Benzema no estará en un Sánchez Pizjuán en brasas
Madrid, AS
Cada equipo tiene sus propios problemas y son considerables. La singularidad del Real Madrid es que sus turbulencias no sólo son de carácter deportivo. En los últimos cinco días, el club ha vivido un desencuentro entre Cristiano y el presidente, la lesión de Marcelo, un mal partido de Champions (aunque saldado con triunfo) y la imputación de Benzema en un caso de chantaje. Y el ruido no cesa. Cada mañana nos despertamos con una nueva portada en la que Cristiano (31 años el próximo febrero) insinúa un posible cambio de equipo.
Benzema, cuya inocencia ya ha sido proclamada en un comunicado oficial por Florentino Pérez (ser superior, juez supremo), no entró en la lista para el partido contra el Sevilla. Según Benítez, continúa con la recuperación de las molestias musculares que arrastra desde el 8 de octubre. De no mediar contratiempo (médico o judicial), se espera que regrese en el Clásico del 21-N.
Por si las adversidades no fueran suficientes, Keylor no podrá jugar hoy por una sobrecarga y Jesé viaja mermado por una afección estomacal. Regresan a la lista, para aliviar tanta penuria, Bale (baja desde el 17 de octubre) y James (ausente desde el 29 de agosto). Con James recuperado, falta saber si Benítez se atreverá a darle protagonismo de inicio.
El Sevilla también tiene lo suyo. En Champions apenas le queda oxígeno y en Liga ha ganado tres partidos de diez. Hoy se presenta en un Pizjuán repleto después de perder contra City (1-3) y Villarreal (2-1). Nadie se explica el bajo rendimiento de una plantilla que se reforzó con Konoplyanka, Llorente, Krohn-Dehli, Immobile o Rami. Un total de trece fichajes para compensar nueve traspasos, entre ellos los de Bacca y Aleix Vidal.
A falta de identificar a un culpable, las lanzas apuntan a Fernando Llorente, un par de goles en siete partidos de Liga, aunque sólo en dos fue titular. En ausencia de Gameiro, está obligado a repetir sus buenas faenas contra el Madrid.
De Cristiano también se espera una respuesta que sirva para despejar dudas, un mensaje pacificador. Confiemos en que Florentino se abstenga de saludarle antes del partido.