campo de juego a pedir a los hinchas calma, el juego se reanudó.
De a poco, el local comenzó a inclinar la cancha, principalmente mediante ataques por la derecha, aunque Boca esperó bien plantado y dispuso de espacios de contra. Central dispuso de varias aproximaciones, como una posición adelantada de Marco Ruben, quien definió mal cuando quedó mano a mano con Sara, y un remate de media distancia de Montoya que el arquero contuvo sin problemas. La previa del encuentro había estado marcada por lo que había ocurrido en la definición de la Copa Argentina. El plantel de Boca, por seguridad, pasó por una manga para llegar desde el colectivo hasta el vestuario del Gigante de Arroyito. Los hinchas de Rosario Central desplegaron billetes de dólares con la cara de Diego Ceballos, el árbitro de la polémica final. Luego, el inicio del partido estuvo demorado por una bandera que señalaba "AFAnar es violencia". Recién cuando la retiraron arrancó el encuentro.
En el segundo tiempo, Boca estuvo cerca de aumentar cuando a los 9 minutos Bentancur reventó el palo. En la réplica, Sara le tapó un cabezazo a Larrondo. Tres minutos más tarde, el arquero tuvo otra gran intervención, esta vez tapándole un cabezazo a Delgado.
Sin embargo, el atacante tuvo su revancha de tiro libre: la acomodó abajo junto al palo y desató el festejo eufórico. Central se había hecho dueño de la pelota y lo dio vuelta a los 35 con un gol de Fernández, quien definió por encima de Sara.
Cuando el partido terminaba, Larrondo desató la fiesta con un golazo. El delantero había quedado mano a mano con el arquero tras una gran jugada individual y, luego de que Sara le tapara su primer remate, aprovechó el rebote y puso el 3-1.
Pese a la victoria, Central no pudo quedarse con el subcampeonato debido al triunfo de San Lorenzo y terminó el torneo en la tercera posición con 59 unidades. Boca sumó su sexta derrota en el campeonato.