Portugal avala en las urnas las políticas de austeridad del Gobierno

Pese al triunfo de la coalición de centro-derecha, la mayoría del Parlamento es de izquierda, lo que podría bloquear el futuro Ejecutivo

Javier Martín
Lisboa, El País
Los portugueses respaldaron este domingo en las urnas las políticas de austeridad que la actual coalición en el Gobierno, el centro-derecha del PSD-CDS,ha puesto en práctica durante los últimos cuatro años; pero le retiraron la mayoría absoluta. Pedro Passos Coelho, distinguido por aplicar a rajatabla los recortes exigidos por Europa, se declaró anoche dispuesto a formar Gobierno tras admitir que no había logrado su objetivo de una mayoría “suficiente” para articular un Ejecutivo estable. En la Asamblea habrá una variopinta mayoría de izquierdas, lo que podría conducir al país a un periodo de inestabilidad política.


Con el 99% escrutado, el PSD-CDS obtuvo 99 escaños (132 en 2011) con el 38,4% de los votos; seguido del PS de António Costa con 79 escaños (74 hace cuatro años) y el 32,3% de los votos; el Bloco de Esquerda (BE), con 17 escaños (frente a ocho en 2011) y el 10,2% de los votos; y el PC con 14 escaños (dos menos) y el 8,2% de los votos. La mayoría se alcanza con 116 escaños.

“Sería extraño que quien gana las elecciones no pueda gobernar”, anunció un siempre comedido Passo Coelho. “Pero es importante reconocer que el Parlamento es diferente. No dejaremos de ir hacia los que como el PS respetan las reglas europeas y la pertenencia a la moneda única”.

“El PS no alcanzó los resultados que nos marcamos”, reconoció, por su parte, el secretario general del Partido Socialista, António Costa. Y aclaró que la mayoría a favor del cambio (PS, PC y BE) “no es una mayoría de Gobierno”; “el PS no contribuirá para mayorías negativas”, lo que echa por tierra un Gobierno con comunistas y bloquistas.

El Bloco de Esquerda fue precisamente la gran sorpresa de esta campaña electoral. Por primera vez en la historia, el partido comunista ha sido sobrepasado por el Bloco, donde brilla el liderazgo de Caterina Martins y Mariana Mortágua. “No será por el Bloco que no haya un Gobierno de izquierdas”, declaró Martins. “Y si el presidente de la República encarga formar Gobierno a la derecha, nosotros votaremos en contra”. Pero Martins exige que la deuda sea renegociada, algo que Costa se niega y el fin de la austeridad. Y los comunistas quieren salir del euro.

La victoria de la coalición de Passos Coelho es la primera de un Gobierno que ha aplicado las duras recetas de la troika para salir de la crisis. Ha sido el alumno aplicado de la austeridad y un ejemplo en boca de la canciller alemana Angela Merkel, especialmente cuando Syriza alcanzó el poder en Grecia y buscó el apoyo de los países del sur para renegociar la deuda. Passos Coelho se mostró absolutamente en contra de cualquier condonación a Grecia y en ningún momento apoyó los planes del antiguo ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis. El primer ministro luso recordó entonces que las condiciones de rescate que tenían los griegos eran mejores que la de los portugueses y que los compromisos estaban para cumplirlos. En un primer momento, fue el único que sostuvo esa postura tan radical, mientras el socialista Costa apostaba por un acercamiento a Grecia.

Durante estos cuatro años de Gobierno —tres de ellos con la troika—, Passos Coelho ha rebajado el paro del 17,5% al 12,4%; el déficit del 7,5% al 3%, según previsiones para este año, y ha privatizado empresas por valor de 10.000 millones de euros, pese a lo cual, la deuda ha subido hasta el 128,5% del PIB.

La victoria del dúo Passos Coelho-Paulo Portas no se ha sustentado en promesas ni en rebajas de impuestos, sino solo en que lo peor había pasado y que mejor no cambiar de Gobierno. Nunca hablaron del fin de los recortes, solo de sus relajamientos.

Sin una mayoría absoluta, el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, juega un papel determinante en el futuro del país, pues tiene la capacidad de encargar el Gobierno, presumiblemente a Passos Coelho. En ese caso, la mayoría de izquierdas de la Asamblea votaría en su contra y, en la imposibilidad de convocar elecciones antes de seis meses, el país estaría con un Gobierno en funciones de centro derecha hasta mediados de 2016. Si el PS no lo remedia, el país entraría en un callejón sin salida.

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