Preocupan incendios contra albergues de refugiados en Suecia
Burlov, AP
La generosa política migratoria de Suecia está bajo serias críticas por el preocupante aumento de ataques incendiarios contra centros de asilo para refugiados.
Hace unos días, fue incendiado un centro recién construido en el sur de Suecia. Por suerte nadie resultó herido.
"Estas personas huyeron de la guerra, hambruna, terror, pobreza y encontraron albergue aquí, en donde fueron recibidos con fuego", dijo Mona Lindgren, una comerciante jubilada que vive en Burlov, un tranquilo pueblo al norte de Malmo, la tercera ciudad más grande de Suecia. "Es inaceptable".
El incendio en las barracas de la semana pasada, cuya intención era alojar de forma temporal a menores que viajan solos, fue rápidamente extinguido, pero el edificio se quedó inhabitable.
El jueves, un antiguo asilo de ancianos, también destinado a refugiados, fue parcialmente dañado por un incendio; nadie estaba al interior en el momento. Dos días antes, 14 refugiados fueron evacuados a media noche de un edificio en llamas cerca de Munkedal, en el suroeste de Suecia.
La mayoría de los incendios recientes fueron en albergues de personas que buscan asilo en el sur de Suecia, la entrada principal de migrantes que llegan al país escandinavo de 10 millones de habitantes. Suecia espera recibir hasta 190.000 personas en busca de asilo en este año, sólo atrás de Alemania en Europa occidental.
Ante el temor de un aumento en la violencia, una municipalidad en el norte de Suecia propuso no revelar la ubicación de centros de refugiados. La agencia nacional de migración tacha esa idea de irreal.
La policía considera que los 17 incendios reportados en los últimos siete meses en centros de asilo han sido provocados y el servicio de inteligencia sueco dice vigilar de cerca esta situación.
"Hay un evidente patrón cuando tienes cuatro incendios en instalaciones de alojamiento de refugiados en un semana", dijo Stefan Hector, comisionado policial del Departamento Nacional de Operaciones en Suecia.
Nadie se ha responsabilizado por los supuestos ataques, pero en internet grupos de extrema derecha vitorean cada vez que se incendia un lugar.
El primer ministro Stefan Lofven ha catalogado de "muy serios" los incendios y agregó que desafían la misma esencia de ser sueco: "No es la Suecia de la que nos sentimos orgullosos", comentó.
La generosa política migratoria de Suecia está bajo serias críticas por el preocupante aumento de ataques incendiarios contra centros de asilo para refugiados.
Hace unos días, fue incendiado un centro recién construido en el sur de Suecia. Por suerte nadie resultó herido.
"Estas personas huyeron de la guerra, hambruna, terror, pobreza y encontraron albergue aquí, en donde fueron recibidos con fuego", dijo Mona Lindgren, una comerciante jubilada que vive en Burlov, un tranquilo pueblo al norte de Malmo, la tercera ciudad más grande de Suecia. "Es inaceptable".
El incendio en las barracas de la semana pasada, cuya intención era alojar de forma temporal a menores que viajan solos, fue rápidamente extinguido, pero el edificio se quedó inhabitable.
El jueves, un antiguo asilo de ancianos, también destinado a refugiados, fue parcialmente dañado por un incendio; nadie estaba al interior en el momento. Dos días antes, 14 refugiados fueron evacuados a media noche de un edificio en llamas cerca de Munkedal, en el suroeste de Suecia.
La mayoría de los incendios recientes fueron en albergues de personas que buscan asilo en el sur de Suecia, la entrada principal de migrantes que llegan al país escandinavo de 10 millones de habitantes. Suecia espera recibir hasta 190.000 personas en busca de asilo en este año, sólo atrás de Alemania en Europa occidental.
Ante el temor de un aumento en la violencia, una municipalidad en el norte de Suecia propuso no revelar la ubicación de centros de refugiados. La agencia nacional de migración tacha esa idea de irreal.
La policía considera que los 17 incendios reportados en los últimos siete meses en centros de asilo han sido provocados y el servicio de inteligencia sueco dice vigilar de cerca esta situación.
"Hay un evidente patrón cuando tienes cuatro incendios en instalaciones de alojamiento de refugiados en un semana", dijo Stefan Hector, comisionado policial del Departamento Nacional de Operaciones en Suecia.
Nadie se ha responsabilizado por los supuestos ataques, pero en internet grupos de extrema derecha vitorean cada vez que se incendia un lugar.
El primer ministro Stefan Lofven ha catalogado de "muy serios" los incendios y agregó que desafían la misma esencia de ser sueco: "No es la Suecia de la que nos sentimos orgullosos", comentó.