Violencia deja 3 palestinos muertos y 4 israelíes heridos
Jerusalén, AP
Una oleada de violencia entre israelíes y palestinos no mostraba señales de amainar el domingo luego de que las fuerzas israelíes mataron a tres palestinos, entre ellos un par de niños de dos y 13 años, y cuatro israelíes fueron heridos a puñaladas.
Los hechos de violencia han sido principalmente ataques a tiros y con cuchillos, aunque una mujer palestina se hirió gravemente cuando hizo detonar un cartucho de gas el domingo. Este ataque, en el que un policía resultó con lesiones leves, es el primero que implica un artefacto explosivo en la actual ronda de violencia.
La agitación estalló el mes pasado alrededor del Año Nuevo Judío debido a enfrentamientos que comenzaron en el Monte del Templo y la Explanada de las Mezquitas, un disputado sitio sagrado en Jerusalén, y que se desbordaron rápidamente a otras partes de la ciudad, al otro lado de Israel y hacia Cisjordania y la Franja de Gaza. Al menos 24 palestinos, entre ellos ocho agresores, han sido muertos por las fuerzas israelíes, en tanto que cinco israelíes perdieron la vida en diversos ataques.
Debido a los ataques con cuchillo que ocurren a diario al azar, la violencia tiene muy nerviosos a los israelíes. Las autoridades exhortaron a los ciudadanos a que porten armas en público en defensa propia, en tanto que dueños de tiendas informaron sobre un enorme aumento en las ventas de armas de fuego y atomizadores de pimienta.
"Creo que todos deberían venir y sacar una licencia para portar armas", dijo Idan Albilia, habitante de Jerusalén que se encontraba en una tienda especializada para comprar su primera arma. "Necesitamos defendernos. Creo que es lo único que nos ayudará en esta situación".
La policía fue puesta en alerta en las principales ciudades en Israel. Una ambulancia israelí recorrió el domingo en la noche el centro de Jerusalén mientras pedía por altavoz donaciones de sangre.
En declaraciones a su gabinete el domingo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que el país está luchando contra una "oleada de terror" impulsada por una "incitación falsa y sistemática" de parte de la Autoridad Palestina en Cisjordania y por el Movimiento Islámico en Israel.
Netanyahu agregó que celebrará consultas para sopesar sanciones contra el Movimiento Islámico, que encabeza una campaña en la que acusa a Israel de tener la intención de apoderarse del Monte del Templo y la Explanada de las Mezquitas, un recinto en Jerusalén que es sagrado tanto para los judíos como para los musulmanes. Israel rechaza esas afirmaciones.
Durante una sesión de información al gabinete, la agencia de seguridad Shin Bet de Israel indicó que el Movimiento Islámico era uno de los principales instigadores de los rumores.
Dijo también que el presidente palestino Mahmud Abás no ha alentado las agresiones contra los israelíes e incluso ordenó a sus servicios de seguridad que impidan los hechos de violencia, aunque señaló que otros funcionarios palestinos sí están participando en la incitación.
Los enfrentamientos han puesto en apuros a ambos gobernantes. Netanyahu afronta una fuerte presión de los sectores radicales en su gobierno para que adopte medidas más severas contra los palestinos. Sin embargo, se corre el peligro de que la implementación de acciones represivas desate mayor violencia y las críticas de la comunidad internacional.
De acuerdo con una nueva encuesta publicada el domingo en el diario Yediot Ahronot, el apoyo popular a Netanyahu registra un descenso. Alrededor de 73% de los consultados están bastante o muy insatisfechos con la manera como el primer ministro ha manejado los recientes ataques.
A la pregunta de quién está mejor calificado para enfrentar la violencia, Netanuyahu quedó en tercer lugar, antecedido por dos ultranacionalistas, el ex ministro del Exterior Avigdor Lieberman, primero, y el ministro de Educación, Naftali Bannett, quien apoya los asentamientos israelíes, en segundo.
La encuesta abarcó a 501 personas y tuvo un margen de error de 4,4 puntos porcentuales.
Abás, por su parte, enfrenta sus propios problemas internos.
Ha aumentado el descontento de los palestinos hacia el presidente debido al fracaso de las conversaciones de paz del año pasado y las pocas esperanzas frente al futuro. Aunque Abás ha censurado la violencia, el oponerse a las manifestaciones públicas contra Israel podría profundizar su impopularidad.
Una oleada de violencia entre israelíes y palestinos no mostraba señales de amainar el domingo luego de que las fuerzas israelíes mataron a tres palestinos, entre ellos un par de niños de dos y 13 años, y cuatro israelíes fueron heridos a puñaladas.
Los hechos de violencia han sido principalmente ataques a tiros y con cuchillos, aunque una mujer palestina se hirió gravemente cuando hizo detonar un cartucho de gas el domingo. Este ataque, en el que un policía resultó con lesiones leves, es el primero que implica un artefacto explosivo en la actual ronda de violencia.
La agitación estalló el mes pasado alrededor del Año Nuevo Judío debido a enfrentamientos que comenzaron en el Monte del Templo y la Explanada de las Mezquitas, un disputado sitio sagrado en Jerusalén, y que se desbordaron rápidamente a otras partes de la ciudad, al otro lado de Israel y hacia Cisjordania y la Franja de Gaza. Al menos 24 palestinos, entre ellos ocho agresores, han sido muertos por las fuerzas israelíes, en tanto que cinco israelíes perdieron la vida en diversos ataques.
Debido a los ataques con cuchillo que ocurren a diario al azar, la violencia tiene muy nerviosos a los israelíes. Las autoridades exhortaron a los ciudadanos a que porten armas en público en defensa propia, en tanto que dueños de tiendas informaron sobre un enorme aumento en las ventas de armas de fuego y atomizadores de pimienta.
"Creo que todos deberían venir y sacar una licencia para portar armas", dijo Idan Albilia, habitante de Jerusalén que se encontraba en una tienda especializada para comprar su primera arma. "Necesitamos defendernos. Creo que es lo único que nos ayudará en esta situación".
La policía fue puesta en alerta en las principales ciudades en Israel. Una ambulancia israelí recorrió el domingo en la noche el centro de Jerusalén mientras pedía por altavoz donaciones de sangre.
En declaraciones a su gabinete el domingo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que el país está luchando contra una "oleada de terror" impulsada por una "incitación falsa y sistemática" de parte de la Autoridad Palestina en Cisjordania y por el Movimiento Islámico en Israel.
Netanyahu agregó que celebrará consultas para sopesar sanciones contra el Movimiento Islámico, que encabeza una campaña en la que acusa a Israel de tener la intención de apoderarse del Monte del Templo y la Explanada de las Mezquitas, un recinto en Jerusalén que es sagrado tanto para los judíos como para los musulmanes. Israel rechaza esas afirmaciones.
Durante una sesión de información al gabinete, la agencia de seguridad Shin Bet de Israel indicó que el Movimiento Islámico era uno de los principales instigadores de los rumores.
Dijo también que el presidente palestino Mahmud Abás no ha alentado las agresiones contra los israelíes e incluso ordenó a sus servicios de seguridad que impidan los hechos de violencia, aunque señaló que otros funcionarios palestinos sí están participando en la incitación.
Los enfrentamientos han puesto en apuros a ambos gobernantes. Netanyahu afronta una fuerte presión de los sectores radicales en su gobierno para que adopte medidas más severas contra los palestinos. Sin embargo, se corre el peligro de que la implementación de acciones represivas desate mayor violencia y las críticas de la comunidad internacional.
De acuerdo con una nueva encuesta publicada el domingo en el diario Yediot Ahronot, el apoyo popular a Netanyahu registra un descenso. Alrededor de 73% de los consultados están bastante o muy insatisfechos con la manera como el primer ministro ha manejado los recientes ataques.
A la pregunta de quién está mejor calificado para enfrentar la violencia, Netanuyahu quedó en tercer lugar, antecedido por dos ultranacionalistas, el ex ministro del Exterior Avigdor Lieberman, primero, y el ministro de Educación, Naftali Bannett, quien apoya los asentamientos israelíes, en segundo.
La encuesta abarcó a 501 personas y tuvo un margen de error de 4,4 puntos porcentuales.
Abás, por su parte, enfrenta sus propios problemas internos.
Ha aumentado el descontento de los palestinos hacia el presidente debido al fracaso de las conversaciones de paz del año pasado y las pocas esperanzas frente al futuro. Aunque Abás ha censurado la violencia, el oponerse a las manifestaciones públicas contra Israel podría profundizar su impopularidad.